02

4.4K 588 136
                                    

—Venga Jae, tampoco es el fin del mundo —trataba de consolar a su amigo, Donghyuck

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Venga Jae, tampoco es el fin del mundo —trataba de consolar a su amigo, Donghyuck.

—Si, lo mínimo que puede hacer es no volver a querer verte la cara nunca más.

—¡Jisung! ¡Lo desanimas más! —le gritó el mayor del grupo, viendo como Jaemin se volvía a golpear la cabeza contra la mesa.

—Mira, ahí viene. Ve a disculparte campeón —dijo Chenle fijando la vista en el menudo chico que caminaba tranquilo.

—Bien, yo puedo —Jaemin se levantó con confianza, pero segundos después volvió a hacerse un nudito en la silla —¡No, no puedo!

—Si puedes, sino, lo haré yo, pero te tomará como un cobarde —murmuró Donghyuck parándose y empezó a caminar hacia Renjun.

—¡Lee Donghyuck! —gritó Jaemin al ver el coraje de su amigo y fue tras él para evitar cualquier catástrofe que pudiera causar su amigo.

—Hey Ren —saludó con confianza al más enano, quien lo miró como si de un bicho raro se tratara.

El mayor los miró a ambos confundido debido al atrevimiento que se estaba tomando el moreno con él, así que Donghyuck se aclaró la garganta para seguir hablando.

—Aquí mi amigo Jaemin tiene algo que decirte.

Jaemin miró a su mesa con pánico, únicamente recibiendo ánimos de los demás que miraban toda la escena.

—Yo... lo siento. No era mi intención que pasara lo de ayer —murmuró avergonzado.

Renjun solo lo miró y asintió, luego se fue a sentar de nuevo en la misma banca del día anterior, logrando que Jaemin soltara el aire que llevaba conteniendo.

—¿Ves? No fue tan difícil —dijo Donghyuck con su típico tono burlón, palmeando la espalda de su amigo y guiándolo a su mesa nuevamente.

◌◍┈┈┈┈┈  ┈┈┈┈⿻*.·

Donghyuck iba saliendo del colegio cuando sus ojos se encontraron con el pequeño gruñón.

Con una sonrisa encantadora se acercó a él.  Estaba revisando su mochila con el ceño fruncido, sus manos buscaban desesperadamente algo dentro.

—¿Se te perdió algo? —preguntó logrando que Renjun se sobresaltara por su inesperada voz.

—No... —murmuró suspirando y cerrando su mochila.

—¿Seguro? —insistió y al no obtener respuesta siguió —Puedo ayudarte, ¿qué te falta?

Poco convencido Renjun se dio la vuelta para mirarlo a la cara.

—Mi libreta.

—¿Y cómo es?

La cara de Renjun se enrojeció de golpe. La que no encontraba era su libreta de Moomin. Generalmente no la llevaba al colegio pero sin querer la había metido en su mochila el día anterior y ahora no la encontraba.

—Es de Moomin —susurró por lo bajo, avergonzado, pero aún así fue lo suficientemente alto para que el contrario lo escuche.

—Oh, bien. Vamos a buscarla —dijo con simpleza, sin saber realmente que era lo que tanto incomodaba al chino.

Ambos volvieron al aula para buscarlo en silencio.

—¿Qué es Moomin? —preguntó Donghyuck, rompiendo aquel silencio.

—Es un dibujo animado.

—Oh... entiendo —Y el silencio se volvió a hacer presente en la habitación —. Y... ¿juegas videojuegos? —preguntó lo que venía pasando por su cabeza desde que el chino les pasó el nivel de aquel juego.

—No realmente... —respondió el más pequeño, confundiendo a Donghyuck.

—Parecía que si cuando pasaste el nivel —dijo mirando al más bajo, quien rebuscada en las parrillas de los pupitres.

—Bueno, debe ser como un talento escondido.

Donghyuck imitó su acción de buscar debajo de los bancos.

—¿Es este? —preguntó el moreno después de un rato, sacando un cuaderno con anillado y unos dibujos de un... un ¿hipopótamo? blanco. O eso creía Lee que era.

—Sí... que raro que esté ahí —murmuró con el ceño fruncido, tratando de recordar quién se había sentado ahí ese día, pero fue imposible.

—Bien, salgamos —y así, ambos salieron del establecimiento.

Cuando se encontraron afuera, pudo divisar que aún quedaba algún que otro alumno.

—¿Tomas el autobús? Te acompaño —se ofreció el moreno, recibiendo una negación de parte del otro.

—No hace falta. Vuelve a tu casa —dijo y se iba a alejar hasta que recordó algo —. Gracias por ayudarme, supongo.

Donghyuck sonrió mostrando sus dientes —No fue nada. Nos vemos.

Y así, ambos se separaron, yendo cada uno por su camino.

Podrían pensar que para Donghyuck fue una decepción enterarse que Renjun no jugaba videojuegos.

Pero la verdad era que se sentía más emocionado aún, quería probar que tan bueno era aquel chico sin siquiera jugar. Le intrigaba e interesaba demasiado descubrirlo.

—¿La pasaste bien hoy, cariño? —preguntó su madre cuando lo vio llegar a casa, sabiendo que la respuesta siempre sería la misma.

—De maravilla —respondió con una sonrisa huyendo hacia su habitación, dejando a su madre atónita por su respuesta tan diferente a las de todos los días anteriores.

Donghyuck llegó a su habitación y allí cayó en cuenta de la sonrisa tonta que se encontraba en su rostro.

Y luego, cayó en otra cosa, haciendo que su sonrisa desapareciera abruptamente.

—Diablos, no le pedí su número.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gamer Pro | Renjun x NCT DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora