Capítulo 19 (Especial).

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Pov Normal

Jack Conway observaba algo escéptico cómo su sala era usurpada, asaltada, por aquellos dos subinspectores. Ellos reían, se empujaban y quitaban de unas cajas y bolsas un montón de objetos decorativos navideños y los esparcían alrededor de la casa.

En un costado, recargado sobre una pared cercana mirando la escena incrédulamente, estaba Volkov. Su seriedad y fría mirada eran tan neutras como solían ser cuando no sabía de qué forma reaccionar.
No sabía qué le causaba más confusión y sorpresa, aquellos dos liantes decorando toda la sala de aquella inmensa casa o si el mismo Superintendente que se los permitía.

— ¡Ven, Gustabo! — Horacio llamó con emoción a su hermano cuando abrió una de las cajas.

El rubio se acercó enseguida y sonrió ampliamente observando el contenido.
Le dedicó una mirada cargada de cariño a su acompañante y palmeó su hombro suavemente.

— Venga, vamos a armarlo — Gustabo metió ambas manos en la caja y junto con el contrario comenzaron a sacar el contenido.

Conway se acercó a Volkov ofreciéndole un vaso de vodka, que el ruso no tardó en aceptar, y luego se recargó en la pared a su lado sosteniendo su propio vaso con whisky.

Ambos observaban a los menores intentando descubrir cómo se armaba aquel árbol de navidad, analizando las partes y tratando de encajar todo algo torpes.

— Nunca creí que volvería a tener uno de esos en mi casa — el Superintendente dió un trago a su bebida lentamente.

— Bueno... Han pasado muchas cosas estos últimos meses — Volkov observó algo enternecido cómo Horacio se liaba con unas guirnaldas.

— Así es — Conway dirigió su mirada al comisario y denotó duda en su semblante — ¿Cómo estás? —

Jack no quería preocuparse de más, sin embargo era la primera temporada de fiestas que Víktor pasaría sin su mejor amigo, y él mejor que nadie sabía lo doloroso y solitario que se podían sentir aquellas fechas con algunas ausencias.

Volkov soltó un suspiro y posó su vista en el vaso que tenía en la mano.
Esbozó una suave sonrisa y dirigió la mirada ahora a Horacio por un momento.

— Estoy bien — asintió el ruso, para luego cruzar miradas con su superior — No estoy solo —

Jack se dejó sonreír un poco, un poco entristecido pero más que nada aliviado de tener a aquellas tres personas en su casa.

El sonido del timbre retumbó en la sala,  haciéndoles saber a todos que alguien más se unía a aquella tarde de decoración.

El superintendente fue hasta la puerta con su vaso en una mano y abrió curioso, encontrándose con el Comisario Greco del otro lado.

— Traje más bebidas — fue lo primero que dijo el de barba mostrando las bolsas en sus manos y sonriendo con amplitud.

Minutos después, los tres de mayor rango bebían juntos en la sala sentados en el gran sillón y se contaban anécdotas del trabajo de cada uno.

Mientras Horacio y Gustabo terminaron de colocar la estrella en la punta del árbol navideño y encendieron luego las luces de este.

Se quedaron ambos parados frente a su creación y lo admiraron con orgullo y sonriendo satisfactoriamente.

— Para ser el primero que armamos, nos quedó de puta madre — alardeó Gustabo sin despegar la vista.

— Me gusta mucho — Horacio observaba con admiración cómo las luces navideñas centelleaban.

¿Trato? ~ [ Volkacio ] ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora