Capítulo 20 (Extra).

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(Advertencia de TackatoMon al +18) (OJO CUIDAO)

Pov Normal

Volkov se encontraba en la sala de su departamento, en sus manos tenía una carpeta de documentos que hacía juego con otras que estaban desparramadas por la mesa de enfrente suya.
Leía los papeles con atención sentado en el sofá, concentrado en la información importante que estos le brindaban.
Ya era un hábito trabajar en casa.

La puerta de la entrada se abrió, dando paso a un Horacio notoriamente cansado y agobiado por su día.
Mientras se iba adentrando al apartamento arrastrando sus pies, fue despojándose de sus prendas y dejándolas en el suelo por donde iba pasando.

Víktor lo miró de reojo cuando pasó por la sala detrás suyo, mas no dijo nada y siguió con lo suyo.
Horacio desapareció por el pasillo.

Unos minutos más tarde, el de cresta volvió a aparecer en la sala tan sólo vestido con su ropa interior y una remera color negro algo larga que le pertenecía a su pareja, al igual que con sus cabellos húmedos debido a la ducha que acababa de darse.

— Joder, a veces odio el trabajo de Subinspector — se quejó acercándose a Volkov, recostándose en el sofá y apoyando la cabeza en las piernas del mayor.

— Ya veo — murmuró el ruso por toda respuesta, levantando un poco los documentos de sus manos para que el menor no los aplastase.

— A veces quiero volver a esos tiempos cuando era un alumno y patrullaba contigo todo el día — comentó con una pequeña sonrisa, mirándole desde su posición.

— Cuando quieras te degrado sin problemas — contestó Volkov, aún concentrado en su lectura.

— Ya te gustaría a ti — respondió Horacio, observando embelesado las facciones del comisario.

— Mejor levanta tu ropa del suelo y ponla en la lavadora — Víktor dirigió su mirada un momento hacia el menor sólo para darle a entender que hablaba en serio.

Horacio frunció un poco el ceño como queja.

— Tengo que ponerla en una bolsa y llevarla al CNI para quemarla, tiene sangre de una persona — comentó soltando seguido un suspiro.

— ¿A quién le disparaste? — preguntó el ruso algo curioso, cerrando la carpeta de documentos para luego dejarla sobre la mesita junto al resto.

— … A un tipo gruñón que comenzó mandonearme apenas llegué a casa — contestó el de cresta haciendo la gracia, prosiguiendo a incorporarse un poco para sentarse junto al comisario.

— Tal vez te mandonea porque no mantienes el orden — Volkov se acercó al rostro del menor y depositó un suave beso en su mejilla — Y encima le usas la ropa —

— ¿Qué clase de novio sería si no te usara la ropa? — preguntó Horacio, cerrando un momento los ojos cuando sintió el tacto de los labios ajenos en su rostro.

— Lo que me recuerda que nunca te pedí que lo seas ni accedí a serlo — dijo Volkov, marcando una pequeña sonrisa para el adverso.

— Víktor, estamos viviendo juntos, ya es tarde para que digas eso — reclamó Horacio, levantando una ceja por las palabras del ruso — Aparte, ¿No es que en Rusia no acostumbran a hacerlo? —

— Pero no estamos en Rusia — Volkov llevó una mano hasta el rostro del menor, tomando su mejilla con delicadeza prosiguiendo a cortar la distancia entre sus rostros y darle un beso en los labios.

Horacio esbozó una sonrisa sobre los labios del mayor, dejándose hacer completamente por su gratificante tacto.

— ¿Tienes mucho trabajo? — preguntó el subinspector, mirándole a los ojos a esa escasa distancia.

¿Trato? ~ [ Volkacio ] ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora