Capítulo 15.

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Pov Normal

Greco observaba a Volkov detenidamente esperando descifrar sus pensamientos o sus siguientes palabras.

Se encontraban en el departamento del ruso, ya que luego de haber presenciado aquella escena, Rodríguez pensaba merecer una explicación de aquello. Horacio se había ido del despacho casi corriendo, escapándose de la situación y dejando todo en manos de su comisario.

Volkov le ofreció un vaso de whisky mientras sostenía uno con vodka en su otra mano, ambos sentados en el sillón estaban sumergidos en un silencio que formaba un ambiente de suspenso.

— Bueno — habló Greco recibiendo en sus manos el vaso de whisky — ¿Vas a explicarme o qué? —

— No hay nada que explicar, Greco — respondió Víktor, sin dirigirle la mirada.

— Venga, no me jodas, Volkov — insistió en tener una respuesta — Me has dicho mil veces que no hay nada entre ustedes y los encuentro así —

— Fue tu culpa por no tocar la puerta — inquirió el ruso para luego darle un trago a su bebida.

— No quieras cambiar de tema. Ya es suficiente — el de barba soltó un suspiro y dejó su vaso en la mesita de enfrente para encarar a su compañero — Soy tu amigo, dime la verdad de una vez —

Volkov le dedicó una mirada y luego asintió, rindiéndose ante las insistencias de su compañero.

— Horacio y yo nos vemos luego del trabajo — comenzó a explicar, pero ante la duda de qué tanto decir tan sólo lo dejó allí — Y eso es todo —

— ¿Están saliendo? — dudó Greco, mirándolo confundido pero con una sonrisa en el rostro.

— No, para nada — negó Volkov, vaciando su vaso y dejándolo sobre aquella mesita que había enfrente.

— No entiendo, ¿Entonces qué son? — Rodríguez seguía muy confuso por la situación.

— No somos nada — habló alto el ruso, queriendo darlo a entender claramente y se dio cuenta que de hecho decir aquello le sabía muy mal, por lo que bajó un poco la voz — Ni lo vamos a ser —

— Menuda explicación de mierda me has dado — se quejó Greco, renegando por no poder conseguir la información clara.

— En unos días ya te lo podré explicar mejor, por ahora… tendrás que conformarte con esa respuesta — sentenció Volkov, dando por terminado ese tema de conversación.

Greco mufó algo molesto por ello pero conociendo a su compañero, sabía que no podía sacarle más información que eso y sólo podía esperar a que el contrario pudiera o se decidiera a contarle todo.

Luego de varios tragos y de que el barbudo le prometiera con su vida que no iba a hablar de aquello con nadie, Volkov lo dejó partir de su apartamento.

Ahora se encontraba acostado en su cama, mirando el techo. Preguntándose mil cosas y pensando en por qué le molestaba tanto el hecho de que, en efecto, él y Horacio no eran nada.

Horacio era maravilloso, era un hecho. Era una persona muy dulce y a la vez muy fuerte, era un hecho. Era muy dedicado a su trabajo y responsable a la vez que era divertido y tocahuevos, era otro hecho.
Tenía la sonrisa más hermosa que le habían dedicado nunca, era segurísimo.

Horacio le gustaba… ¿Eso era un hecho también?

"Soy un Comisario y él es un alumno"

Volkov dentro suyo sentía un jodido caos. ¿Acaso realmente estaba enamorado de aquel hombre y terminaría cediendo ante él?

"Me niego"

¿Trato? ~ [ Volkacio ] ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora