Capítulo 13.

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Pov Normal

Volkov sentía el sudor por su cuerpo y un calor fuerte pero no abrumador entre las sábanas de aquella cama, totalmente sumergido en el aroma y perfume de Horacio.
Su pecho aún subía y bajaba en señal de que su respiración intentaba regularizarse, es que aquel hombre lo dejaba sin aire. Lo consumía por completo de una forma única y placentera.

Sintió su tacto otra vez, la mano de Horacio acariciaba su pecho con suavidad y delicadeza, aún respiraba fuerte y un leve brillo denotaba el sudor en su piel.

Víktor le dirigió una mirada y se tomó la libertad de contemplar la belleza que le mostraba el menor sin siquiera darse cuenta. Le sonreía con aquella dulzura que parecía tener siempre y sus ojos brillaban con la misma intensidad que lograba aturdir por completo su corazón.

— Volkov — le llamó Horacio, sin dejar de mirarle.

— Díg... Dime — se corrigió antes de terminar de hablar.

— Sólo faltan 5 días para que se termine el mes — comentó el menor, manteniendo el tono de voz bajo.

— Así es — el ruso sabía lo que eso conllevaba y la verdad era que no le gustaba ya la idea.

— Yo aún... Aún me gusta, Comisario. Usted me gusta mucho— el de cresta por más vueltas que le daba al asunto, siempre terminaba en lo mismo — Creo que... me he... —

— ¿Qué cosa? — preguntó Volkov, queriendo escucharlo, sentía aún más calor que antes, su sonrojo era notable de seguro.

Horacio se incorporó un poco para encimarse un poco en el cuerpo ajeno y sin romper contacto visual, acercó su rostro al contrario.
Mientras llevó una mano a acariciar la mejilla de Volkov.

— ¿Puedo besarlo? — preguntó el menor, apostando a una respuesta afirmativa.

— Negativo — respondió firmemente el ruso por inercia.

Sin embargo se encontraba perdido en los ojos de aquel alumno. Su corazón se había acelerado y sentía un deseo inmenso de probar aquellos labios que tenía a una escasa distancia de los suyos.

— ¿No le gusto, Volkov? — dudó el de cresta, y su mirada cambió.

Ya no miraba al comisario con seguridad y dulzura, sino que con desconfianza e incluso algo de miedo. Como si aquello fuera importante y le afectara mucho.

Víktor notó aquel desespero y cambio de actitud en el menor, haciendo que su mente tomara el control nuevamente y le golpeara la realidad.

— No — negó dirigiendo la mirada hacia un costado.

— Joder — se quejó el alumno, alejándose del ruso e incorporándose un poco, se quedó sentado a un lado de la cama.

Volkov lo miró desde su lugar, aquella amplia espalda con marcas y cicatrices. Horacio parecía haber pasado por tanto, parecía una persona sumamente fuerte, sin embargo ahí estaba, lamentándose por no gustarle a él. Justamente a él.

"Ojalá pudiera decirte con confianza que me gustas y verte sonreír"

Víktor cerró los ojos un momento sintiendo cómo todo el cansancio se le venía encima.

"Pero es que no estoy seguro"

Un inminente sueño creció en sus adentros, su corazón latía con fuerza y con aquel aroma inundando sus sentidos, se dejó llevar. Ya cuando estaba a punto de dormirse, escuchó la voz de Horacio dirigirse a él y abrió los ojos con torpeza ya que había sido tomado por sorpresa.

¿Trato? ~ [ Volkacio ] ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora