Capítulo 08 (parte II)

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A Caden le gusta llevar a sus clientes a restaurantes y a lugares que le permitan establecer una conexión con ellos, supongo que es una manera de romper el hielo, bajar sus defensas y crear confianza. Y le funciona. Llevo trabajando junto a él siete meses y su táctica siempre ha funcionado, incluso con las personas más desconfiadas. Supongo que también se debe a su encanto natural y a que sabe cómo mimetizarse y adaptarse al ritmo de los demás.

Tarah me obliga a mandarle fotografías de lo que planeo usar para la cena, a pesar de que le digo que no es un evento importante y no pienso arreglarme demasiado. Mi objetivo es ponerme algo con lo que me sienta cómoda, pues no se me ha olvidado que hace unos días me dijo que practicaría. No lo ha mencionado de nuevo y realmente espero que haya sido una broma o un castigo fugaz por lo que escuchó en el archivo, pero quiero estar preparada, pues no deseo que el nerviosismo me gane y me haga soltar alguna barbaridad.

Es difícil conseguir ropa elegante que sea bonita y barata, cuando vas a tantos eventos y reuniones con gente importante debes tener cierta imagen. Por eso tengo que ir a las tiendas y mercados de segunda mano a buscar prendas que me sirvan, a veces encuentro verdaderos tesoros a precios que no le duelen a mi bolsillo. También disfruto cuando mi mejor amiga me deja escoger cada vez que cambia su guardarropa, claro que tengo que hacerle arreglos porque nuestras figuras son distintas, no puedo llenar su ropa por sus curvas de muerte.

Elijo el vestido blanco de tirantes que encontré hace poco en un mercado, parece que el lado izquierdo de la tela abraza el contrario, se cruza creando un efecto visual favorecedor para mi cintura y mi cadera. Tiene un buen escote, aunque nada escandaloso, y una abertura en el muslo derecho. Muchos pensarán que gasté un dineral, no que me costó treinta pesos ni que lo encontré colgado en un tendajo. Tarah lo aprueba mandándome un emoji de fuego. No hago mucho más, dejo el maquillaje que llevé a las oficinas el día de hoy y muevo mi cabello solo para que recupere volumen.

Antes de salir de la habitación agarro mi maletín, un regalo de mamá Nona por mi primer día de trabajo, me gusta porque su estilo es antiguo, pero ya está gastado, la piel comienza a llenarse de grietas.

Perdido en ti  © (ET #1) *ACTUALIZANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora