Capítulo 01

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⚠️Contenido +18, un hombre con una boca muy sucia y gustos particulares⚠️

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Viernes 6 de abril de 2018

Mi abuela amaba este sitio, trabajó aquí prácticamente toda su vida, empezó cuando era muy joven, luego de hacer preparatoria técnica y graduarse como secretaria. Ella solía decir que para triunfar tienes que considerar el tiempo, cada minuto cuenta, los segundos pasan y no vuelven. Solía hablar durante largas horas después de llegar agotada a casa, se quitaba los zapatos de tacón y descansaba los dedos en la vieja alfombra felpuda, decía: «el tiempo te va a sonreír si eres su amiga, Nubia, ese es mi mejor consejo, escucha a tu abuela».

No lo entendí hasta que vine aquí la primera vez, en LAC hay gente por todas partes moviéndose a toda velocidad, comprendí que el éxito no llegará si te quedas quieto, debes correr junto con el tiempo e incluso acelerar para ganarle, si eres más rápido no pueden alcanzarte, por lo tanto, serás invencible.

Si tan solo pudiera apurarme, si sigo así el tiempo me pasará y se burlará de mí. No quiero ser invencible, solo quiero hacer mi maldito trabajo y una vida tranquila. ¿Es mucho pedir? Hoy no es mi día.

Un mechón de mi cabello se ha salido del moño, soplo para alejarlo de mi cara porque no me deja ver.

Intento concentrarme mientras busco las carpetas en el archivo, él fue muy claro hace quince minutos cuando dijo: «señorita Cardozo, necesito esos documentos de inmediato, nada de chismes de oficina». Aguanté las ganas de enseñarle el dedo medio, tengo que soportarlo porque es mi jefe y, bueno... es un buen empleo que me da el dinero que necesito para pagar las deudas y los gastos.

No es que yo pierda el tiempo, todo lo contrario, ya me gustaría tener un rato libre, pero Lamont no puede darme ni un minuto para respirar. Él está todo el tiempo sobre mí... Y no de la buena manera. ¿Conoce él lo que es relajarse? No lo creo, pero supongo que por eso su cara está en el autobús que tomo todas las mañanas.

Lanzo un suspiro y me obligo a pensar en trabajo, en cualquier cosa menos en el sujeto que me da instrucciones todos los días porque suele ponerme de malhumor y no quiero regresar a mi escritorio echando humo por las orejas.

De verdad deseo poner atención a lo que estoy haciendo, sin embargo, la voz aguda e insistente de Tarah me está enloqueciendo, a ella no se le puede negar nada, siempre consigue lo que quiere. Recuerdo que cuando éramos niñas solo tenía que tronar los dedos —no de manera literal— para que alguno de sus empleados cumpliera sus caprichos. Es peligrosa porque está acostumbrada a tenerlo todo, pero la adoro porque es la mejor persona que conozco. Sin embargo, en estos momentos podría ponerle un bozal, Caden debería encadenarla a su escritorio para que no me persiga por toda la oficina.

—Oye, te amo profundamente y me encanta charlar contigo, pero tengo que llevarle los papeles a tu primo y sabes que no se caracteriza por ser paciente —le digo.

Perdido en ti  © (ET #1) *ACTUALIZANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora