Nubia trabaja para los Lamont desde que su abuela tuvo que dejar el puesto en la empresa. Definitivamente preparar cafés e informes no era su sueño, pero es lo mejor que tiene y adora a su jefa Leah, así que no puede quejarse. Ahora lo único que bus...
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Sábado 7 de abril de 2018
Xóchitl es una chica simpática de diecisiete años que hace de niñera en ocasiones, es la hija de la secretaria de Tarah. Las niñas la adoran y se tranquilizan cuando ella toca su guitarra y canta canciones suaves. Mi amiga es obsesiva y sobreprotectora, pero de vez en cuando necesita respirar, tiene demasiado sobre sus hombros, y no es como si el idiota de Mariano le ayudara en la crianza y en las decisiones del hogar.
Ese fue uno de los problemas al principio de su matrimonio, ella quería trabajar y él quería que lo dejara para dedicarse a criar a Elizabeth y Camila. Por supuesto que se negó, algo de lo que estoy orgullosa, siempre que la veo siento una profunda admiración por todo lo que ha logrado.
No tengo ánimos para nada, quiero refugiarme en mi cama y quedarme dormida mientras hago un maratón de Grey's Anatomy. Mi cara larga y expresión de amargura hacen que mi mejor amiga pierda la paciencia. Ella hace una mueca de fastidio cuando me quedo quieta al salir de su Camaro azul, cierro la puerta con más fuerza de la necesaria.
—¡¿Qué está mal contigo?! —exclama, alarmada. Giro los ojos sabiendo bien lo que vendrá, admito que es mi pequeña venganza por obligarme a venir. Ella se inclina, acaricia el auto y le susurra—: Ya, chiquito, no pasa nada, tía Nubia no volverá a tratarte así.
Le habla como a un bebé, sé que actúa así porque fue lo primero que se compró con su propio sueldo, ahorró durante mucho tiempo hasta que pudo pagarlo. Recuerdo que pasábamos por la automotriz y suspiraba al verlo como si fuera una niña enamorada. Algunas mueren por zapatos, otras por diamantes, ella es una mujer de autos, ¿qué se yo? Incluso subió una foto a Instagram de ella sentada en el capó con un vestido negro y unas botas de muerte. Sí, y creo que se hizo un poco viral, a veces la encuentro en Pinterest con etiquetas como «rubia», «caliente» y «auto».
Ya que termina de hablar se endereza, revisa que su vestido ajustado de color dorado se encuentre perfectamente en todos los sitios y acomoda su frondosa mata de cabello rubio. Es delgada, con unas piernas largas para morirse, su figura es como la de una guitarra. Siempre he pensado que luce como una modelo o actriz de cine, se ve impresionante todo el tiempo.
Cuando éramos adolescentes e íbamos a fiestas —que eran muchas, pues es la persona más social que conozco y le encantaba llevarme—, se robaba las miradas de prácticamente todos. Ahora es una talentosa arquitecta, esposa y madre de dos niñas, súper caliente... Y las cosas no han cambiado.
No sé dónde estamos, no sabía de la existencia de este club, algo que es comprensible ya que mi vida consiste en estar en mi casa, ir al trabajo, asistir los sábados a la universidad y a visitar a la abuela. Muy divertido, ¿eh?
El lugar se llama DIAMOND, es muy grande, tanto que no alcanzo a distinguir dónde termina. Es una construcción formada por muchas columnas, adornada con lo que creo que son ladrillos negros. En la cima hay luces blancas moviéndose hacia todas las direcciones, parecen diamantes centelleando. Ladeo la cabeza, algo en mi interior me hace entrecerrar los ojos porque siento que es demasiado familiar.
