Capítulo 17

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El mar estaba tranquilo por la noche.

Hacía ya dos días que estaban en ese barco, y nada interesante había pasado hasta entonces, todo sería mucho más tranquilo si Anfitrite dejara de portarse como una loca.

Félix había notado que ella tenía mucha energía, todo el tiempo se la pasaba corriendo y saltando por todo el barco. Subía al mástil de la bandera para ver el camino y bajaba de una soga en un segundo, con un aterrizaje perfecto, sin hacerse daño alguno. Luego iba al timón y dirigía el barco a la dirección que tenían que ir; Noruega, o las costas de Noruega.

Félix miró el cielo estrellado, la luz de la luna era su único farol en ese momento. Luna llena, los hombres lobo salían a cazar como cada mes del año.

-Oye, vampiro depresivo- Dijo Anfitrite apareciendo al lado de Félix- Ya es muy tarde ¿No vas a dormir?-

-Yo no duermo- Dijo Félix metiendo las manos en los bolsillos del pantalón.

-Claro, porque no lo supuse. Pero tienes un camarote para ti adentro ¿Lo sabes, verdad? Esta justo al frente del camarote de la chica hada-

Félix no dijo nada.

-¿Me has escuchado? ¿O con los años te quedaste sordo?-

-Te escuche- Dijo Félix- ¿Tú no vas a dormir?-

-¿Bromeas? He dormido durante 57 años, y solo tengo la posibilidad de estar despierta 15 días antes de volver a dormir. Quiero aprovechar cada segundo al máximo-

-Ah- Dijo Félix sin darle mucha importancia.

-¿Quieres jugar conmigo a las escondidas?-

-No- Dijo Félix, y fue al comedor que había adentro.

El comedor, era un pequeño cuartito de madera con unos cuantos muebles, una mesa, unas sillas alrededor, y otra entrada para ir a una pequeña cocina.

El lugar no estaba deshabitado, había una persona sentada en la mesa, con un plato de comida enfrente de él.

-Oh... Hola Félix- Dijo Avalor amablemente. Mientras se llevaba un bocado de comida a la boca.

-Hola- Dijo Félix.

-¿Vienes a cenar algo? Quedo un poco de estofado en la cocina. No esta tan bueno, pero es mejor que nada- Dijo Avalor añorando más que nunca la deliciosa comida que solía preparar su padre.

-Yo no como- Dijo Félix.

-Oh... Claro- Avalor se aclaró un poco la garganta- ¿Vas a dormir entonces?-

-Tampoco duermo- Respondió Félix.

Avalor desvió la mirada un poco incómodo.

-Tienes razón, lo siento, olvido que eres un vampiro a veces...-

Félix no respondió.

-Siéntate- Dijo Avalor- Me vendría bien algo de compañía mientras termino de cenar- El joven de cabello blanco esbozo una amable sonrisa.

Félix dudo un momento. Pero termino aceptando la propuesta de Avalor, aunque no sabía porque lo había hecho. El peliblanco no terminaba de cerrarle.

-¿Qué se siente ser un vampiro?- Preguntó de repente Avalor, intentado romper el hielo.

-No mucho- Dijo Félix- De hecho, no se siente nada. Ni siquiera puedo sentir el latido de mi corazón-

-Entiendo- Dijo Avalor pensativo, mientras tomaba un sorbo de agua- Pero eso no debe estar tan mal ¿Verdad? Puedes correr todo lo que quieras y no cansarte nunca-

RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora