Avalor nunca antes había estado en un barco.
Y mucho menos se imaginó que su primera experiencia de navegar por el mar, seria en un barco pirata.
Tenía un espíritu aventurero al igual que su madre. Ella había tenido la oportunidad de viajar por el mundo visitando muchos lugares y conociendo muchas culturas. Primero lo había hecho sola, y después con Elijah. Hasta que quedó embarazada y tuvo que quedarse en Londres. Por la seguridad de su hijo.
Avalor sabía que los viajes era algo que su madre añoraba muchísimo. Jamás lo admitiría, pero en sus ojos podía ver las ganas reprimidas que tenia de armar una maleta e ir a donde el viento la llevase.
Por su parte, Avalor jamás había estado fuera del país, ni siquiera había salido de la ciudad. Casi siempre se limitaba a estar en el campo donde vivían. Por eso su única escapatoria era el bosque. Que a estas alturas, lo conocía tan bien como la palma de su mano.
De niño se había escapado millones de veces, y sus padres siempre lo encontraban. Ellos conocían el bosque tan bien como Avalor, además de que él tampoco se alejaba demasiado. Tenía permitido ir hasta la vieja cueva donde había entrenado su madre sus poderes.
Hablando de poderes, Avalor no les había dicho un pequeño secreto a los demás. Y era que él no sabía muy bien cómo usar sus poderes, de hecho, esa era una de las razones por las que su madre no lo había dejado salir. Avalor solamente sabía manipular el fuego para encender la chimenea en invierno cuando hacía mucho frio, y en verano para hacerse un helado instantáneo utilizaba su poder de hielo.
En realidad, Avalor tenía más conocimiento del poder del hielo, que del poder del fuego. Ya que su padre lo había instruido un poco en el tema, a escondidas de Amber por supuesto. Solían decir que irían a jugar a algún deporte en el bosque, pero lo que realmente hacían, era entrenar un poco el poder de hielo. Podía lanzar estalactitas puntiagudas y afiladas que perforaban tu carne; podía lanzar nieve y hielo sin agotarse con tanta facilidad; e incluso había aprendido a hacer el camino de hielo para escapar en situaciones desesperadas. Podía hacer eso y más, gracias a su padre. Sin embargo, en ese momento, el poder de hielo le era bastante inútil, ya que según lo que le habían dicho, para vencer al monstruo marino; necesitaban el fuego.
Su madre siempre se había negado a enseñarle todo lo que podía hacer. Ella siempre le había repetido que la oscuridad ya había sido derrotada. Por ende, no necesitaba aprender a manejar sus poderes, no tenía nadie contra quien pelear ni que defenderse de nada. Lo mejor era que tratara de tener una vida tranquila y común, olvidando el hecho de que el niño fuese realmente poderoso y amenazante.
Quizás, pensó Avalor, su madre tenía miedo. Miedo de que pudiera sucederle algo a su hijo, ese es un miedo que todas las madres tienen. Todas quieren proteger a sus niños y niñas para siempre, y a algunas les cuesta demasiado ver que ya crecieron.
También, podía ser que Amber no quería que Avalor tuviese que pasar por lo que ella había pasado. Sabía que la oscuridad los había detectado porque todos los poderes se habían puesto en funcionamiento, Amber tenía la sospecha de que si los poderes eran "olvidados" la oscuridad no los rastrearía. En los símbolos, los poderes comienzan a aparecer a los 14 años. En ese momento, los más pequeños; Blake y Aurora, tenían apenas 14 años cuando tuvieron que enfrentarse con la oscuridad, y eso acabó con la vida de la pequeña Aurora. Pero en el caso de Amber, sus poderes aparecieron cuando ella tenía 19, ya que antes jamás se había enterado de que tenía poderes. Era como si el fuego dentro de ella estuviese dormido. Y si no lo despertabas, el no despertaría solo.
Avalor tenía una última sospecha acerca del miedo de su madre. No de lo que pudiese ocurrirle a él o sobre lo que había vivido ella. Pensaba que Amber tenía miedo de que Avalor se volviera demasiado poderoso para este mundo, que fuese descubierto y lo expusieran a todo tipo de controles científicos. O peor aún, que él se propusiera acabar con todo eso porque se sentiría amenazado. La sola idea le causo escalofríos al peliblanco.
Miró su mano blanca y huesuda un momento, se preguntó si sería capaz de dominar el fuego en su máximo potencial a tiempo. Pero en ese lugar no tenía donde entrenar, el barco era de madera, algo que podía incendiarse. Además de que no sabía cómo decirles que no sabía controlar el fuego. Básicamente porque él era la única esperanza de ellos, la única esperanza de Ailey, y no quería defraudarla. Ella se había visto tan feliz al verlo para ayudarla. Su sonrisa se había ensanchado y sus ojos desbordaban alegría y esperanza. Avalor quería ser esa esperanza para ella, porque se mostraba tan amable y dulce con él, que no podía ignorar eso. Además de que le gustaba verla sonreír, si Ailey sonreía, Avalor automáticamente también lo hacía. Era como si su belleza resaltara aún más cuando Ailey estaba feliz.
Tenía que hacerlo. Iba a hacerlo. Aprendería a usar sus poderes de fuego a la perfección y ayudaría a Ailey hasta donde pudiera. Lo haría por ella y todas las hadas del reino. No se acobardaría frente a la situación, era hijo de Amber Stone y Elijah Sellers, dos de los anteriores símbolos, y portaba con orgullo los poderes de sus padres. Quizás al volver, estuviese castigado de por vida, pero valía la pena, si con eso Ailey seguía sonriendo.
Sabía algunas cosas que podía hacer con el fuego porque su padre le había dicho. Sabía que podía lanzar lava, tener visión calórica, lanzar bolas de fuego y ondas de fuego. Y el poder máximo, era el espíritu de fuego azul. Cuando prácticamente, el símbolo de fuego tomaba el control sobre tu cuerpo y este se encendía en llamas azules hasta arder, dándote también la posibilidad de volar e incendiar una ciudad entera con solo un movimiento. Según Elijah, su madre había logrado esa técnica una vez que se enfrentó con él, y casi lo mata. Aparentemente, fue esa casi muerte, lo que hizo que Elijah comenzara a ver a Amber con otros ojos.
Algunos se enamoraban con flores y chocolates, y otros lo hacían al estar al borde de la muerte por enfrentarte a una chica que tenía el poder del fuego.
-Avalor- Dijo Ailey, chasqueando sus dedos delante del joven. Sacándolo de sus pensamientos.
-¿Uh?- Dijo el chico algo confundido.
-Te he preguntado si te sentías bien, tienes la mirada algo perdida ¿Estás mareado?-
-Me sentí un poco mal al principio. Pero ya estoy mejor. Supongo que es normal-
-Lo es- Dijo Ailey sentándose a su lado- La estabilidad de la tierra se pierde por completo al estar en el mar. Y eso nos desestabiliza a nosotros. Yo también me maree la primera vez que me subí a un barco-
-¿Ya has estado en un barco antes?- Preguntó Avalor con curiosidad.
-Si- Dijo Ailey sonriendo.
-¿Podrías contarme? Quiero conocer esa historia- Dijo realmente interesado.
Ailey asintió y comenzó a hablar de su primer encuentro con piratas en la otra dimensión.
Y allí estaba Avalor de nuevo, viajando por un nuevo mundo entre las palabras de Ailey. Le encantaba escucharla y saber más de su vida, de sus intereses y de su pasado. Ella contaba cada relato transmitiendo emoción, como si en su mente estuviese viviendo ese momento otra vez. Y Avalor era arrastrado junto con ella a ese recuerdo.
Tomo una bocanada de aire y dio un suspiro mientras sonreía y seguía escuchando lo que Ailey contaba.
Podía hacer eso toda la vida.
VOLVIIII
Les dije que volvia a mediados de diciembre y aqui me tienen, con un nuevo capitulo narrado desde el punto de vista de nuestro Avalor (A nordica_NAAG le gustara esto)
Bueno, ya no lloren por mi (ahre que nadie lloro por mi) que ya volvi y el domingo van a tener un nuevo capitulo (estuve pensando en muchisimas ideas para los proximos capitulos, y se acuerdan que les dije que me quedaban dos trucos bajo la manga? bueno, agregue uno mas *sonrisa malevola*) Porque me encanta hacerlos sufrir.Gracias a eso yo duermo tranquilita en la noche :3
Nada, los amo y los extrañe. Coman verduras, tomen awita y no lean cosas prohibidas por favor, piensen en la biblia (XD)
Luxmi fuera!
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Renacimiento
Fantasy"Es demasiado tarde. No podemos hacer nada, ahora todo depende de ustedes." (SEGUNDA TEMPORADA DE "LA SOMBRA BRILLANTE, ENCERRADA")