𝘙𝘪𝘷𝘢𝘭𝘴; oliver wood

Capitulo 04

-Ingrid POV-

        
— ¡Esto es tu culpa! —Exclamo enojada. Estaba caminando hacia la oficina del director para que me regañaran.  No iba a ser el primer Ravenclaw en diez años en recibir una detención.

— ¡Bueno, fue tu culpa por golpearme! —Tenía razón, pero no estaba dispuesta a admitirlo ante la persona que más odio.

— ¡Lo siento, pero no! ¡Esto es tu culpa porque si no fueras tan intolerante no te habría golpeado! —Hablé enojada. 

Oliver suspiró y se negó a responder porque no podía pensar en una respuesta.  Sonreí para mí mismo porque lo que dije era cierto.  Sabía que probablemente me culparían de todo esto ya que lo golpeé y tuve que admitir que se sentía bastante bien. 

Caminamos a la oficina de Dumbledore en silencio desde ese momento y esperamos en la entrada a que Dumbledore nos dejara entrar a su oficina.  Tragué saliva bastante fuerte y me di cuenta de que mis palmas estaban sudorosas.  Oliver dejó escapar una risa baja, riéndose de mi nerviosismo.

De repente, la gárgola se hizo a un lado y nos dejó entrar.  Arrastré los pies torpemente yendo detrás de Oliver, quien entró casualmente.  Dumbledore estaba sentado en su escritorio acariciando pensativamente sus Phoenix Fawkes.  Una vez más comencé a sudar rápidamente.

— Ahora voy a tratar de explicar mi sorpresa de que dos de mis mejores estudiantes estén en mi oficina por mal comportamiento —dijo Dumbledore apartando los ojos de Fawkes por un breve segundo. 

— ¡Lo siento mucho, profesor Dumbledore! —Tartamudeé incontrolablemente. 

— Todo lo que voy a decir es que me dio un puñetazo en la cara —dijo Oliver claramente. 

— Ahora, estoy a favor del feminismo, pero señorita Ferguson, ¿por qué le pegó al señor Wood en la cara? —Preguntó Dumbledore. 

— ¡Irrumpió en mis pruebas, insultó a mis jugadores y me insultó a mí! —Le expliqué molesta.

El profesor Dumbledore me miró con interés. 

— ¡Oye, también insultaste a mis jugadores!—Oliver exclamó enojado. 

— ¡Pero lo hiciste primero! —Yo le respondí. 

— ¡Tranquilos! —Gritó Dumbledore. 

Ambos lo miramos, el miedo se muestra claramente en nuestros ojos.  Nos miró y su rostro mostró una sonrisa arrugada. 

— Bien, ahora que tengo la atención de los dos, ¡puedo colocar sus castigos! —Dumbledore habló con calma. 

Ambos lo miramos con respeto mientras él estaba sentado reflexionando sobre su decisión de nuestro castigo. 

— ¡Ah, sí que bastará! —Habló para sí mismo. 

— Bien, la sala de trofeos está un poco polvorienta. ¡Ambos estarán limpiando y puliendo todo allí! —Nos miró con un sentido de autoridad. 

— Sí, profesor. ¿Qué fecha? —Yo pregunté. 

— Tendrán que usar el poder del trabajo en equipo para limpiarlos todos juntos mañana a las siete —Él sonrió positivamente.  Ambos hicimos una mueca. 

— ¡Sí señor! —Ambos dijimos al unísono. 

— ¡En ese momento, vayan a la cama! —Él sonrió. 

Ambos salimos sin decirnos una palabra.  Caminé hasta la sala común de Ravenclaw y gruñí al recordar que tenía que responder un acertijo para entrar. Esperé en la aldaba de bronce para que me diera el acertijo:

— Corro por un campo largo que no crece, no cosecha, ni árbol.  atrapado me desgarro con muchos dientes hasta que libre nunca muerdo, nunca como, no tengo ojo dime entonces, ¿qué soy yo?— Este fue bastante fácil en mi opinión.  Era un peine como tenía dientes y pasaba por el pelo.  Reflexioné por un segundo antes de responder. 

— Un peine —dije claramente. 

— ¡Correcto! —La puerta se abrió para revelar a todo el equipo de Quidditch mirándome.  Me palme la cara mentalmente, por supuesto, querrían saber qué pasó con Wood. Los miré e hice una mueca mostrándoles que no estaba bien. 

— ¡Ese idiota baboso me culpó de todo! —Les digo.  — Pero él tampoco salió del castigo—

— Bueno, ¿cuál fue tu castigo entonces? —Una de las hermanas Wong preguntó. 

— Mañana tengo que limpiar toda la sala de trofeos con ese payaso —gruñí. 

Todos me miraron con incredulidad. 

— Ingrid, eso no es tan malo —me dijo Allison.

No puedo creerlos, pasar al menos una hora con ese sapo es suficiente para hacerme vomitar.  ¿Cómo se supone que voy a pasar posiblemente veinticuatro horas con este chico?

— ¡Deberías alegrarte de no haber sido expulsada! —Sydney exclamó. 

Eso era cierto.  Lo que hice fue increíblemente estúpido, pero para ser justos, se lo merecía. 

— Voy a ser absolutamente honesto. ¡No puedo esperar a que nos cuentes lo que pasó mañana! —Finn exclamó emocionado. 

Lo miré y asentí, definitivamente iba a ser un día interesante.  Especialmente cuando era el partido de Gryffindor Vs Slytherin.