𝚂𝚘𝚢 𝚃ú 𝙲𝚘𝚋𝚊𝚛𝚍𝚎 {𝘾𝙞𝙣𝙘𝙤 𝙔 𝙏𝙪} ¿Cancelada?

Temp 02 ~11~

Narrador Ocho Hargreeves:

A la mañana siguiente ya estaba lista para irme a lo que era la matanza, me vestir con un top negro y una falda corta del mismo color, me puse mis botas militares y abrí el maletín.

Me llevo a lo que se suponía que era... El lugar ¿no? Esto parecía una fiesta o algo parecido, escondí el maletín, no estaba al alcance de nadie así que me fui tranquila a dentro del lugar.

Cuando estrés me petrifique en el lugar, estaba viendo a Cinco hablar con una señora obesa.

Ande casual intentado que no me viera, vi una máquina expendedora y fui hacia ella. Un hombre pasaba al lado mio y como no tenía dinero le robe un poco.

Me pare donde la máquina y mire todo lo que había, vi una chocolatina que ya no vendían, metí el dinero justo y le di a los botones correctos.

Vi como se movían los muelles para darme la chocolatina pero se paro y no salió nada de ella, volví a darle a los botones y más botones.

Vi por el rabillo del ojo como cinco estaba a unos metros de mi mirándome, me importó madres, yo quería mi chocolatina.

Volvía darle a los botones pero nada, le di algún golpe pero tampoco paso nada, me desespere y lo empeze a mover con mi fuerza, nada se caía, al final le di una patada que lo rompió.

-¿¡Ahora te caes no chocolatina!?- grite.

Me arregle el top y me limpie la falda y seguí adelante como si nada hubiera pasado.

Vi las puertas que tenía que pasar y matar a esas personas de la Comisión.

Vi una tarta pase dos dedos por encima y los chupe, vi un hacha, la cogí y me di la vuelta sabiendo quien tenía atrás.

El elevó una ceja, le tire el hacha y el la cogió en el aire. Yo cogí el cuchillo de la tarta que tenía el filo de Sierra y era muy largo. Sonreí mirando a Cinco.

-¿Lista? - me pregunto.

-Siempre mi cobarde- respondí, pude ver cómo se sonrrojaba un poco y me adelante.

Cruze un pasillo corto y entre a una habitación con Cinco detrás. Todos nos miraron con asombró.

-¡Los mejores asesinos! - grito uno de ellos.

-¡Llama a seguridad! - grito el cara pez, nunca me aprendí su nombre.

Cinco se transportó a donde la mujer y le cortó la mano, no se como pero eso también la mató, extraño pero cierto.

Vi como uno intentaba sacar un arma y los que estaban a su lado también, me transporte a donde ellos y al del medio le este el cuello, al de la izquierda le atravesé en pecho desde atrás de la silla y al de la derecha le Corte la cabeza.

Cinco también estaba atacando y yo me subi a la mesa para poder atacar y tirar el cuchillo mejor.

Hice una pirueta sin manos al ver que alguien me disparan, esquive la bala por la pirueta y al hacerla le lanze el cuchillo clavandoselo en la Yugular.

Con mi telequinesis el cuchillo volo hacia mi y le Corte la cabeza a una mujer.

Cuando estaba donde cara pez, insisto que nunca me aprendí su nombre, le hiba a evaporar el agua pero Cinco me empujo para evitarlo.

-Hey! - el solo me ignoro y el quiso darle con el hacha pero una mujer lo empujo a el también.

-Pagarás la máquina! - grito la mujer.

-Yo no la rompí- oi como le decía cinco intentando soltarse de ella.

Corrí detrás de cara pez y me transporte delante de él, el se arrodilló y empezó a suplicar. No le hice caso y alze mi mano para poder evaporar el agua.

Pero alguien me clavo algo en el pecho, mire mi pecho y estaba el hacha que estaba utilizando Cinco hace unos segundos.

Estaba delante mio empuñando el hacha, mis ojos se cristalizaron sin poder evitarlo al ver esta escena, el hombre al que amo casi me mata.

Agarre el hacha y lo saque de mi pecho sin perder contacto visual con Cinco.

Mi pecho sangraba pero se estaba curando y no dolía tanto como mis sentimientos en estos momentos.

-No puedo dejar que lo mates.. - me dijo en un susurros Cinco.

Negué con la cabeza cuando mis lágrimas empezado  a caer.

-No me puedo creer que me enamorara de ti-

Hui de allí, al fin y al cabo ya había cumplido con mi parte del plan, matar.

Salí de allí lo más rápido que pude, cogí el maletín y lo abrí llendome a la época donde estaba horas atrás.

Me llevo a mi casa y me tumbe en mi cama llorando mientras mi herida se curaba