Temp 02 ~15~

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Antes de empezar tengo que decir he empezado a escribir una nueva historia de la Academia Sparrow, tal vez os guste.
Ahora disfruta de la lectura.

(La foto es el traje de Ocho)
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Me desperté con la peor resaca de todas, ayer bebí demasiado para olvidarme de todo y no sirvió de mucho. Esta mierda de poderes hacen que recuerde hasta el más mínimo detalle.

No tuve más remedio que levantarme de la cama con la mano en la cabeza del dolor. Baje por las escaleras hasta la cocina, donde estaba Dylan haciendo el desayuno.

—¿Resaca?

—De campeonato.

No dude en sonreír cuando me puso el plato de bacon con huevos y un zumo de frambuesa en frente de mi. Además de eso me puso al lado unas pastillas.

—Sabía que esto pasaría, así que las compre para ti. — me sonrió.

—Joder, como te quiero idiota.

—Y yo a ti vieja.

Espera... ¿Que?

¿Me ha llamado vieja por la puta cara? 

Creo que mi mirada lo decía todo, ya que rápidamente se arrepintió y lo retiro. No quería sangre.

—Oye Ocho— levante la mirada cuando me llamó lavando su plato —¿Hoy tendremos entrenamiento? — pregunto nervioso.

—Claro, no te libras. — rei bajo cuando lo dijo, nunca se libra de los entrenamientos.

—¡Pero ayer fue mi cumpleaños! — grito como un niño pequeño.

—¿Y?

—¡No me diste ningún regalo, al menos eso de regalo! — algo sonó en mi cabeza, como si me acordara de algo y subi corriendo a mi habitación, con la mirada confusa de Dylan en mi espalda.

Busqué debajo de mi cama y saqué la caja envuelta. Se lo iba a dar cuando volviéramos, porque supuestamente iba a estar sobria.

Baje también corriendo con la caja en las manos.

—¡Claro que tengo un regalo!

Lo puse encima de la mesa de la cocina con una sonrisa de orgullo mientras miraba a Dylan. Él en cambio, estaba con una mueca de asombro al ver el gran regalo que estaba encima de la mesa.

—Increíble ¿verdad?

—Es enorme Ocho.

—Bueno, pues lo abres será más pequeño.

—Ocho... No se que es, pero soy de detalles pequeños.

—Pues te jodes, lo abres y lo utilizas. — cuando Dylan iba a replicar le lancé una mirada asesina y no dudó en cambiar su cara a una de emoción.

Mientras desenvolvía la caja recordé varios cumpleaños que tuve en la Academia, después de que se fuera cinco, no tuve ninguno más.

—Esto... Ocho... Tiene que ser carísimo.

—Pues no.

—¿Qué no? Incluso te ha tenido que costar encontrarlo.

—No, lo único que ha costado es hacerlo.

—Me estás diciendo que...

—Lo he hecho yo misma.

—No jodas.

Metió las manos en la caja para sacar el traje de súper héroe que le hice hace unas semanas. Un día entre a si habitación y encontré un cuaderno con recortes de un traje de súper héroe hecho por el mismo.

𝚂𝚘𝚢 𝚃ú 𝙲𝚘𝚋𝚊𝚛𝚍𝚎 {𝘾𝙞𝙣𝙘𝙤 𝙔 𝙏𝙪} ¿Cancelada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora