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-¿No vas a levantarte de la cama? -Camila interrumpió en mi pieza abriendo las ventanas para molestarme como tanto le gustaba hacer.

-No. -Dije sin levantar mi cara de la almohada.

-No puedo creer, te saqué de una depresión para meterte a otra.

-No estoy deprimida. -Me quejé, pero mi aspecto decía lo contrario.

-En vez de estar triste porque se fue, deberías estar feliz porque saliste con él. -Me regaño Camila intentando mejorar mi ánimo, pero sinceramente solo lo estaba empeorando.

-¡Me besó Camila! -Me volteé para mirar su reacción y vi sus ojos abiertos como platos tal y como me lo esperaba.

-¡Con más razón aún! ¿Sabes cuántas chicas mueren por eso?

-Pero luego salió corriendo. -Volteé los ojos intentando no quebrar mi voz. -Me besó y se fue, sin decir nada.

-Bueno... -Camila se movió incómoda tratando de encontrar las palabras de consuelo perfectas.

-Lo arruiné todo, estábamos empezando a ser buenos amigos y yo lo asusté.

-¡Hey! Puede ser que hayan salido mal las cosas pero no fue tu culpa ¿me entiendes? -Dijo Camila poniéndose firme otra vez. -Harry es un estúpido para dejarte así y además él fue el que te besó primero.

Me reí levemente pero solamente del hecho de que mi hermana acababa de decir las palabras "Harry" y "estúpido" en la misma oración.

-¿Sabes qué? Tienes razón. -Me senté sobre mi cama y mi hermana me miró con una sonrisa orgullosa. -A la mierda Harry Styles.

-Estoy contigo. -Agregó Camila.

-Soy genial y él se lo pierde.

-Eso es cierto.

-¿Qué pensó? ¿Que brincaría de emoción porque me besó y estaría bien con eso?

-Es un idiota.

-No sé que tan seguido haga esto con las chicas pero yo no soy como las demás, yo no... -Mi discurso fue interrumpido por una notificación de mi celular.

"2 mensajes nuevos de Harry Styles"

-¡Es Harry! -Me incorporé con emoción y empecé a  caminar rápidamente sin rumbo por mi habitación.

-¡Qué! ¡¿Te volvió a escribir?! ¡Déjame ver! -Saltó Camila aún con más emoción que yo mientras me seguía por toda mi habitación tratando de leer la pantalla de mi celular.

-¡No! -Dije casi gritando y alejando mi teléfono de la vista de mi hermana. Vi su cara de indignación ante mi respuesta y entonces le respondí más calmada. -Es privado.

-Como sea, no tiene caso. -Murmuró para sí misma y salió enojada de mi habitación.

"Hey"

¿Hey? ¿Sólo eso? ¿Qué carajos significaba eso?

"¿Está todo bien?"

Respondí el mensaje intentando sonar lo más enojada posible.

Me volví a acomodar en mi cama y me mordí el labio inferior con nerviosismo, y todo por un mensaje. Me sentía estúpida.

Mi teléfono sonó y mi corazón dio un salto de susto. No estaba esperando que me llamara.

-¿Hola? -Contesté y traté de hablar con la voz más normal posible.

-Buenos días. -Dijo con un tono normal, ¡normal! Como si nada hubiera sucedido.

-Igualmente. -Fui cortante.

-Joey... -Empezó a cambiar su tono de voz y ya pude escuchar en mi cabeza lo que venía después, así que lo interrumpí para ahorrarle saliva.

-Harry, no te preocupes, entiendo perfectamente. -Un silencio algo incómodo se produjo por unos segundos hasta que volví a romper el hielo. -No tuvo importancia, no tienes que explicarme nada.

-Joey... -Volvió a hablar y por alguna razón mis mejillas se tiñeron de rosa al escuchar su voz ronca decir mi nombre por segunda vez. -No es eso.

-¿Ah no? -Respondí rápidamente confundida.

-No. Bueno... No del todo. -Fruncí el ceño y esperé en silencio del otro lado del teléfono a que él dijera lo que tenía para decirme. -Verás, si la gente se entera que besé a una chica en un bar en Miami lo que dirán de mí no serán cosas muy lindas, así que...

-No hables más. -Lo volví a interrumpir cuando descubrí a dónde estaba yendo. -¿Me estás queriendo pedir que no le cuente a nadie que salí a recorrer la Little Havana con Harry Styles?

-Sí, bueno... prácticamente sí. -Dijo entre tartamudeos.

-No te preocupes Harry, no planeaba hacerlo. -Solté una sonrisa irónica. Estaba enojada. -Si quieres también borro tu número así te aseguras de que no lo difunda por todo el mundo.

-Joey, no era eso lo que...

-Si lo piensas, al hacer eso también te aseguras de que jamás vuelva a hablarte y podrás hacer simplemente como que jamás me conociste.

-¡Joey!

-¡Y deja de decir mi nombre! -Grité. Y a continuación el silencio incómodo volvió a nuestra conversación.

-¿Porqué? -Dijo después de unos segundos con su voz seductora. ¿Cómo que porqué? ¡Porque su voz me volvía loca! No podía decirle eso.

-Adiós Harry, un placer conocerte. -Mi orgullo seguía intacto y reuní todas las fuerzas que me quedaban para cortar la llamada.

Entré en mi lista de contactos y bajé directo hasta la H, pero no fui lo suficientemente fuerte para borrar su número.

Lancé mi teléfono con rabia hasta que llegó al pie de mi cama y me quedé mirándolo en silencio por unos segundos.

Una lágrima recorrió mi rostro.

She [H.S.] (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora