She [H.S.] (Español)

24

Llegué al estudio de ballet 4 horas antes de lo necesario. Necesitaba calentar, practicar, recordar cosas, pulir mi técnica oxidada y muchas cosas más. No sé en qué estaba pensando cuando acepté. La danza no era una disciplina fácil, requería de mucho ensayo para alcanzar la perfección y yo ya había perdido esa perfección hace muchos años.

Me pasé toda la tarde trabajando en mí y luego me uní al resto de los bailarines del ballet para comenzar el ensayo.

Nos dejaron salir a las diez de la noche. Consideré quedarme a ensayar más pero estaba demasiado cansada. Había sido demasiado trabajo de golpe en un día.

Harry me había dicho que me buscaría, pero salí a la calle y no lo veía por ningún lado. De pronto un apresurado Harry apareció corriendo frente a mí.

-Lo siento, pensé que sería buena idea venir caminando, pero tuve algunos retrasos en el camino.

-Déjame adivinar ¿fans?

-SÍ. -Admitió con el ceño fruncido.

-Descuida, acabo de terminar. ¿Nos vamos?

Caminamos en silencio al comienzo. Yo fingía mirar los edificios y las luces que nos rodeaban, pero aunque el ambiente era realmente sorprendente, no me podía concentrar en eso. Mi mente solo podía pensar en continuar exactamente en donde lo habíamos dejado esta mañana. En sus labios.

-¿Y qué tal el ensayo? -Preguntó pero solo lo había hecho para romper el silencio.

-Bien. -Quise decir más, pero sinceramente no tenía ganas de hablar de eso, no ahora.

-Que bien. -Dijo y volvimos a caminar en silencio.

-¿Qué hiciste hoy? -Pregunté ahora yo.

-Salí a caminar.

-Suena divertido. -En realidad no lo hacía pero no sabía qué responder.

Para alivio mío y creo que también de él, una chica apareció detrás nuestro y le pidió a Harry una foto. Él, como era de esperar, fue agradable con ella y aceptó. Yo me ofrecí a tomar la foto y la chica que no entendía mucho inglés parecía satisfecha.

-Eso llamará la atención y enseguida habrán más personas en el lugar, debemos apresurar el paso. -Dijo hablando despacio solo como para que yo lo escuchara.

Caminamos más rápido pero fue inútil, en minutos aparecieron más personas, la mayoría chicas,  pidiéndole fotografías y Harry no rechazaba ninguna.

Unas chicas posaron dándole besos en la mejilla y Harry sonrió travieso para la fotografía. Fruncí el ceño y me volteé a mirar hacia otro lado.

-¿Qué? -Me dijo una vez que volvimos a caminar solos.

-Nada, es solo... -Negué con la cabeza-. Olvídalo.

-Dime, no me gusta que se callen las cosas.

-Es que... eso fue incómodo.

-¿Las fotos?

-Las chicas. -Me sonrojé, por supuesto que lo hice.

-Solo son fans. -Replicó.

-Yo también lo soy.

-Pero una especial.

-Una a la que te tiras. ¡Qué especial me siento! -Solté sarcásticamente pero no dimensioné lo que había dicho hasta que el silencio incómodo nos invadió y Harry comenzó a reírse bajito.

-¡Harry! ¡Harry! -Comenzaron a llamarlo, pero Harry no se detuvo como lo había hecho anteriormente con las demás chicas, solo saludó con la mano y se volvió a voltear.

A continuación vi los reflejos de unos flashes que disparaban a mis espaldas. Tal vez para Harry eso era normal y no le llamó la atención pero yo me volteé sorprendida. Harry hizo lo mismo pero se puso serio y rápidamente volvió a voltearse.

-Adelántame y no te vuelvas a voltear-. Me ordenó inmediatamente en un tono tranquilo y bajo.

-¿Porqué?- Como siempre, yo era testaruda y no podía seguir una simple orden sin  protestar.

-Son paparazzis. No quieren fotos conmigo sino fotos mías sacadas de contexto.

Entendí inmediatamente a lo que se estaba refiriendo y obedecí.

No estábamos lejos, así que caminé hasta llegar al hotel y me metí a él sin mirar atrás ni una sola vez.

Me metí a mi habitación y me asomé al balcón para mirar a la calle. Identifiqué los flashes que seguían a un chico casi en la puerta del hotel y una vez que lo vi cruzar la puerta respiré aliviada.

Me pregunté qué ocurriría si se difundiera una foto mía con Harry. Eso sería una locura. A mí no me avergonzaba pero... ¿A Harry le molestaría?

El sonido de un portazo proveniente del pasillo me sacó de mis pensamientos. Harry entró a su habitación.

No vino junto a mí, eso significaba que quería estar solo.

Tome una ducha y me recosté un rato. Estaba agotada y mis ojos se cerraron automáticamente. Me quedé dormida.

El sonido de mi celular sonando me despertó. Era Camila llamando.

Antes de contestar me fijé en la hora, eran las 2 de la mañana. ¿Qué hacía Camila llamando a esa hora?

-¿Hola? -Hablé al teléfono adormilada.

-¿Tokio? ¿Enserio? Y ni siquiera me contaste-. No le conté a nadie que iba a viajar porque no sabía como explicar que iría a Japón con Harry Styles.

-Cómo...

-Y encima pensaste que no me iba a enterar-. Me interrumpió.

-Camila no entiendo nada y son las 2 A.M.

-Te vi en una foto-. Eso fue suficiente para que me despertara de una vez por todas.

-¡¿Qué foto?!

-Tranquila no se te ve la cara.

-Camila, qué foto.

-Te la pasó.

Abrí la foto que Camila me mando. Era una de esta noche cuando estábamos caminando con Harry. Y tenía razón, no se me veía la cara, sólo que estaba caminando junto a Harry.

-¿Como me reconociste?

-No lo hice, reconocí a mi camisa floreada que llevas puesta.

-Ups

-Ni siquiera noté que te la habías llevado.

-Me diste un susto ¿Sabes?

-Pero enserio, Tokio con Harry ¿Te volviste loca?

-Es una larga historia

-Ya veo

En eso vuelvo a escuchar un portazo desde el pasillo.

-Me encantaría contártela ahora pero realmente hay algo que tengo que hacer.

-Como digas, no te salvarás de mí hasta que sepa los detalles de cómo me convertí en la cuñada de Harry Styles.

-¡Camila! -La regañé

-Hablamos loca. -Se despidió entre risas.

Colgué la llamada y me levanté de mi cama. Me lavé la cara en el baño y me puse mis zapatos.

Harry seguía sin hablarme desde que llegamos al hotel. No sabía si ya había visto la foto.

Al parecer había salido y acababa de llegar, pero eso tampoco me avisó ¿Le ocurría algo?

Necesitaba hablar con él. Y eso iba a hacer.