Última noche, y no sé porqué, lo único que quería desde que Harry se fue, era irme también.
Debería estar emocionada, debería estar agradecida, debería estar feliz por volver a bailar aunque sea la última vez, pero algo me faltaba.
La música terminó, los aplausos se escucharon, los telones se fueron cerrando, y una vez que las luces tras bastidores se volvieron tenues, volví a respirar con tranquilidad otra vez.
Caminé sola por los pasillos, buscando la mirada a alguien que no estaba, esperando algo que no iba a suceder, y aunque estaba muy consciente de que él no iba a llegar, una gota de esperanza e ilusión seguía esperando que sí lo hiciera.
Llegué al hotel y mis cosas ya estaban empacadas, me bañé, me cambié y corrí al lobby del hotel donde un chofer ya me estaba esperando con todas mis maletas.
Directo al aeropuerto, como si estuviera huyendo de Tokio, como si quisiera salir lo más rápido de esa ciudad donde todo era recuerdos de alguien que ni siquiera sabía si volvería a ver.
Y tuve ese sentimiento en el pecho hasta que el avión aterrizó en el aeropuerto de Los Ángeles. Todo volvía a ser como antes, todo cambiaba de color otra vez para mis ojos, como si haberlo conocido fue solo un sueño, volví a ser una persona normal.
Empujé mi maleta por la puerta corrediza y comencé a buscar con la vista a Angie que había prometido buscarme con la condición de que le contara cada detalle de todo, y vaya que había mucho que contarle.
No estaba adentro del aeropuerto, así que me dirigí a la puerta para ver si estaba afuera.
Pero apenas crucé por las puertas de vidrio del aeropuerto, unas luces me cegaron la visión.
-Que carajos- me quejé para mí misma mientras trataba de enfocar algo.
Las luces no se detenían, eran flashes, y no tenía ni la menor idea de qué estaba pasando.
Caminé hacia el frente a ciegas, hasta que dejé a las luces atrás.
-¡Joey!- escuché la voz de Angie gritándome y la ubiqué rápidamente con la vista.
-Sí es Joey, es la chica- exclamó uno de los que sostenía un cámara detrás mío.
Me apresuré a llegar al auto de Angie, y ella me ayudó con mis maletas.
-¡Joey! ¿Estás manteniendo una relación amorosa con Harry Styles?- me preguntó alguien que se me apareció en frente y entonces entendí que eran paparazzis.
-¿Qué?- exclamé sorprendida.
-Vamos Joey, no respondas nada- me dijo Angie y me empujó dentro del auto.
Angie arrancó y nos alejamos de ahí lo más rápido que pudimos.
-Qué rayos fue eso- dije lentamente.
-¿Ya miraste tu teléfono? Te dejé millones de mensajes.
-No, lo tengo apagado desde que salí de Tokio.
-Eso explica mucho.
-¿Qué está sucediendo?
-Creo que eso me lo tienes que explicar tú a mí.
-Pero...
-Mira tu teléfono.
No dije nada más y saqué lentamente el aparato de mi mochila.
Angie no estaba exagerando cuando me dijo que me había mandado millones de mensajes. Apenas encendí el internet, las notificaciones comenzaron a llegar sin parar. Parecía como si el mundo hubiera colapsado y yo no me di cuenta por tener el celular en modo avión.
No sabía por dónde empezar así que abrí el chat de Angie.
Eran fotos de mi y Harry en Tokio, una caminando por la ciudad, otras en el teatro después de la primera noche del ballet, y las más comprometedoras eran unas que nos habían tomado mientras hablábamos en el balcón del hotel.
-¿Dónde encontraste estas fotos?- pregunté espantada.
-¿Encontrar? No tuve ni siquiera que buscar, están por todos lados.
-Esto no es bueno.
Revisé las demás notificaciones y en cada red social que entraba me salían las mismas fotos.
-Pensé que nadie nos había tomado fotos.
-Joey, no te ofendas, pero pensé que eras un poco más inteligente, hiciste un viaje con Harry Styles, ¿Qué esperabas? De seguro si se iban al espacio también lo reconocían ahí.
-Esto no es bueno- volví a repetir. -No sé porqué, pero sé que no lo es.
-En Twitter hicieron un hilo con tus datos personales.
-¡Qué!
-Sí, también te lo mandé, está ahí- dijo indicándome con el dedo uno de sus mensajes.
-No quiero verlo- le dije de mal humor.
-Está bien, tranquila- volvió a poner sus ojos en el volante.
-Esto es un desastre, Harry me...- En ese momento me acordé de él.
Marqué su número lo más rápido que pude, pero no me contestaba, volví a intentar una vez más y cuando estaba a punto de darme por vencida, contestó.
-¿Joey?- El alivio que sentí al escuchar su voz de alguna forma hizo que me sintiera mejor.
-¡Harry!- exclamé emocionada.
-Lo siento, ahora estoy ocupado, te llamo luego.
-Pero...
-Adiós.
Y cortó.
-Ay no- Angie habló sacándome de mis pensamientos.
-Y ahora qué.
-Míralo tú misma- Angie señaló al frente y yo seguí su dedo con la mirada.
Habían unos tres hombres con cámaras esperando en la puerta de mi departamento.
-¿Enserio les parezco una buena noticia?
-No creo, pero eres un misterio, todos quieren saber de dónde saliste, porque todas quieren ser tú ahora mismo.
Angie estacionó en una esquina y nos quedamos las dos en silencio esperando que alguna diga algo.
-¿Quieres ir a mi departamento?- me preguntó y yo negué con la cabeza.
-Quiero dormir en mi cama, no se van a quedar ahí por siempre.
Bajé del auto y me despedí de Angie quién hizo lo mismo con una mirada apenada.
Respiré profundo y arrastré mi maleta con seguridad hasta llegar a la puerta. Los hombres rápidamente reaccionaron y comenzaron a hacer preguntas que ni siquiera me concentré en escuchar.
Entré lo más rápido que pude y corrí hasta llegar a mi pequeña habitación.
Estaba en Los Ángeles otra vez, en mi departamento de siempre, sola y sin nadie a quién llamar. Sí, todo había vuelto a ser como antes.
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She [H.S.] (Español)
FanficConocer a Harry Styles era el sueño de cualquiera y Joey no era la excepción. Pero lo que ella jamás pensó fue que el universo los cruzaría tantas veces, que podrían terminar enamorándose. #1 en Harry Styles #1 en Concierto