11. Justicia

221 18 22
                                    

- Pensé que era diferente. Se veía tan amable, la Alteza había puesto toda su confianza en usted.- Yoojung estaba frente al caldero que usaba con frecuencia para preparar sus medicinas en el palacio. - ¿Por qué lo hizo?-

- No hice nada.-

- ¿Qué le ha hecho mi hija para que incluso traslade su odio hacia mí?-

- Yena ya no me presta atención...-

- Esta equivocada, la Emperatriz la adora. La considera como una de sus personas más importantes.- Yoojung se le acercó y acarició su cabeza.

- No es así... ahora que Yuri está viviendo acá ni siquiera me dedica tiempo, se la pasa cuidándola...-

- Está tergiversando la realidad. No es así.-

-¡Qué sabes tú! ¡ESTAS MUERTA!-

Chaewon despertó agitada y sudando. Llevó su mano a la frente y la apretó con fuerza. No era la primera vez que soñaba con la ex curandera Imperial y mantenía una conversación con ella. Durante los últimos tres meses era común que al menos una vez a la semana tuviese ese tipo de sueño que la dejaba agotada de la exaltación.

Eran las tres de la mañana y temía volver a dormir, por lo que decidió ir a su lugar de calma, el lago. Le gustaba relajarse nadando, sin embargo, como ya estaban en otoño el clima no era el ideal para disfrutar de aquel hobbie y menos aún, a esas horas de la madrugada.

En la orilla del lago se podía observar el signo inequívoco de lo duro que había sido el verano, el agua había bajado su nivel y el muelle cada vez se adentraba menos hacia la masa azul. Varias cosechas habían muerto por la falta de agua, y cuando pensaron que el sol les daría tregua gracias a los monzones de verano, el pueblo de Wong se dio cuenta que incluso aquellas lluvias no llegaron. Si el invierno no era benévolo, en la próxima temporada de calor ya no serían solos los granos y vegetales los afectados, si no que el ganado también se vería en peligro.

Luego de respirar aire fresco y tranquilizar su mente, Chaewon se levantó de donde estaba y empezó a caminar en dirección a su habitación. En su recorrido, se encontró inesperadamente con Yena.

- ¿Qué haces despierta a esta hora?- La peligris preguntó en tono extrañado.

- Eso debería preguntar yo. ¿Acaso Yuri no te dejó dormir con ella?- Para ocultar su desánimo y humor por el sueño que tuvo, bromeó con su hermanastra.

- ¿Pero qué estás diciendo? Simplemente me quedé trabajando hasta tarde.-

- El otro día Seungkwan me comentó que lo has estado haciendo muy seguido. Tienes que cuidarte...- Pensó y suspiró antes de decir lo siguiente. – Si no Yuri te regañará...-

- Ya lo ha hecho. Pero tampoco es que tenga otra alternativa, ya sabes que la sequía ha estado dándonos problemas.- Yena se acercó y acarició fraternalmente el cabello de la pelicorta. – De todas formas agradezco que te preocupes por mí.- Le sonrió.

Chaewon elevó sus hombros y asintió levemente con la cabeza. Iba a marcharse, pero su hermanastra la detuvo.

- ¿Y tú? ¿No me vas a decir por qué estás despierta? ¿Tienes problemas para dormir?-

- Algo así...-

- ¿Quieres que le diga a Yuri que te revise?-

La pelinegra había comenzado a instruirse y a ahondar en los conocimientos que su madre le había dejado, por lo que no era raro que tomara un rol médico dentro del palacio.

Stuck with you  ~Yenyul/Yulyen~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora