7. No

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Nuevamente había llegado la fecha en que se debía firmar el decreto mensual de asignación de granos al pueblo de Wong. Ziyan se encontraba analizando la posibilidad de reducir el alimento entregado y guardar más en la reserva real, puesto que los oráculos estaban prediciendo un verano duro que podría traer sequía.

Mientras hacía cálculos en un papel, Yena ingresó a la oficina.

- Necesito que me des un reporte de cómo ha sido la asignación de granos en los últimos cinco años.- Dijo con voz autoritaria.

- Buenos días Alteza. Podría dárselo pero me tomará un poco de tiempo reunir esa información, cuando termine de alistar el decreto de este mes, lo haré.-

- Yo me encargo de eso.- La peligris estiró su mano con la intención de que el sabio Imperial le entregara su hoja de cálculos. – Solo preocúpate de traerme la información que te solicito.-

- Eeehmmm...- Ziyan frunció su entrecejo, le llamó la atención la actitud firme que estaba teniendo la chica. – No me falta mucho acá, permítame...-

- Estoy dando una orden.- Yena le cortó las palabras.

- Pero Alteza...-

- No me hagas repetirlo dos veces.-

Ocultando su desconcierto, el sabio Boo se levantó de su asiento, dejando el espacio disponible para que la Emperatriz se sentara y comenzara ella misma a evaluar el reparto de alimento.

- Antes de mediodía le traeré la información que me solicita.- Dijo entre dientes el hombre mayor.

- Perfecto, muchas gracias.- Respondió Yena con sus ojos puestos en los papeles de Ziyan. – Y si puedes antes, mejor aún.-

Dando pasos pesados, el consejero Imperial caminó por el pasillo hacia la sala de archivos, no le había parecido para nada agradable el cambio de actitud que la Emperatriz estaba teniendo.

Más tarde, Yena se dirigió a la habitación de Chaewon.

- ¡Achoó!- La pelicorta estornudó.

- Te dije que podías resfriarte en el lago.- La peligris movía su cabeza de un lado a otro.

- Los días anteriores no tuve problemas. De seguro tú me maldijiste.- De una mesa que estaba cerca de su cama, Chaewon tomó un pañuelo y se sonó. – Tienes que hacerte responsable.-

- Jaajajja ¿Y se puede saber cómo me hago responsable?- Yena dijo entre risas.

- Pues ayudándome a quitarlo.- La pelinaranja comenzó a desvestirse, pero fue detenida de inmediato por su hermanastra.

- ¡Qué estás haciendo!- Rápidamente, la mayor tomó una manta y la lanzó hacia la contraria.

- ¡Ay! Era broma.- Chaewon quitó la manta desde su cabeza y arregló su vestimenta. - ¡Achoó!-

- Veo que ni enferma se te acaban las ganas de molestarme.- Yena se acercó y se sentó en la cama junto a la pelicorta. Alzó la mano y la puso sobre la cabeza de Chaewon, la cual palmoteó protectora y fraternalmente. – Llamaré a Yoojung para que te prepare alguna medicina.-

- Solo quiero que tú me cuides.- La pelicorta hizo un pequeño puchero.

- Pero yo no sé nada de cuidados de enfermos. Necesitas tomar algo para tu gripe.-

Chaewon terminó por asentir y esperó pacientemente la llegada de la curandera Imperial, quien apareció en su habitación unos 20 minutos después de que Yena se había marchado.

Stuck with you  ~Yenyul/Yulyen~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora