4. Caída

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La aprobación de la asignación de granos, fue una de las labores de las que Yena tuvo que estar a cargo ante la ausencia del Emperador en la capital. En el Imperio, mensualmente se repartía la cuota de alimentos que correspondía al pueblo y a los nobles, lo cual variaba dependido de la producción del mes.

Antes de firmar el decreto de la actual asignación, la princesa frunció el ceño y miró a Ziyan.

- Pero este porcentaje es muy poco para los campesinos.-

- Es lo que siempre se les da.- El consejero respondía de forma indiferente. – Y de hecho, por la producción de este mes les correspondería menos, pero su padre fue generoso y les dará más alimentos por la celebración del acuerdo de paz.-

- ¿En serio?- Yena volvió a leer el papel que tenía al frente, pensando que se había equivocado en leer los porcentajes, pero no fue así. – Me sigue pareciendo muy poco. Es el pueblo el que está siempre trabajando de sol a sol para cultivar los granos que comemos.-

- ¿Y?- Ziyan elevó una ceja. – Ese es el deber que tienen.-

- Pero para los nobles es demasiado el porcentaje de alimentos. Nosotros no comemos tanto.-

- Lo que se nos asigna a nosotros es para dejar una parte en la reserva del Imperio. Necesitamos guardar comida para los tiempos de crisis.- La princesa continuaba leyendo una y otra vez el decreto. – Vamos Alteza, es así como debe ser. Gracias a esas precauciones es que logramos aguantar una guerra tan larga sin desabastecimiento.-

Aún sin estar completamente convencida, Yena terminó por firmar. Le costaba entender la explicación que le daba el sabio Boo, para ella seguía siendo un abuso para los campesinos y el pueblo en general.

Descansando de los días atareados que estaba teniendo, se encontró con Yoojung en uno de los jardines del palacio. Al advertir su presencia, la mujer de mediana edad se le acercó con el objetivo de darle un brebaje que había preparado.

- ¿Qué es esto?- La peligris preguntó con expresión de desagrado. El líquido que le era ofrecido era espeso y tenía una coloración verdosa.

- Es para reponer su energía, últimamente no ha tenido tiempo de descansar adecuadamente.-

Yena se mantuvo observándola, los rasgos de la curandera le recordaban fácilmente a Yuri, su verdadera y única fuente de energía.

- ¿Princesa?-

- Per... perdón... me desconcentré...-

- ¿No ve que necesita de esto?- La mayor señaló la medicina que había preparado.

- Lo que necesito es que me quiten al sabio Boo de encima.- La peligris suspiró pesadamente. – Está todo el día tras mío. Princesa haga esto, princesa haga aquello, Princesa creo que no tiene que hacer eso, bla bla bla.-

La heredera había comenzado a imitar la voz y los gestos del consejero Imperial, provocando la risa de Yoojung.

- Prin... princesa, por favor deténgase.- La mayor no podía parar de reír.

- ¿Acaso crees que lo estoy imitando mal?-

- Bueno... de hecho creo que le falta agregar arrogancia a su imitación.- Con esto dicho, ambas soltaron carcajadas. Las que tuvieron que acallar rápidamente cuando vieron que el blanco de sus burlas se acercaba a ellas.

- ¿Me perdí de algo?- Ziyan elevaba una ceja.

- No, de nada. Estábamos teniendo una conversación de mujeres.- Yena respondía de inmediato, dedicándole una mirada tosca.

Stuck with you  ~Yenyul/Yulyen~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora