Stuck with you ~Yenyul/Yulyen~

20. Veneno

Con las últimas noticias recibidas, una nueva preocupación llegó a la cabeza de Yuri respecto a Wonyoung, la ciudad no era segura y en cualquier momento los guerreros Tianshi atacarían sin piedad ni remordimientos.

Sabía que el palacio tampoco era una mejor opción, sin embargo, este al menos contaba con un sistema de murallas fortificadas que ayudarían a controlar mejor un inminente ataque de los nómades, lo cual le daba un motivo más para su decisión de adoptar a la niña del orfanato con la que tanto se había encariñado. Solo le faltaba hablar con Yena.

- ¿Si?- La Emperatriz tenía la mirada fija en unos mapas de Wong. Yuri entraba nerviosa a la habitación

- ¿Podemos hablar?-

- Te escucho.- Yena continuaba analizando los caminos que conectaban la capital con el resto de ciudades del Imperio.

- ¿Me puedes dar tu atención?-

Al percatarse a qué se estaba refiriendo, la mayor hizo un gesto con la mano para que los guardias se retirasen a la vez que guardaba el mapa que estaba revisando.

- Dime bebé.- La peligris caminó hasta la zona delantera de la mesa y se apoyó en ésta. Yuri se derritió por dentro al ver que la contraria tenía todos sus sentidos puestos en ella, nunca dejaría de sorprenderse de lo débil que se volvía con cada una de sus acciones.

Yena notó que la menor se demoraba en hablar, por lo que estiró su brazo para tomarla suavemente por la cintura y atraerla hacia ella. Ladeó la cabeza esperando su reacción.

- Per... perdón.- La pelinegra volvía en sí y besaba a Yena.

- ¿Era esto lo que querías?- La mayor rio. – Me gusta lo mimada que eres a veces.- Empezó a dejar suaves besos por el cuello y la clavícula ajena.

Yuri estaba empezando a dejarse llevar por las caricias, hasta que recordó su objetivo principal. Ya habría tiempo para los mimos entre ellas, ahora necesitaba resolver el asunto importante que la aquejaba.

- Ye... Yena, espera.- La menor la alejaba unos centímetros.

- ¿Quieres ir a otro lugar?- La peligris esbozó una sonrisa coqueta.

- No, no me refiero a eso... al menos no a eso ahora...- Un rubor apareció en las mejillas de Yuri, sacudió la cabeza y se obligó a continuar. – Venía por otra razón.- Yena ladeó la cabeza y simplemente dejó que siguiera hablando. – Eemmm... sabemos que la ciudad será peligrosa con los Tianshi atacando...-

- Intentaré hacer todo lo posible para detenerlos antes de que ingresen.-

- Pero más allá de eso...-

- ¿Bebé?- La mayor se encontraba totalmente perdida con las palabras de Yuri.

- Pensaba en Wonyoung... Perdió a su familia cuando los rebeldes ayudaron por primera vez a los Tianshi e incendiaron el campamento y las ciudades del norte...-

- Debió pasar por momentos difíciles, sobre todo porque es apenas una niña.-

- Si...no me gustaría que volviera a ver nuevamente lo mismo...- Yuri entrelazó sus manos con las de su novia y comenzó a acariciarlas con su pulgar. - ¿Podemos traerla con nosotras? Estará mucho más segura en el palacio. Es una buena niña, podríamos adoptarla...-

Yena elevó una ceja a la vez que se deshizo del agarre contrario.

- No puedo aceptar eso.- Dijo en seco. – Estoy demasiado ocupada como para encargarme de una niña.-

- Pero Yena, yo puedo cuidarla mientras tu trabajas.- Se notaba un dejo de decepción en la voz de Yuri.

- No.- Insistía la peligris. – Bebé, entiende por favor. Fíjate en el contexto en que estamos. ¿Crees que sería prudente traer a alguien más dentro del palacio y que además tengamos que estar pendiente de ella?-