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Jimin metió el último bocado de comida en su boca antes de apoyar la cabeza en su brazo, cerrando los ojos, como si levantar los palillos todas esas veces hubiese sido la mayor de las batallas. 

Frente a él, Yoongi ya estaba lavando y limpiando la loza que ocuparon para comer. El alfa lo había dejado en la isla para que se terminara su plato y, como siempre, no se pudo aguantar ni cinco minutos viendo la vajilla sin lavar. Jimin solo no insistió en que se quedara acompañándole porque, uno, todo el sueño estaba cayendo en él otra vez, y dos, Yoongi siempre parecía complacido una vez tenía todo limpio (y a Jimin le parecía adorable).

—Ahh, no son ni las seis —se quejó Jimin, revisando la pantalla de su celular con la mejilla todavía aplastada en el brazo—. Siento que me voy a marchitaaaar. Estoy tan cansado, alfa, pero si me voy a dormir ahora terminaré despertando a las dos de la madrugada.

—Quizá no debiste quedarte despierto hasta tan tarde. 

—¡No es que haya querido! —Recordó la noche pasada—. Ya estoy en la ciudad, y todavía no acepto que hayamos tenido que abandonar Saint Gabriel. 

Jimin suspiró, acomodándose sobre sus brazos. 

—Te acostumbrarás a decirle adiós —le aseguró el alfa, girándose y apoyándose en el lavavajillas mientras se secaba las manos con un paño gris—. Porque después te acostumbrarás a visitar seguido. 

Sin levantar la cabeza, Jimin entrecerró los ojos. —¿Qué tan seguido?

—El cumpleaños de Nani es en unas semanas. Y luego tenemos el cumpleaños de Rick, en Junio. Y otras visitas que también podremos hacer entremedio. 

Jimin sonrió, y prosiguió a bostezar. 

Ni siquiera era la falta de sueño la que le estaba afectando tanto. Jimin sabía que el sexo lo tuvo que haber dejado en la cama el resto del día. Sin mencionar que luego de eso había tomado el baño de agua caliente más relajante de la existencia de los baños calientes. Si estaba todavía luchando por mantenerse despierto era porque no quería que Yoongi pensara demasiado en el asunto de su aroma. Su lobo no lo dejaría dormir hasta que se asegurara que su alfa estuviera tranquilo. 

—¿Listo? —Yoongi le pidió el plato con la mano extendida. Jimin se lo entregó—. Si quieres, ve a dormir. Tengo que quedarme trabajando, de todas maneras. 

Jimin se irguió en el asiento con mala cara.

—Iré a cambiarme de ropa —le dijo con tono de regaño—. Bajaré en cinco minutos, iremos por ese café, y volveremos para acurrucarnos en el sofá. 

—Tengo que trabajar —repitió. 

—Cierto —Asintió, poniéndose de pie—. Entonces iremos por ese café, y volveremos para que tú trabajes y yo me acurruque en el sofá. 

Con la mirada en el agua, Yoongi exhaló. —Está bien. 

Con su maleta abierta en mitad del dormitorio, Jimin tardó un poco menos de cinco minutos en ponerse algo que le abrigara. Usó sus pantalones y calcetas gruesas, sus botines y la chaqueta que llevaba usando cada día durante la última semana. Cuando volvió al primer piso, se terminó de acomodar el cabello bajo un gorro negro y le ofreció a Yoongi la bufanda que había dejado sobre el mueble al llegar. El alfa la miró con hombros caídos. 

Jimin suspiró.

—Alfa —murmuró—, ¿no quieres confirmar que estarás completamente bien hoy mismo? ¿Sin tener que pensar más de la cuenta durante la noche? 

—Qué tal si enloquezco —El alfa le murmuró de vuelta, sin mirarle a la cara, como si la situación fuera vergonzosa—. Qué tal si descubrimos que no puedo volver a marcarte... ¿No podemos fingir que somos una pareja normal por el resto del día, al menos?

Want you to love me || YM ||  ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora