❦ 55 ❦

14.8K 1.5K 1K
                                    

El chorro de agua chocaba contra el piso de la enorme ducha. Jimin se quejó al pisar su ropa interior y por poco resbalarse. La empujó a algún rincón con el pie para que no volviera a interrumpir. 

La potencia de la ducha sobre su cabeza apenas le permitía ver, pero lo sentía todo. El agua chocando en sus hombros, ríos cayendo por su espalda, Yoongi besándolo profundamente.

Tras la desesperada insistencia de la lengua de su alfa, Jimin terminó ahogando un gemido en su boca. Sus dedos se enterraron en los hombros de Yoongi, de donde llevaba sujetándose desde hacía un minuto. Sentía los latidos de su corazón pesados en su pecho, lleno de una mezcla de frustración sexual acumulada y adrenalina. Sus cuerpos enredados estaban sofocándolos en una bruma de excitación. Cada toque era rápido, sin orden, brusco. 

Jimin emitió un gemido en alto al tenerlo de vuelta en su cuello, mordiendo y chupando sin preocuparse de cómo luciría luego. El agua comenzó a chocar sobre la espalda de Yoongi y Jimin al fin pudo abrir los ojos. 

—Espero que estés muy orgulloso —jadeó él, sintiendo su respiración temblorosa.

Yoongi alcanzó su oreja al instante. Sus manos soltaron su trasero para tomar su cintura de prisionera y obligarlo a acomodar uno de sus muslos sobre su cadera.

—Lo estoy —aseguró Yoongi, y Jimin le vio con cejas fruncidas. Su alfa le estaba viendo con una sonrisa socarrona—. Te rompiste primero.

Jimin gruñó, enterrando las uñas en sus hombros, como si hubiese querido sacudirlo.

—¡Tú te rompiste primero!

Seis días dentro de su estadía en la mansión Min, y ese juego del que se habían propuesto no hacer trampa los dejó al borde del precipicio de los cachondos. Era difícil el solo hecho de que estuvieran en abstinencia mientras seguían en la presencia del otro, que ambos se hubiesen estado provocando por todo medio posible volvió la situación en la que estaban simplemente inevitable. Los había empujado a un límite de frustración que ni siquiera sabía que tenían. 

Un límite que les llegó a ambos cuando Yoongi lo acorraló contra el lavamanos para besarlo como si le hubiese querido devorar por completo. Había dejado a Jimin tan mareado (y Yoongi había quedado tan caliente) que decidieron no atrasarlo más. 

Jimin decidió tomar a Yoongi y meterlo a la ducha con él. 

—Esa solo fue una estrategia —se excusó Yoongi, riéndose e intentando devolverse a su boca mientras se presionaba en su entrada.

—Cállate —gimió, ahogando un gemido incluso más largo al ser empujado contra la pared y al fin ser llenado—. E-Estoy tan enojado c-contigo... Ngh~

Yoongi dejó que Jimin escuchara el satisfecho gruñido vibrando en su pecho, inclinándose para alcanzar su cuello. Jimin soltó un gemido agudo, rasguñándole los hombros mientras Yoongi enterraba los dedos en su trasero y al fin comenzaba a embestirle.

—Lo que digas, omega.

Jimin se sostuvo de los hombros de Yoongi con desesperación, rasguñándole mientras se concentraba en no dejarse caer. Se sostuvo de los brazos de Yoongi, reteniendo un llanto de gusto. Sus lenguas y labios se buscaban en el desorden, gruñendo y jadeando sin encontrar ni un solo momento de calma. 

El agua seguía chocando contra la espalda de Yoongi, y ahogaba los ruidos que salían de ellos. 

Jimin se estremeció con una sonrisa borracha y enterró los dedos en sus hombros antes de sentir que Yoongi comenzaba a acelerar su ya desesperado vaivén. Su alfa soltó un gemido ronco contra su piel húmeda, su agarre en su cintura y muslo haciéndose cada vez menos cuidadosos. Lo dejaron gimoteando en un inestable temblor.

Want you to love me || YM ||  ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora