Want you to love me || YM || ~Mila

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—No quiero decirte —murmuró Yoongi, con la mirada fija en su plato a medio comer y sin soltar la mano que descansaba sobre la suya—, sé que te vas a reír de mí. 

—No me voy a reír de ti. 

Jimin estaba disfrutando su cena con una sonrisa reprimida. Sus dedos jugando sobre la mano que descansaba en medio de la mesa.

—Ya te estás riendo. 

—Sí, pero es porque estás hablando de risas. Entonces me da risa.

—¿Solo tengo que decir risa para que te rías?

—¡Es que toda la situación es divertida! —Jimin se intentó excusar, llevándose el dorso de la mano libre a los labios para ocultar su expresión—. En especial que te de tanta vergüenza decir lo que ya sé que vas a decir —Después fue por su copa—. También debe ser el vino. 

—Si sabes lo que diré, ¿por qué quieres que te lo diga?

—Para confirmarlo. 

Yoongi pasó el pulgar por sus nudillos como un acto instintivo, casi no parecía darse cuenta de las pequeñas muestras cariñosas.

—Que no quiera ir a un Meredet cada vez que quiera comer en un restaurante es porque la atención me abruma. Que todo el personal me conozca me hace sentir observado. En otros restaurantes es...

—Igual.

—No es igual —reclamó, mientras Jimin se reía—. No me atienden como si por cualquier cosa les fuera a despedir, y no están constantemente mirando mi mesa en caso de que se me de por levantar la mano y esperar a que alguien venga antes de chasquear los dedos.

—Ah, sí. Es que es difícil lidiar con tanta fama —Yoongi rodó los ojos y continuó comiendo, ignorando la risa reprimida de Jimin—. No me imagino lo duro que es vivir siendo una figura pública. 

Yoongi negó con la cabeza, sin poder evitar que una sonrisa creciera en su rostro, más por escuchar a Jimin intentando reprimir su risa que por la mala calidad de sarcasmo que le dedicaba.

—Sabía que te burlarías de mí.

Jimin se cubría la boca con el dorso de la mano. —En mi defensa —exclamó entre risitas—, no lo hubiera hecho si no me hubieras dado la idea.

—Pasemos de tema. ¿Qué es lo que querías contarme?

—Ah, sí —Jimin juntó sus manos en su regazo y alzó el mentón, sonriente y orgulloso—. Todo este último semestre he estado trabajando en un ensayo sobre interacciones moleculares en sistemas biológicos y el papel de las enzimas en la regulación de las vías metabólicas. Lo presenté para un concurso que se dio por cerrado antes de navidad. Hoy llegaban los resultados.

Yoongi parpadeó, entendiendo el contexto. 

—¿Ganaste?

—¡Gané! —exclamó, cuidadoso de no levantar demasiado el volumen—. ¡El primer lugar! Hubo una ceremonia en Barcelona. Obvio no fui porque ni la universidad ni yo creíamos que ganaría ni el tercer puesto, ¡pero de todas formas agregarán mi ensayo en una revista! 

—Oh, Luna...

—¡Ya sé!

—Ahora eres un nerd galardonado.

—Ay, Yoongi —se quejó, echándose a reír luego. Su alfa se rio entredientes, de pronto levantándose un poco de la silla—. ¿Qué haces?

Jimin le vio con ojos brillantes y risueños, parpadeando inocente a los dedos que sostuvieron su mentón y reteniendo el aliento al ser besado con tanta ternura. Yoongi rozó su barbilla con el pulgar, para luego volver a sentarse y verle con una sonrisa.