Want you to love me || YM || ~Mila

❦ 37 ❦

—Es decir..., sí. Creo. ¿Supongo? Sabes que nunca he estado en una relación estable con nadie. 

Yoongi se sentó en el sofá y metió otro diente de mandarina en su boca, sin ignorar que estaba justo encima de los recuerdos de la noche pasada. Miró a Namjoon sentándose entre sus mantas, con el cabello levantado y los ojos todavía cerrados, frotándose el rostro sin ganas. 

—Sí..., no me serás de ayuda —murmuró Yoongi.

El amanecer recién comenzaba, iluminando toda la ciudad de un frío celeste. El penthouse apenas estaba siendo alcanzando por la luz y la sombra de los muebles cercanos al ventanal se marcaban en el otro extremo de la sala.

—Todavía puedo ayudar. No sé, hablaré por experiencias de otros —Namjoon abrió un ojo y lo miró con la cara arrugada. En seguida suspiró, sin creerse lo que veía. Yoongi estaba aseado y vestido, sin mechón que no estuviera en su lugar—. ¿Hace cuánto despertaste?

—Treinta minutos.

—¿Y cómo puedes lucir así? Son las seis y tanto. ¡Dormiste como cinco horas!

Yoongi se terminó su mandarina. Era una de las últimas que ya iban quedando de su regalo de navidad. 

—Reloj interno —supuso él. Namjoon soltó un quejido y se volvió a su antigua posición entre mantas, ignorando al otro alfa—. ¿Entonces?

—Hombre, no sé —dijo por debajo de la almohada—. Jimin está algo así como en pre-celo, pero solo porque tu olfato es sensible. Para otros alfas es como un... pre-pre-celo. No sentimos nada. En serio. Todo su aroma está en el penthouse y no siento ni una pizca de dulzor extra.

Yoongi fingió bien que no le importaba la idea de Namjoon sintiendo el aroma de Jimin de la forma en que él lo estaba sintiendo estos días.

—Pero es normal, ¿cierto? —Quiso asegurarse—. Digo, la forma en que reaccioné el otro día con Jungkook. ¿Pudo haber sido por eso? O la razón por la que estos días lo extraño tanto si no lo veo o quiero dormir más tiempo con él durante las mañanas —Cuando escuchó una risa ahogándose contra el sofá, Yoongi lo miró—. Por qué te ríes. 

—Eso último solo es porque estás enamorado. 

Yoongi parpadeó. Después, volvió a dirigirle la mirada a la televisión apagada.

Tragó saliva.

—¿Y si no es solo por eso? —dudó, sin ni siquiera dudar el estar enamorado—. Sabes los problemas que tengo con mi lobo. ¿Qué pasa si el pre-celo de Jimin no tiene nada que ver con todo esto y solo estoy generando una dependencia a su aroma? Es una... horrible probabilidad, pero sigue siendo una.

—Mh-hm —Namjoon soltó un suspiro, acomodándose y apoyando la cabeza en su mano—. En mi opinión, solo estás asustado porque nunca antes te has sentido como con Jimin —Se rascó la nuca—. Te estás inventando cuentos.

Yoongi arrugó la expresión, encogiéndose un poco de hombros.

—¿Y cómo puedo saber la diferencia? Entre dependencia o reacción natural como alfa.

Namjoon soltó un quejido. —Amigo, nunca he estado enamorado, ¿qué quieres que te diga?

—¿Que es normal?

El otro volvió a sentarse, mirando al rubio sentado a unos centímetros más allá de sus pies, justo en la intersección del trozo largo con el trozo corto del sofá, y justo donde Yoongi le dijo anoche que no se recostara.

Namjoon no quiso ni preguntarle por qué.

—Que quieras a tu omega oliendo a ti todo el tiempo es normal. Que no quieras que otros se acerquen a él, sean omegas o alfas, no —Yoongi estuvo a punto de abrir la boca y volver a preguntar—. A no ser —continuó, callándolo con la mano en alto. Prosiguió a apuntarle con el dedo acusador—, que tu omega esté entrando en celo. Así que, sí, por lo que sé, la situación con Jungkook es cien por ciento culpa de las circunstancias. Tanto de las actuales de Jimin como las que llevas cargando tú toda la vida.