A Jimin le gusta llamar a Yoongi su alfa (y Yoongi hace lo posible para fingir que no le gusta).
♔ Slowburn, con una pizca de drama y muchas escenas románticas.
♔ Jimin es una bolita de energía y amor.
♔ Yoongi no es malo, pero sí es re lento.
Dud...
Jimin fue atendido en cuanto llegaron a la clínica. Un enfermero se acercó a ellos apenas dos minutos después de entrar a la sala de urgencias, aproximadamente el tiempo que Yoongi tardó en dar registro de sus datos y mencionar la intoxicación por mariscos.
Para él, la situación no pintaba bien. En el camino habían tenido que parar dos veces por culpa de las náuseas que Jimin continuaba sintiendo. Por lo mismo, le molestaba y no entendía por qué todos parecían tan tranquilos alrededor del omega. ¡Como si nada estuviera pasando!
Yoongi guardó la billetera en su bolsillo, habiendo dejado los datos de Jimin a disposición de la clínica, y siguió al médico que guiaba al muchacho a una camilla. El omega no dejaba de mirar hacia atrás, aterrado de que le apartaran de Yoongi.
Aún se veía tan pálido.
—Lo siento —Un chico apareció de pronto para pararse frente suyo, impidiéndole el paso—. Un segundo, por favor.
Yoongi, ignorándole, miró a Jimin a unos cuantos metros de él, sentándose en la camilla con ayuda de una chica. Dos personas comenzaban a moverse alrededor, también. Sin volver a bajar la mirada, el alfa dio un paso hacia el lado para rodear al enfermero.
—Señor —Él, insistente, volvió a ponerse frente suyo. Yoongi lo miró esta vez a los ojos, enojado—. Sólo un momento. No tarda- —Con el entrecejo fruncido y el pulso acelerado, Yoongi quitó la mano de su brazo y le soltó un gruñido. El beta dio un respingo por la sorpresa, pero no tardó en volver a detenerlo cuando intentó dar un paso—. ¡Sólo un segundo!
Antes de que el forcejeo empeorara, Yoongi se encontró con otro hombre acercándose a él. La bata blanca y el identificador le hizo saber que se trataba del doctor de turno. Él fue quien apartó al beta de en medio, cuidadoso.
—Sólo es rutina —le tranquilizó el otro alfa, sin intentar tocarle o cubrir la imagen que tenía de Jimin en la distancia—. No harán nada más que ponerle la intravenosa pero, por precaución, no dejamos que los alfas se acerquen a sus parejas en el proceso —Yoongi finalmente le miró a los ojos—. No sería la primera vez que uno intenta atacar a una enfermera por, según ellos, haber lastimado más a su omega. Instintos —dijo simple—. Sé de ellos.
—No tenías pinta de ser uno de esos, pero bueno —comentó el beta, con los brazos cruzados.
—También es normal si sientes algo de taquicardia, o si tus oídos se tapan —El doctor continuó, a pesar de que Yoongi no apartaba la mirada de las tres personas moviéndose alrededor de Jimin—. Estás alterado, así es cómo tu alfa actúa ante el peligro... Por cómo estás actuando supondré también que es la primera vez que te pasa —Cuando el rubio le devolvió la mirada, el doctor le sonrió con diversión—. Se siente extraño estar enamorado cuando eres un alfa, ¿eh?
Yoongi tragó saliva.
—Ya está —avisaron.
El doctor exhaló, asintiendo. —¿Ves? No le hicimos nada malo —Le dio una palmada en el hombro mientras volvía a partir, directo a continuar con su trabajo—. Ya puedes ir.
Aunque Yoongi no había esperado realmente por el permiso.
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