El Disparo De Rey

"IMPREVISTO" (1)

La decisión de Rey no duró más de 2 minutos, aunque su mudanza fue más tardía. Rey tardó casi 1 hora en arreglar todo. Estaba listo para irse. En su mochila empacó: ropa; mucha ropa (el frío era infernal), 3 libros para pasar el rato, un anotador con lápiz y aproximadamente unos $20.000. El alquiler de su departamento estaba resuelto y tambien la renuncia de su trabajo. Inclusive, tenía preparado el destino. Rey se iba a hospedar en su Antigua casa, exactamente la misma en donde lo echaron de joven. Él necesitaba soledad, y no la iba a conseguir si se seguía hospedando en: ese departamento de Palermo. Todos sabían dónde vivía.
Rey abrió la puerta de salida, tomo el ascensor, caminó por el extenso pasillo y salió de su zona de confort. Abrió la puerta de su hermoso Rover 45 y partió a su Antigua casa.
En medio del camino, Rey accedió por  prender la radio. Hace varias horas que no se tenía ninguna noción de Anfibios. Se prendió, se ajustó el canal y un periodista comenzó a hablar.

-Tenemos una noticia de último momento. La organización mafiosa mejor conocida como Anfibios, continúa con los intentos y tomas de barrios privados. Misteriosamente, sus únicos intereses son los barrios y casas prestigiosas. La A.P.P.A intenta intervenir, pero Anfibios se defiende. Seguiremos informandolos.

Rey se sorprendió. ¿Hace cuánto que sucede esto? De todas formas no tenía pensado detener el auto y encargarse del asunto. Ese era el trabajo de las fuerzas especiales. Por más que Rey quisiera, no podría ayudar en nada. Puso la mente en alto y siguió su camino. De repente, la radio se volvió a comunicar con Rey. El mismo periodista habló.

-Tenemos una noticia de último momento. Nos acaban de informar que todos los puntos en los que estaban Anfibios han sido evacuados. Decenas de bombas de humo fueron lanzadas. Anfibios simplemente desapareció. Seguiremos informandolos.

"¿Otra distracción más?" Pensó Rey. Atacar casas adineradas para luego retirarse no tenía mucho sentido. Seguramente, era otra táctica inesperada. Lo único que quedaba era seguir el viaje y esperar novedades. En ese momento, Rey tenía la cabeza en blanco. Por última vez, el periodista habló.

-Tenemos una noticia de último momento. Las fuerzas especiales acaban de ingresar en las casas tomadas. Nos informan de que definitivamente Anfibios desapareció. Cómo última medida, se robaron todos los objetos de valor de las casas. Entre ellas, se encontraban piezas de oro y grandes botines de dinero. Seguiremos informandolos.

La nueva data del periodista le cerraron algunos cabos sueltos a Rey. Es curioso que todas las tomas sean en casas y barrios adinerados. Eso lo dejó pensando, aunque no llegó más allá. En este caso, Rey no podía sacar una hipótesis firme, el tiempo la formará.
Luego de 20 minutos de viaje, Rey llegó a su destino. Se prendió un cigarro y apagó el motor de su bello Rover 45. Antes de bajar del auto, Rey decidió revisar los compartimentos y asientos del coche, su fin era no olvidarse algo importante. Al abrir la guantera se encontró con un Bersa 9mm. Se olvidó de que portaba un arma, la revisó y estaba llena. Una vez listo, Rey abrió la puerta del auto y se bajó. Contempló la casa abandonada: paredes grafiteadas, muros degradados y raíces y plantas sobresalientes. La casa le trajo mucha melancolía y recuerdos a Rey. La ventana del lugar estaba rota. Todos los vidrios estallados.
De un gran salto logró pasar la ventana a la entrada de la casa. De fondo se oyó un gran golpe acompañado de varios golpes simultáneos. Rey dejó su mochila con sus cosas en una esquina y empuñó su arma. Estaba listo para cualquier batalla.