(3)

4 1 1
                                    

El silencio abra durado aproximadamente 2 minutos a relog. Nadie hacía nada, nadie decía nada, nadie nada. Todo duradero y largo hasta que el enmascarado optó en levantar el culo de la silla. El silencio permaneció, hasta tal punto que pensó que estaba presente en un sepulcro. La visión de Rey de nublaba aún más de intriga. El enmascarado por fin corrompió el calvario.

-Hola, Mauro.

Rey abrió los ojos a más no poder, sus orejas se prepararon y sus cejas se elevaron. La sorpresa facial era evidente.

-¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua?

Rey sorprendido medio abrió la boca, inclusive estaba mínimamente temblando.

-Tenes la misma voz que Dante -Responde Rey -.

-Chan -Acotó instantáneamente el enmascarado -. Acá hay 3 opciones viables, y únicamente 3 opciones viables.

El enmascarado caminó para allá y caminó para acá. Su inquietud fue perseguida visualmente por Rey.

-Opción 1: soy un gran imitador vocal ,y llegué a un punto de grandeza el cual puedo imitar a la perfección la voz de Dante. Opción 2: tu mente está tan desesperada por vengarlo que ya crees que soy él mismo. Opción 3: efectivamente soy Dante. ¿Cuál elegis?

Mauro atónito no lograba comprender ni pensar con claridad. Sus pensamientos se revolvian como cuando alguien come locro. Sus palabras no conectaban y su corazón palpitaba a mil por hora.

-Te ayudo con tu respuesta -Auto contestó el enmascarado -.

Las manos del falso Kevin Spacey tocaron la dichosa máscara, y lentamente la fue levantando. El rostro fue revelado. Un cabello rubio, ojos celestes, pecas, al final y al cabo, un verdadero ejemplo de un europeo.

-Dante -Entre suspiró Rey -.

Él alzó las manos mostrando la palma del s mano, le estaba brindando una sorpresa a Rey.

-¡Tachan!

Rey boquiabierto experimentó por primera vez en su vida un balazo, aunque no por un arma, si no por las palabras. Por otro lado, Dante controló el ambiente. Su caminata merodiaba la habitación.

-Se que tenés muchas dudas, preguntas o consultas, no es el momento de contestar. Primero contéstame mí pregunta: ¿Vas a formar parte de Anfibios?

La duda e intriga no se borraba de las expresiones faciales de Rey. Lo único que atinó a contestar fue : "¿Sos Dante?

-Sí, negro, soy Dante. Reacciona un poco -Le cachetea muy suavemente en la cara -. Carajo.

-¿No estabas muerto?

-Puedo resumirte muy resumidamente lo que pasó.

Rey no respondió ni asintió, solamente se quedó callado a esperar una respuesta.

El Disparo De ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora