-Entra en la casa y no digas nada- Le dijo Rey a Sergio -.
Ellos llegaron con éxito al hogar donde se encuentra: el otro Anfibio amarrado. Para que Sergio haga silencio y no produzca ningún escándalo, Rey continuó apuntándole con el arma, escondida en la chaqueta de Dante (la llevaba puesta). Cada vez que podía; lo amenazaba con asesinarlo. A Rey le hubiese encantado hacerle el favor. Gracias a esto, el trayecto fue fácil y sencillo.
Ellos 2 entraron por la puerta principal. En el momento, Rey se olvidó de entrar con cautela, puesto que el lugar no fue revisado en su totalidad. Había una pequeña posibilidad de que haya alguien más en el lugar. Por suerte, no fue su caso. No había nadie más allí. Al ingresar, lo primero que Rey le dijo a Sergio fue: que voluntariamente vaya al sótano. El Padrino sin mucho titubear le hizo caso a Rey. Él se dirigió directamente al sector que Rey le dijo, se ve que ya conocía la casa. Por otro lado, Mauro se quedó parado por unos pocos minutos en la puerta. Quería corroborar de que absolutamente nadie los haya seguido. Una vez que se aseguró, cerró la puerta e ingresó adentro. Visualizó su mirada a Sergio. Él seguía con las manos en alto y en frente de la entrada al sótano.-Gira la manija y bajá las escaleras lentamente-Le dijo Rey con un tono intimidante -.
-Bueno- Responde Sergio inmutado -.
Por norma general, primero bajó el Padrino y después bajó Rey. A sus espaldas, cerró el acceso del sótano y lo trabó con una silla de por ahí, esto con la finalidad de no ser interrumpido por nadie.
-Agarra ese banco y sentate al lado de tu compañero- Rey señaló el banco, y luego señaló el hueco donde Sergio debía sentarse -.
El Padrino asintió, de paso saludó a su "compañero"
-Hola Michael, ¿Vos también estás acá?
Michael asintió sin decir ninguna palabra. Recordemos que tenía la boca tapada. Una vez que Sergio se sentó en su silla, Rey lo amarró muy fuerte con un par de sogas que habían en el lugar. Una bella y sumisa vista perplejaba a Rey. Para apreciar la escena mejor, él se colocó a unos 5 metros de los amarrados. Disfrutaba de ello, disfrutaba del poder.
Rey se apoyó en una mesa que tenía a sus espaldas. El discurso improvisado comenzó.-Las cosas van a cambiar- Rey habló, mientras se manoseaba el pelo-. Van a hablar cuando yo les diga, van a comer cuando yo les diga, van a cagar cuando yo les diga. En resumen, van a hacer lo que yo les diga- Sus palabras iban acompañadas de una mirada fría y penetrante-. Si por mínima cosa que hacen y me fastidia, les voy a arrancar con mis dientes: un dedo de cada pie y mano, ¿Está claro?
La perturbada mirada de Michael captaba el mensaje de Rey. Por otro lado, Sergio parecía contento. Una sonrisa pícara se desprendió de su cara. Rey se sintió humillado. Y un poco agresivo, le pregunta porque la sonrisa.
-¿Por qué la sonrisa?
-Cuando llegue su momento lo vas a entender- Dijo Sergio -.
Rey se levantó de la mesa, se acercó hacia él, y sin dudarlo: le metió un cachetazo a mano abierta. De repente, su vista se dirigió al rostro de Michael. Sus ojos mostraban un grado alto de incertidumbre. Ni el Anfibio sabía de lo que Sergio hablaba.
Rey pegó la vuelta y encaró para la puerta (sin antes, taparle la boca y los ojos a los secuestrados). Subió las cortas escaleras, abrió el picaporte y salió de ese estrecho sótano. A penas cerró la puerta, Rey sintió un frío profundo en su pecho, como si alguien le hubiese disparado 5 veces. Sus ojos marrones se tornaron cristalinos. Un pequeño y breve llanto predominó en el joven. Él no era malo, solo quería justicia por su hermano. Jamás se imaginó que el Padrino fuese un Anfibio.
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El Disparo De Rey
Mystery / ThrillerUn escenario trágico persigue a Mauricio Rey Solari (apodado como Rey). Una mafia y guerrilla conocida como "Anfibios" asesinó a su hermano Dante, despojó a Rey de su barrio y amenazó de muerte a su familia. Con un gran sentido de la justicia y la v...