El Disparo De Rey

(3)

Rey y Marla estuvieron platicando por un rato largo. Prácticamente hablaron sobre la A.P.P.A. Ya saben: "¿Por qué sos detective?", "¿te gusta aquí?", y...

-¿Por qué sos flogger?- Pregunta Marla -.

No fue ni ingenioso ni divertido. Es la sexta vez en la semana que le preguntan eso a Rey.

-Nos conocemos hace 5 minutos...- Respondió Rey -.

La cara de ilusión de Marla esperaba una respuesta.

-No soy flogger, solo que no tengo tiempo para cortarme el pelo- Volvió a responder Rey -.

-¿Cuanto podes tardar en cortarlo? ¿Qué otra cosa puede tomar mas tiempo?

-Leer.

El caso de Rey es particular. Su vida es lectura. Cuando desayuna lee, cuando almuerza lee, cuando tiene 5 minutos libres lee;cuando puede leer lo hace.

-Leer no es de flogger? - Argumenta sarcásticamente Marla -.

-Escúchame, nena. No me agradas y no sos graciosa. Vos vas a ser mi subordinada. Te recomiendo respeto - Respondió Rey -.

-Tranquilo "Coqui", es solo un chiste.

Según Rey, el comentario no le hizo gracia, aunque en el fondo se moría de la risa.
Siguieron platicando pero esta vez de una forma más fluida. Los chistes absurdos y graciosos siguieron circulando. Marla sin que nadie le pregunte empezó a hablar de sus gatos. Mucha casualidad con Rey, ya que él también tiene gatos.

-¡¿Tenes gatos?!, me muero - Comentó Marla emocionada -.

-Así es. Se llaman: William,Edgar,Gardel y Edith. Todo en honor a la literatura y música.

-Muy de flogger eso.

-Me fastidias.

A todo esto, Joel no volvía, esto lograba incrementar la curiosidad de Rey.
La somnolienta charla con Marla empezó a aburrirle, pero a la misma vez se divertía con sus chistes malos. De todas formas, le parecía muy confianzuda.
Marla tocó el tema de las divisiones de la A.P.P.A, ya que no lo tenía muy en claro. Rey comenzó a explicarle. Su sistema de seguridad consta de 5 unidades diferentes, las cuales en su mayoría se subdivide en 3 grupos. No es de esperar de la A.P.P.A, por algo están en donde están.

-Joel es el jefe al mando de nuestra división. La división 2 de detectives privados. Vos sos mi subordinada. Carla y Sandro son los fuegos. Para no darte problemas lo simplifico. Carla y Sandro hacen el trabajo sucio de nuestra división.- Dijo Rey -. Hablando de Roma.

De lejos se acercaba Carla y Sandro, ellos venían directo de hacer el papeleo antes mencionado. Van a presentarse.

-¡Hola!, un gusto. Supongo que sos Marla, Joel nos habló de ti. Yo soy Carla y él es Sandro.

Sandro levantó la mano para saludar, actitud idéntica a la de un niño de Jardin.

-Imbécil, baja la mano, no sos un nene de Jardín- Carla contesta la estupidez de Sandro -.

Marla observa la situación y no se aguanta la risa.

-Siempre son así. Parece que no; pero son muy profesionales con su trabajo- Retruca Rey -.

Desde la oficina del director al mando Jacques, Joel aparece haciendo una seña a sus compañeros indicando que se aproximen hacía él.
La larga charla de Joel y Jacques había finalizado, solo quedaban las instrucciones. La división 2 fue ingresando uno por uno. La oficina de Jacques está rodeada de cuadros de su familia. En cuanto al tamaño, una persona podría vivir tranquilamente allí.
Unas sillas preparadas en frente del escritorio principal deseaban ser sentadas. Carla, Sandro, Marla y Rey apoyaron sus redondos traseros en las sillas de mármol, mientras que un nervioso Joel prefirió quedarse parado, y de brazos cruzados. Un silencio incómodo de 2 minutos inundó la gigante oficina de Jacques.

-¿Por qué tanto misterio?- Nuevamente, Rey rompió el hielo-.

-Anfibios volvió. El civil rehén de la emboscada nos pasó el mensaje que le dejaron.

Entonces Jacques comenzó a citar las palabras de Anfibios: "si quieres que la gente te escuche no puedes limitarte a darles una palmadita en el hombro, hay que usar un mazo de hierro, solo entonces se consigue una atención absoluta".
Ni bien Jacques terminó de hablar, Rey salió de la oficina. Se mostraba eufórico con: una sonrisa en la cara de oreja a oreja, lágrimas en sus ojos, y en enojo inmenso.
Rey atravesó todo tipo de emociones y todo en menos de 5 minutos. Salió a la entrada principal, se prendió un cigarro y citó las siguientes palabras: "ojo por ojo, diente por diente, mis queridos amigos".