Especial Navideño

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Notas iniciales:

Sí, sí. Ya sé. Primero, dije que no actualizaría hasta el próximo año, y que ya pasó Navidad xd pero mejor tarde que nunca ¿No? ♥

Detalles:

♥ Este especial se ubica antes del capitulo "introducción". O sea, es antes de la historia en sí.

♥ Hal y Barry tienen 19 años, además se encuentran en distintas ciudades.

♥ Es un recuerdo, por lo que sí afecta al "canon" de la historia.



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El brillo incandescente de las luces de colores adornaban con detalle las paredes, el techo, incluso la mayoría de los muebles del ambiente hogareño. Una delicada melodía envolvía el espacio, como si de una llamada al espíritu navideño se tratase, pues tanto los regalos como las galletas y leche se hallaban estratégicamente colocadas en sus respectivos lugares. De la misma manera, un aroma a cera frutal podía ser captado cuando cualquier invitado ingresara por la entrada de la reluciente casa, a la cual pertenecía la familia Scott-Garrick.

El banquete estaba en la mesa, los familiares se hallaban conversando con vino añejo en sus copas de cristal; algunos reían, otros se veían más nostálgicos, pero había alguien en especial que parecía más en cualquier otro lugar que en aquella celebración de Navidad.

Jay Garrick observó esto con preocupación desde los sillones donde se hallaba conversando con amigos, pues no importaba el tiempo que había pasado, su joven hijo adoptivo repetía lo mismo cada preludio a noche buena: Tomaba asiento en el suelo, mirando hacia el árbol decorado, se encogía entre sus piernas y podía mantener aquella posición durante horas incluso.

Quizás a veces ni importaba cuánto se esforzaban Alan y Jay en decorar el lugar, en traer amigos y familia, en preparar un delicioso festín. Desde el día que el joven Barry Allen perdió a sus padres, la noche buena nunca fue igual. Pues a eso se sumaba, a que ahora había perdido la alegría de antaño que tanto le había costado a su anterior pareja y amigos cercanos lograr. Pese que su último evento traumático había sucedido hace más de dos años, el Omega rubio no tenía una real razón de celebrar el evento.

Nunca lo tuvo desde que fue huérfano, y con el pasar de los años tampoco lo encontró.

Garrick no podía sentirse cómodo por el momento que pasaba su hijo, pese a que éste decía siempre estar bien, tan solo que no le interesaba celebrar la Navidad; podía saber muy bien que el adolescente pensaba en demasiadas cosas, y quizás se torturaba con pensamientos pesimistas. No podía estar tranquilo viéndolo así, pero ya habían sido tantos años y aún no sabía cómo ayudar a su hijo.

Sin embargo, despertándolo de sus pensamientos, visualizó a una joven de cabellos negros caminar con cuidado hasta agacharse al lado del Omega rubio, depositar una mano en su hombro para llamar su atención, y dedicarle una sonrisa sumamente afectuosa.

Aquella Alfa de cabellera larga era la hija de Hipólita, una amiga de Alan Scott, por tanto era parte de la familia de alguna manera, pero nunca antes había traído a su hija para este tipo de reuniones. Pues la familia Prince era muy reservada, y por cuestiones de una relación formal es que se llevaba con el marido de Garrick. Así que, este acercamiento le pareció curioso, aunque tampoco conocía a la joven más que un vistazo rápido en algunas ocasiones.

—Esta reunión no parece grata para tu gusto—Comentó la pelinegra, finalmente sentándose en el lado del Omega, y logrando una expresión de vergüenza en el rostro opuesto.

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