XXII: ¿Se puede arreglar?

353 44 258
                                    


Antes.

Jardín delantero de la escuela,
aprox. 3 p.m.

.

Timothy salió como una bala del auto lujoso, corrió sin importarle pisar el verde pasto bien recortado de la fachada de la institución, y buscó con prisa en su alrededor.

Su corazón lo sentía en sus oídos, sus manos le temblaban, había empezado a sudar e incluso sus mejillas parecían haber obtenido color, cosa que era poco usual por su tono de piel pálido.

Quizás fueron segundos se tensión, pero fue los más largos que sintió, hasta que en la lejanía observó como un joven de mechón blanco se acercaba rápidamente a su locación.

—¡Jason!—El grito salió casi por acto reflejo, moviéndose incluso para intecederlo más rápido.

Una vez juntos ambos, su corazón se sintió un poco más calmado, aunque no en reposo.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Desde cuándo es que desapareció Bart?—Cuestionó Tim apenas pudiendo pronunciar sus palabras sin soltar algún tono desafinado por la presión del nudo en su garganta.

—Cuando salí de detención recién vi tu mensaje. Le dije a Bart que se fuera cuando vino a buscarme al aula de castigo, no habrá pasado mucho luego de que tú te habías ido. Debió haberse entretenido jugando con Wally u otros amiguitos, porque vino tarde a verme a mí. Estaba distraído hablando con Dick, que solo le dije que seguro tú estabas esperándolo afuera, que se sentara a esperarte afuera, que llegarías en cualquier momento y...—Su voz se trabó cuando presionó sus cienes por el estrés, dándose cuenta de la locura que estaba diciendo—. Demonios, ¿cómo le pude decir a un niño que salga de la seguridad del colegio a esperarte afuera?—Se golpeó varias veces la frente en un intento de penitencia.

—¿Por qué no leíste los mensajes de tu celular?—Recriminó Timothy.

—¿Por qué no me llamaste para asegurarte de que lo leyera?—Quejó Jason—. ¡Sabes que me quedo hasta tarde y hoy Alfred no vendría por nosotros! ¿Cómo puedes simplemente irte sin saber del paradero de tu hermanito?—Insistió.

—¿Estás intentando echarme la culpa de esto? ¡Yo no tengo la culpa que estés tan baboso por un Omega que ni tienes mucho de conocer!—Timothy levantó aún más la voz.

—¿Crees que no sé por qué te fuiste a casa de Conner? ¡Tú estás detrás de un Alfa muy cobarde e idiota y yo no te estaba diciendo nada!—Recriminó Jason.

—¡¿Nada?! ¡Pero si lo paras molestando! ¡No puedo acercarme a nadie por tu culpa!—Renegó Tim.

—¡Solo intento protegerte!—Jason empujó levemente a su menor.

—¡Pues solo te estás buscando que me harte de ti y ya no te hable!—Tim empezó a golpear el pecho del más alto, provocando que éste lo tomara de las muñecas para detener la agresión.

—¡Eres un necio!—Gritó Jason.

—¡Mira quién habla!—Gritó Tim.

—¡Ya basta!—La voz de Conner, quien acababa de acercarse al dúo de hermanos, llamó su atención y se detuvieron por un momento—. Tienen un hermano pequeño desaparecido, ¿y lo único que van a hacer es buscar un culpable? Eso viene después, luego intentarán matarse entre ustedes. Ahora tenemos que encontrar a su hermano, ¿quién sabe lo que pueda estar pasando justo ahora?

—¿Y a éste quién lo invitó?—Cuestionó Jason hacia Tim.

Timothy se soltó del agarre de su mayor y refunfuñó—"Éste" tiene nombre, y nos va ayudar.

Lados EquivocadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora