Lados Equivocados

IX: El día más brillante.

—Debes estar bromeando, Barry. Hablamos de esto, debías tomarte unas vacaciones —Kent perseguía a su pareja mientras éste buscaba ordenar sus prendas en las maletas.

—Lo sé, Clark. Y lo siento. Ya me comprometí en esto, no voy a retroceder ahora —Suspiró el rubio mientras cerraba su equipaje.

—E-Está bien, esta bien. Detente un momento —El pelinegro le quitó la maleta de las manos, la dejó en el suelo, y tomó al Omega de los brazos —. Olvidemos la discusión que acabamos de tener, y hablemos ¿Te parece? —Sonrió de lado.

—Pues estaba esperando a que lo dijeras —Bufó Allen cruzando sus brazos —. Primero escucharé tus disculpas —Enarcó una ceja.

Kent sonrió enternecido por el comportamiento molesto que pocas veces mostraba el rubio. Más que temer por esta faceta de él, la encontraba adorable y manejable, en esta etapa aún se podía razonar con él.

—Lo siento, Barry. No debí acercarme molesto a ti, ¿Así está bien? —El pelinegro le miró apacible.

—Sí, yo creo que sí —Bromeó Barry, dejando caer sus brazos para estar más tranquilo —. Tengo una injusticia que arreglar, Clark. No voy a dejar que gane alguien que no se lo merece, y mucho menos que crean que están en lo correcto —Sentenció.

—Está bien, si tú piensas que es lo correcto, te apoyo —Asintió Kent.

—¿Enserio? ¿Tan rápido? —Allen se vio confuso.

—No puedo llevarte la contraria y lo sabes, me es imposible —El pelinegro rió nervioso.

—Bien, les diré a los niños que ya nos vamos —Barry se dirigió a la salida de la habitación, pero fue detenido por el tacto del mayor.

—No, termina de arreglar bien tus cosas y las colocas en el auto. Yo iré a decirles, es mejor estar en la ciudad ahora y que puedas prepararte para tu audiencia en el juicio del lunes —Asintió mientras salía.

—¿Realmente estás de acuerdo, Clark? Podríamos irnos mañana por la tarde, así pasaríamos más tiempo aquí —Indicó con pesar.

—¿Y qué luego hagas todo contra el reloj, Barry? No, eso te pondrá más tenso. Es mejor irnos ahora, y que estés listo para arrasar en ese juicio —Animó, para luego cerrar la puerta de la habitación.

El pelinegro corrió escaleras abajo, y buscó a su hijo menor con desespero, mas no lo hallaba a simple vista. Aunque, pudo encontrar al mayor sentado en el sillón de la sala.

—¿Dick? ¿Sabes dónde está Wally? —Cuestionó Clark.

—Pues no, luego de que mi mamá terminara de hablar por teléfono y encontrara a Wally detrás del sillón, tú empezaste a discutir con él y pues Wally se escapó. No sé a dónde —Se encogió de hombros.

—Bueno... alista tus cosas, nos vamos ahora ¿Está bien? —Señaló para luego emprender carrera en continuar su búsqueda.

—Me preguntas si está bien pero no me escuchas, ¿Para qué lo pones entre signos de interrogación sino? —Murmuró Richard con un puchero en sus labios.

Bajó su mirada a su teléfono de vuelta, y empezó a teclear molesto en una aplicación para chatear.

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"Literalmente llegamos ayer, hoy mi mamá recibió una llamada de un señor, y ahora de vuelta pa casa 😪"

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Donna

"No tiene sentido, creí que te castigarían por estar suspendido dos días, ya sabes, ni lunes, ni martes. Y todo por ese Alfa Urgido"