Lados Equivocados

XVIII: Hermanos.

—¡No entiendo una mierda!—Gritó el Jordan mayor en medio de la sala, provocando que su menor se encogiera levemente entre sus hombros al sentirse asustado—. "Deja de pagar la casa" "Voy a mudarme a otro lado" "Voy a estar bien, no te preocupes" "Pronto volveremos a hablar"—Imitó con sátira la voz del contrario—. ¡¿Qué me vas a hablar pronto?!

—Jack, déjame explicarte que...—Hal intentó hablar.

—¿¡Qué me expliques qué?! ¡Tienes suerte de seguir vivo solo porque no me era posible salir del país! ¡Por Dios! ¡Has esperado que yo regrese a este país, que tenga que ubicarte en otra ciudad diferente a la que nacimos, que este yo acá presente para que me des la cara, Hal?! ¡¿Qué demonios te pasa!? ¡No sé nada de ti desde hace siete años!—Jack estaba por tirar de sus castaños cabellos, pues ya no sabía cómo reaccionar frente a su situación.

—Casi ocho años en realidad—Corrigió Hal.

—¡Voy a matarte!—El mayor se abalanzó contra el Alfa menor.

—¡No, Jack basta!—Jim terminó por colarse en medio de ellos para que su hermano mayor no destruyera al otro a golpes.

—¡Pero déjame explicarte!—Hal intentaba cubrirse de los golpes al aire que daba el Alfa mayor—. ¡Alfred llama a la policía!—Gritó exagerando su tono.

—Pediré pizza, eso suele arreglar los ambientes conflictivos—El mayordomo se fue caminando tranquilamente.

—¡Jack, deja que Hal hable!—Rogaba el menor de los Jordan en medio del pleito.

—¡¿Qué mierda me va explicar!?—Renegó el mayor.

—Estamos en una mansión, Jack. ¡Estamos en la mansión Wayne! ¡Deja de solo preocuparte por intentar matar a Hal! ¡¿Acaso no te preguntas por qué está acá?!—Jim llamó la atención de su hermano mayor.

Jack se tranquilizó, se arregló las prendas y miró con una expresión asesina hacia Hal, quien solo sonrió nervioso.

—¿Te causa gracia causarme jaqueca durante siete años?—Exclamó Jack.

—Casi ocho en realidad—Corrigió nuevamente.

—Hal, por favor. No busques que Jack te haga daño—Suspiró Jim.

—Está bien. Hablemos, pónganse cómodos—Suspiró Hal, dejándose caer sobre el sillón de la sala.

—Quiero saber qué mierda has estado haciendo todos estos años que ni siquiera te dignaste a llamarme y decirme "Oye hermano, estoy vivo aún". Además, ¿Qué demonios haces viviendo aquí?—Jack se cruzó de brazos, esperando respuesta.

Hal desordenó sus cabellos entre sus dedos, sintiendo incluso como podía empezar a sudar frío. Pues explicar en concreto todo lo que había pasado, sin que con cada nuevo descubrimiento su hermano coja algo y lo mate.

¿Cómo decir todo en un solo párrafo? Lo pensó, quizás un par de segundos.

—Tengo mellizos de ocho años—Sentenció Hal, dejando a sus dos hermanos boquiabiertos, sin decir nada durante largos segundos. Por lo que, decidió continuar—. Adopté un niño que ahora es adolescente, y estoy en una relación de ya varios años con Bruce Wayne, el CEO de WayneTech... Bueno, creo que ese es el resumen ¿No?—Sonrió de lado.

—¿¡Qué?!—Gritó Jack, sintiendo como el calor le subía a la cabeza, por lo que empezó a abanicarse con una mano—. Dios, creo que me va dar algo.

—¡Jack!—Jim se inclinó para ayudar a su hermano mayor que se derretía encima del lujoso sillón de terciopelo—. ¡Un médico!—Gritó tomándolo entre sus brazos.