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Jimin apartó la vista con las mejillas rojas, mordiéndose el labio inferior. Jodida mierda, eso no podía estar pasándole él ¿De toda la gente que había en aquel instituto, Min Yoongi tenía que ser "el mejor pianista de Seúl"? Tenía que ser una puta broma. Recordó las palabras de Hoseok en la cafetería y quiso ponerse a llorar.

"¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué tu músico sea Min Yoongi?"

Toda aquella situación era surrealista ¿Desde cuándo Min Yoongi tocaba el piano? ¿Por qué se ofrecería a ayudarlo?

La Señora Lee lo sacó de sus pensamientos con una pequeña palmada "Bien, pues yo me voy. Podéis usar esta sala durante una hora. En realidad, podéis usarla para ensayar todos los días a esta misma hora. Suerte, chicos." los animó, recogiendo su bolso y dirigiéndose a la puerta.

"Adiós, Señora Lee." Yoongi fue el primero en despedirse de la mujer, seguido de Jimin, que movía su mano en el aire en un movimiento tímido.

Al silencio envolvió la sala al momento en que ambos adolescentes quedaron solos, con Jimin jugando nerviosamente con sus dedos.

"Yo... Te agradezco mucho esto, hyung... Pero no tienes por qué hacerlo, estarás muy ocupado y.." Yoongi no le dejó terminar la frase, caminando hacia él, quedando frente a él.

"Eh, eh, no. La Señora Lee me dijo que necesitas un pianista para poder participar, y a mi me encantaría que lo hicieses; así que no es ninguna molestia." le aseguró, y Jimin sentía sus mejillas a punto de desgarrarse, producto de la gran sonrisa que surcó su rostro.

"¡Muchas gracias, hyung! No sé cómo agradecerte..." murmuró, con un puchero inconsciente.

Yoongi sonrió ante la ternura del chico. Era como una pequeña bolita de masa feliz, y Min quería guardárselo en el bolsillo y hacerlo muy feliz "Ganando ese concurso sería una buena manera." sugirió, con una ceja alzada.

Y bueno, si era por Yoongi, Jimin estaba dispuesto a ganar ese concurso y mil más.

"Claro, hyung..." murmuró, y el pelimenta le dedicó una pequeña sonrisa antes de caminar hasta el piano.

Se sentó sobre el taburete frente al instrumento, subiendo tranquilamente la tapa que cubría las teclas. "Entonces... ¿Has pensado qué vas a bailar?" cuestionó, mirándolo atentamente.

Jimin se sintió estúpido ¡Se le había olvidado buscar una canción! ¿Cómo había podido olvidársele una de las partes más importantes? "Yo...Eh...Bueno, la verdad es que no..." murmuró, con la vista clavada en sus zapatos.

Yoongi soltó una pequeña risa, y el rubio levantó de nuevo la vista "No te preocupes." lo tranquilizó, rebuscando en su mochila "Traje algunas melodías que yo he escrito. Por si, bueno... No querías irte por lo clásico." informó, rascándose la nuca con nerviosismo.

El menor sonrió en grande "Me encantaría oírlas." le aseguró, viendo al pelimenta asentir.

Ver a Yoongi jugar al baloncesto era espectacular, cómo se deslizaba con firmeza con la pista, seguro de cada uno de sus movimientos.

Pero verlo tocar el piano era completamente distinto. Y mil veces mejor. Sus dedos se deslizaban con destreza por las teclas, como si hubiesen realizado ese recorrido miles de veces. Su mirada era serena, pero Jimin podía ver lo concentrado que estaba. Sus pies se movían al ritmo del compás, siendo el único sonido que retumbaba en aquellas cuatro paredes a excepción del propio piano. El rubio podía entender por qué la Señora Lee lo había apodado "el mejor pianista de Seúl", porque cada vez que sus dedos rozaban el instrumento, Jimin se sentía volando. Cada vez que Yoongi movía la cabeza al ritmo de la música Park se enamoraba un poco más de él.

El rubio ni siquiera era consciente de todo el aire que estaba reteniendo hasta que el pelimenta dejó de tocar, y el menor dejó escapar un suspiro involuntario "Wow. Eso fue maravilloso, hyung." apenas fue capaz de murmurar, viendo a Yoongi bajar la mirada con una sonrisa tímida.

"¿Te gustó?" cuestionó el mayor, volviendo a clavar sus orbes en él.

"Me encantó." aseguró, sonriéndole con timidez "Me encantaría poder bailar esa pieza." le confesó, con total sinceridad.

"Me encantaría que lo hicieses, Jimin." sonrió el pelimenta, con el labio inferior entre los dientes.

Tiempo después ambos adolescentes caminaban hacia la entrada de la institución, mientras Jimin rebuscaba en el bolsillo de su mochila, en busca de su tarjeta del autobús.

"¿Qué buscas?" quiso saber Yoongi, como el pequeño gatito curioso que era.

"La tarjeta del bus." murmuró Jimin, todavía rebuscando.

"¿Vuelves en bus?" cuestionó Yoongi, oyendo un pequeño sonido de afirmación procedente de su acompañante. "Ven conmigo." exigió, haciéndole caminar en dirección contraria a la parada.

Park lo miró desconcertado "¿Qué? ¿A dónde?" quiso saber ¿A dónde demonios lo estaba llevando Yoongi?

"A mi coche, está aparcado ahí." hizo un gesto con la cabeza, señalando hacia delante. "Voy a llevarte a casa." concluyó, mientras el rubio lo miraba con las orejas calientes y los ojos muy abiertos.

"Qué? No hace falta, hyung. Puedo coger el bus." quiso replicar, negando con la cabeza. No es que no quisiese ir con Yoongi, claro que quiere; pero no quiere hacerle perder el tiempo por su culpa.

"No acepto un no por respuesta, Park." concluyó Yoongi, sacándose la llave del bolsillo de sus vaqueros "Vamos, sube." indicó, observando la figura del rubio parada frente a la puerta del copiloto.

"Pero..." quiso intentarlo el menor una vez más, y Yoongi rodó los ojos con divesión.

"Nada de peros. Sube. No muerdo, Jimin." le hizo saber, viendo las mejillas del contrario colorearse. Adorable. "El que muerde es Jungkook, por si quieres decírselo a tu amigo." le confesó una vez ambos estuvieron dentro del vehículo. Al ver que Jimin abría mucho los ojos con preocupación se apresuró a añadir: "Tranquilo, es una broma."

Jimin soltó un pequeño suspiro de alivio.

Cuando estuvieron frente a la casa de los Park el rubio se giró para encarar al pelimenta "Gracias por traerme, hyung." le agradeció, con una epqeña sonrisa.

"Es un placer." Yoongi le devolvió la sonrisa. Cuando Jimin estuvo fuera del vehículo el mayor habló de nuevo. "Oh, y no es necesario que traigas más la tarjeta. Pienso traerte todos los días."

"¿Qué? No es necesario, hyung, De verdad." quiso protetstar.

"Nada de peros, Park. Nos vemos mañana." se despidió, antes de desaparecer calle abajo.

El rubio lo observó desaparecer por la carretera, antes de que su teléfono empezase a sonar.

hobi: qué tal con tu músico¿?

tete: eso, eso

Se mordió el labio inferior antes de contestar.

mi pianista es min yoongi

Y no pudo evitar la sonrisa que resbaló por sus labios al recordarlo.

first love [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora