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Jimin se pasó los tres días que quedaban para el partido con las manos temblándole y las mejillas sonrojadas cada vez que lo recordaba. No era la primera vez que asistía a uno y mucho menos la primera vez que veía a Yoongi jugar, pero el hecho de que el pelimenta lo hubiese invitado era sin duda un factor a tener en cuenta; y más cuando es la misma persona de la que lleva colado casi dos años.

Cuando el viernes por la mañana Jimin llegó al instituto le temblaban las rodillas. Aún quedaban más de siete horas para el partido, pero el rubio sentía que se le iba a salir el corazón por la boca. Caminó hasta su taquilla, suspirando mientras la abría, y un pequeño trozo de papel que no reconoció cayó junto a sus pies. Se agachó a recogerlo, desdoblándolo y leyendo su contenido.

No tengo tu número y no creo que vaya a verte hasta el partido, pero avisa a los chicos de que os invito a comer algo después. Ya sabes, nada de peros, Park. Te dejo aquí mi número, porque lo de las notas es muy bonito pero me tengo que pegar una carrera de cojones hasta tu taquilla.

- Tu tema de conversación favorito ;)

Jimin sonrió con las orejas rojas debido al apodo que Yoongi había usado para sí mismo. Se guardó el papel en el bolsillo, suspirando y dirigiéndose a su aula.

Se pasó casi todas las clases en las nubes, pensando en como Yoongi escribía cada letra, en como se torcía un poco hacia abajo al hacerlo, en como el guiño que había añadido tenía la boca muy grande en comparación a los ojos, en como hacía los seises...

Estaba jodido. Jodido hasta el fondo. Completamente enamorado de un jugador de baloncesto que toca el piano y al que le encanta avergonzarlo. Es absurdo. Parece sacado de una novela adolescente y Jimin quiere llorar ante ese pensamiento. Un amor cliché y no correspondido. Simplemente genial.

Las horas pasan despacio, y para cuando llega la hora del almuerzo Jimin ya está cansando y ansioso a partes iguales.

"Entonces... ¿te ha dejado una nota en la taquilla?" Hoseok preguntó, sonriendo de forma burlona.

"Eso es lindo. Muy lindo, de hecho." respaldó Taehyung, dando un sorbo a su botella de agua.

"Otra vez no..." murmuró Jimin, pasándose la mano por los ojos con cansancio.

"Y... ¿a qué estás esperando para guardar su número?" cuestionó el peiazul, como si fuese algo obvio, y Jimin boqueó, con las mejillas sonrojadas.

Obedeció las órdenes de Kim, sacándose el teléfono y la nota del bolsillo, apuntando el número de Min con el labio inferior entre los dientes.

"Ya está." murmuró, viendo a sus amigos mirarlo como si fuese un niño pequeño al que hay que explicarle absolutamente todo.

"¡Pero envíale un mensaje!" exclamó Hoseok, rodando los ojos.

"¡Y mira la foto!" añadió Taehyung, con la misma expresión de falso enfado que poseía el castaño.

Jimin obedeció, haciéndoles un gesto para que se tranquilizaran. Observó la fotografía, sonriendo al ver una imagen de Yoongi y Jungkook sonriendo sentados sobre un sofá, con Jeon llevando un gorro de vaquero y Min unos guantes de boxeo.

Los dos amigos alzaron las cejas, espectantes ante la expresión divertida de Jimin.

"Oye, Tae. Igual te interesa. Sale Jungkook también." le dijo con una expresión divertida, viendo al peliazul sonrojarse y morderse el labio inferior, haciéndole un gesto para que le enseñase la foto.

Jimin obedeció, dándole la vuelta al aparato, viendo una pequeña risa en el rostro del peliazul.

"Joder, estáis hasta las trancas." se lamentó Jung, recibiendo una mirada de disgusto por parte de los dos amigos.

first love [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora