first love [yoonmin]

15

"Jungkook, escúchame. Tienes que tranquilizarte." pidió Jimin una vez estuvo frente al azabache "Vamos, por favor. No merece la pena" le aseguró, con ojos cansados.

Jeon lo miró como si estuviese loco, soltando una risa seca "¿No merece la pena? No pensarías así si hubieses visto y oído lo mismo que yo. Te estarías lanzando sobre la yugular de ese hijo de puta." espetó, con la mandíbula apretada y los orbes cargados de dolor.

"Pues cuéntanos qué cojones ha pasado. Cuéntanos qué demonios te pasa por la puta cabeza porque créeme que me muero por saberlo." ironizó Yoongi, mirándolo con incredulidad mientras seguía agarrándolo de los brazos.

"¿Quieres saberlo?" cuestionó, con las cejas alzadas, viendo a rubio y al pelimenta asintir "Cuando llegué al aparcamiento ese cabrón estaba diciéndole a Tae que era un asqueroso y un ridículo de mierda, empezó a acercarsele y a tocarle mientras le decía que lo único para lo que sirve es para chupar una polla. Le estaba agarrando el culo mientras le decía que iba a ser muy divertido follarlo." la mandíbula de Jungkook estaba apretada y sus ojos chispeaban con ira. Jimin tragó fuerte, sintiendo su estómago revolverse. Jeon tenía razón, él se hubiese lanzado a pegarle sin dudarlo dos veces, sin tener en cuenta que él sería el más malherido en la situación.

El chico que yacía tirado sobre el asfalto le puso en pie, tambeándose bajo la mirada de todos los presentes "No te preocupes, Jeon. Tu chico está bueno, pero este rubio tiene un culo impresionante." se rio, observando al chico con descaro "Seguro que este sí sabe darme una buena follada." predijo, y Park sintió las arcadas y el sudor frío al instante.

Y entonces, como si todo lo que había echo por intentar detener a Jungkook se le hubiese olvidado de repente, Yoongi encajó un puñetazo sobre el pómulo del chico, haciéndolo caer de nuevo a suelo; fruto de la gran cantidad de golpes que ya había recibido y le impedían mantenerse en pie.

"Maldito cabrón." masculló, dispuesto a llenarle golpes. Jimin estaba completamente desconcertado a la vez que asqueado, jamás había visto a Yoongi en ese estado; tan cabreado y violento. Min era una persona tranquila y razonable, y solo hubo una ocasión en la que le vio pelearse con alguien: a principios del curso pasado un chico empezó a burlarse de Namjoon, y Min se mantuvo en silencio durante un rato hasta que los insultos aumentaron de nivel y el pelimenta se abalanzó sobre el chico, propinándole unos cuantos golpes.

Park se movió hasta Yoongi, agarrándolo de la camiseta y pegándose a su espalda al momento en que el pelimenta hizo el amago de abalanzarse sobre el chico "¡Para! Yoon, por favor." murmuró sobre la camiseta del chico, y Min se quedó quieto como una estatua, suspirando pesado.

Se giró para encarar al chico, viéndolo mirarle con ojos angustiados y brillantes. Lo atrajo a su pecho, envolviéndolo con sus brazos de la misma manera en que lo había hecho apenas unos minutos atrás, cuando estaban solos en la sala de ensayo.

Jungkook los observó con el labio inferior entre los dientes, antes de desviar la mirada y que sus orbes chocasen con los enrojecidos de Taehyung. Avanzó hasta él, viendo a Hoseok apartarse un poco para que pudiesen hablar tranquilos.

"¿Estás bien?" murmuró, sintiéndose estúpido al haber preguntado algo como eso ¿Cómo demonios iba a estar bien?

Pero Taehyung no respondió, simplemente se recostó contra su pecho, envolviendo tímidamente sus brazos sobre la cintura contraria y murmurando un "Gracias." mientras Jungkook le acariciaba los cabellos con cariño.

El barullo comenzó a disiparse, e incluso unos chicos se llevaron al peliengro tirado sobre el suelo, Jimin supuso que para llevarlo a la enfermería. Yoongi se separó del rubio, suspirando mientras se colgaba la mochila al hombro.

"Vamos, te llevo a casa." informó, revolviéndole los cabellos en un gesto cariñoso mientras el rubio asentía.

"Tienes que curarte esto." decía Taehyung, mientras acariciaba la ceja herida de Jungkook.

"Estoy bien." replicó el azabache, restándole importancia al asunto.

"He dicho que tienes que curarte." insistió el peliazul "Sube al choche. Voy a curarte, vamos a tu casa." su repentina valentía causó estragos en todos los presentes.

Jeon obedeció aturdido, haciendo lo pedido y desapareciendo en el vehículo poco después.

Min sonrió, dándoles una última mirada antes de dirigirse a Hoseok "Sube, yo te acerco." le dijo, viendo al castaño a punto de negarse.

"Oh, creeme, negarte no es una opción." informó el rubio, y Hoseok acabó accediendo.

Tras dejar a Jung en la puerta de su casa, el pelimenta condujo hasta la casa de los Park bajo la atenta mirada del rubio.

"¿Qué te pasa?" quiso saber le pelimenta cuando aparcó justo fenete a la vivienda "Estás muy callado."

Jimin devolvió la vista a la mano del chico, acariciando sus nudillos todavía rojos por el puñetazo "Gracias por defenderme. No tenías que hacerlo." murmuró, sonrojado bajo su mirada.

Yoongi bufó, acariciándolo bajo sus dedos "Claro que tenía que hacerlo. Ese maldito hijo de puta estaba faltándote al respeto y tratándote como un juguete sexual." replicó, con la mandíbula apretada mientras lo observaba.

Jimin le dio una sonrisa tímida antes de acercarse a besar su mejilla mientras murmuraba un "Gracias, Yoongi."

Min tragó saliva atónito, mientras observaba al sonrojado chico bajar del vehículo y dirigirse al interior de la casa. Lo vio desaparecer tras la puerta y solo entonces volvió a la realidad, arrancando el coche con una gran sonrisa en los labios.

Jimin se apoyó contra la puerta de su habitación, con una gran sonrisa y las mejillas rojas. Escondió su rostro entre sus manos, avergonzado ante lo que acababa de hacer. No sabía de dónde había salido la repentina valentía que lo había impulsado a seguir sus instintos. No había sido más que un beso en la mejilla, ya lo había hecho antes, pero el gesto se sentía increíblemente cálido e íntimo.

Mientras se tumbaba en la cama solo podía pensar en Yoongi, en el tacto de su piel, en el tono de su voz, en su sonrisa dulce y en sus ojos sinceros.

Min Yoongi era el único en su mente.