Jimin contuvo la respiración al momento en que dejó de moverse. El piano dejó de sonar, y su cuerpo se relajó por fin, respirando pesado y enfocando sus ojos en el espejo frente a él. Yoongi se mantuvo en silencio, con sus orbes clavados en la figura del rubio, como si quisiese asegurarse de que aquel cuerpo vestido de negro que respiraba con dificultad frente a él pertenecía, efectivamente, a un humano. Porque cuando Jimin bailaba hacía magia, y a Yoongi le costaba creer que fuese de carne y hueso como él.
Dejó escapar una gran bocanada de aire al momento en que Jimin se desplazó al banco a por su botella de agua, todavía siguiéndolo con la mirada. Se atrevió a hablar entonces, con el rubio sentado mientras regulaba su respiración "Eso fue increíble." murmuró, con la sinceridad presente en el brillo de sus ojos.
El menor sonrió de forma tímida, devolviéndole entonces la mirada "¿De verdad te gustó?" quiso saber, con los ojos brillando, expectante por la respuesta del pelimenta.
"Jimin, eres la persona más talentosa que he conocido en toda mi vida. Eso fue sublime." alagó, y Park se puso rojo hasta las orejas "Es un orgullo trabajar contigo." se sinceró, giñándole un ojo con diversión.
Jimin bufó, todavía sonrojado "Serás idiota..." masculló, y Yoongi abrió mucho los ojos con una mueca de puro asombro ¿Dónde estaba el Jimin tímido?
"¿Me acabas de insultar?" preguntó incrédulo, señalándose a si mismo con el dedo índice.
Jimin soltó una pequeña risa "Lo he hecho." corroboró, sorprendido de su propia valentía.
"¡Mocoso insolente!" exclamó el mayor "¿Donde está el Jimin tímido que no podía ni mirarme a los ojos?" quiso saber, visiblemente afectado con el cambio de personalidad del menor.
Jimin sintió sus mejillas sonrojarse, pero no se contuvo de contestar "Hyung, soy tímido con la gente que acabo de conocer." y en cierta manera sí era cierto, Yoongi no tenía por qué saber que su timidez excesiva con él se debía a que quizá estaba un poco muy enamorado de él. "Tú y yo ya nos conocemos, puedo insultarte con confianza."
"Dios, eres peor que Jungkook. Ese puto cabrón siempre dice que va a llorar para conseguir lo que quiere de mi y de Namjoon." se lamentó, negando con la cabeza y suspirando.
"¿Eso significa que si te digo que voy a llorar me compras un paquete de gominolas?" preguntó Jimin visiblemente emocionado, con los ojos brillantes y expectantes.
"Ni lo sueñes." se negó en rotundo el mayor, aunque en el fondo sabía que el rubio no tenía que ponerse a llorar para que él complaciese sus caprichos.
"Pero hyung..." murmuró Jimin con un pequeño puchero y los ojos cristalizados. Jugaba con sus manos y balanceaba sus pies bajo la mirada de Yoongi. Y oh Dios mío, Jungkook iba a tener que mejorar mucho su técnica si quería competir con los encantos de Jimin.
"Oh, Dios. Está bien. Te compro las putas gominolas." suspiró, acercándose a él. Jimin hizo un pequeño sonido de victoria, poniéndose en pie con una gran sonrisa "Recuérdame evitar que te hagas amigo de Jungkook." pidió, si esos dos se aliaban iban a ser su ruina.
"Lo haré, hyung." prometió el menor con una sonrisa inocente "Pero ahora vamos a por mis gominolas." pidió, dando un paso hacia la puerta,
Yoongi lo agarró del brazo, devolviéndolo a su sitio, justo frente a él. Jimin lo miró con la cabeza ladeada hacia la derecha, en señal de confusión "¿A dónde piensas que vas?" quiso saber, soltándole el brazo "No voy a ir a por tus gominolas gratis, tienes que darme algo a cambio."
Jimin puchereó confuso "¿Qué quieres a cambio, hyung?" cuestionó, confundido y ansioso.
Yoongi se dio unos toquecitos en la mejilla con el dedo índice "Dame un besito" exigió, y Jimin sintió su rostro sonrojarse hasta los inicios de su cabello.
"¿¡Qué!? ¿No!" exclamó, negando efusivamente con la cabeza. Claramente besar a Yoongi estaba en su lista de "cinco cosas que quiero hacer antes de morir" (era el único componente en la lista, en realidad) Pero aquella situación era vergonzosa, y el rubio sentía que se le iba a salir el corazón de lo fuerte que este golpeaba contra sus costillas.
Fue entonces el turno de Min de usar sus encantos, puchereando como si volviese a tener cinco años. A Jimin se le derritió el corazón ante la imagen "Vamos, Minnie... Es solo un besito en la mejilla..." batió sus pestañas de forma encantadora, acercándose un poco más al chico frente a él "Así de pequeñito..." murmuró, mostrándole una pequeña franja entre sus dedos, que estaban a punto de rozarse.
Jimin bufó, rindiéndose. Porque era débil a los encantos de Yoongi, y sabía que no ganaría nada llevándole la contraria. Además, aunque había empezado como una broma, realmente le estaban apeteciendo esas gominolas. "Está bien." resopló, y Yoongi sonrió en grande.
Jimin se desplazó hasta su lado, alzándose en sus puntillas porque Yoongi era unos centímetros más alto que él. Dio un pequeño suspiro antes de posar sus labios sobre la mejilla contraria. El perfume del pelimenta se enredaba en sus fosas nasales, y al rubio le temblaban las rodillas. Min retuvo el impulso de girar la cara, observando a Jimin a escasos centímetros de él, con el rostro sonrojado y los puños apretados a los lados de su cuerpo.
El mayor sonrió en grande, colgándose la mochila al hombro y pasando su otro brazo por los hombros del más bajo "No era tan difícil, ¿eh?" preguntó, oyendo a Park bufar en respuesta "Anda, vamos a por tus gominolas." concluyó, mientras ambos salían de la sala.
Yoongi lo llevó a casa como todas las tardes, mientras Jimin todavía evitaba su mirada.
Cuando el rubio bajó del vehículo Nin hablo de nuevo "Oh, casi me olvido. El trato incluía un beso en la mejilla y que vengas a verme al partido del viernes. Así que ya sabes." informó, con una sonrisa burlona.
Jimin quiso replicar "Per-"
Yoongi no le dejó, cortándole al instante "Nada de peros Jiminnie." recordó, oyendo al contrario bufar "Te veo mañana." se despidió, antes de desaparecer en la carretera.
Jimin suspiró.
Maldito pelimenta pianista con sonrisa de infarto.
ESTÁS LEYENDO
first love [yoonmin]
FanfictionDonde Jimin está enamorado del baile y de Min Yoongi. ❝ First love. El primer amor. Para Jimin la danza había sido su primer amor. Lo primero que había conquistado su corazón. Para él, la danza lo era todo. Lo único que conseguía hacerlo llorar y...