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Casi dos semanas después de su primer encuentro con Yoongi como su pianista Jimin tenía montada la primera parte de la coreografía. Apenas era una tercera parte del resultado final, pero no había sido un trabajo fácil; debido a que jamás había diseñado una rutina tan compleja y porque cada vez que tenía que bailar bajo la chispeante mirada de cierto pelimenta todas las partes de su cuerpo temblaban como si de repente se hubiese convertido en un flan marca Royal. 

Es por eso que el mayor de ambos no había visto todavía el progreso del rubio, a excepción de movimientos sueltos, puesto que el rubio había terminado de montarlo en la soledad de su casa. Lo había visto bailar con el resto del club en los festivales anuales, y debido a la ligereza, elegancia y limpieza de cada uno de sus movimientos no había podido despegar sus ojos un solo segundo de él. Porque cuando Jimin bailaba a Yoongi se le secaba la boca. No había palabras suficientes para describir su brillo sobre el escenario. 

Era por eso que Yoongi estaba especialmente nervioso esa tarde. Porque lo vería bailar de nuevo. Iba a bailar para él. Iba a bailar una de sus canciones, y cada vez que Yoongi lo recordaba le temblaban las manos. 

Park Jimin es una de esas personas con las que te encariñas fácilmente. Es suave y dulce, pero también tiene un lado rebelde. Es tímido, y a Yoongi le encanta verlo sonrojado. Con las mejillas rojas y sus ojos sonriendo de forma tímida. Simplemente adorable. 

"Yoongi joder, ¡me quieres hacer caso!" exclamó Jungkook a su lado con un puchero, como un niño pequeño (y en realidad no estaba muy lejos mentalmente de serlo)

"Te estoy haciendo caso." afirmó el pelimenta, aclarándose la  garganta y volviendo a recostar su cuerpo contra la silla.

"No lo hacías." replicó Jungkook de nuevo, y Min soltó un bufido.

"Lo estoy haciendo ahora." concluyó Yoongi, y Jungkook soltó un bufido acompañado de una mala mirada a su amigo.

"Te convendría alejar los ojos de Park y empezar a prestarle atención a tu mejor amigo." bufó el azabache recibiendo una mirada asesina de parte de Min.

"Mi mejor amigo es Namjoon." afirmó, con una sonrisa burlona "Y a ti te convendría cerrar la boca si no quieres que te la reviente a golpes." aconsejó, viendo a Jungkook abrir mucho los ojos.

El pelinegro se giró entonces al tercer comensal en aquella mesa, hasta entonces absorto en su lectura "¡Nam! ¡Yoongi me ha amenazado!" puchereó, viendo al mencionado levantar los brazos en señal de inocencia, pidiéndole silenciosamente que lo mantuviese al margen de la disputa. Jungkook puchereó entonces, dirigiéndose de nuevo al pelimenta "Si no me dices ahora mismo que soy tu mejor amigo voy a llorar." advirtió, sabiendo que Min no se negaría de esa manera.

Yoongi resopló "Pues llora." lo invitó, viendo el rostro del pelinegro convertirse en una mueca.

"En serio voy a llorar." murmuró, con los ojos cristalizados.

El pelimenta se rindió, porque era débil a su pequeño amigo pelinegro "Está bien." aceptó suspirando "Eres mi mejor amigo, Jungkook." admitió, viendo por el rabillo del ojo la mueca de diversión en el rostro de Namjoon.

Jungkook sonrió en grande antes de volver a hablar "Ahora dame un abrazo." exigió, con los brazos abiertos en su dirección.

Yoongi rechazó el contacto con una mueca de asco "Ni de puta coña." se negó, viendo a Jeon pucherear de nuevo.

"Pero hyungie..." murmuró, con los ojos cristalizados de nuevo.

Yoongi soltó un gran suspiro "Maldito mocoso de mierda." masculló, antes de abrazarlo.

Jungkook sonrió triunfante contra su hombro.

"Vaya par.." murmuró Namjoon negando con la cabeza "Toda la energía que usas en chantajear a Yoongi podrías usarla en hablar con Taehyung." sugirió, mirando directamente al azabache.

Jeon puchereó en respuesta, soltando un suspiro "Es un caso perdido..." masculló.

"No estará perdido si lo intentas." replicó el pelimenta, observando directamente la mesa en la que un rubio, un castaño y un peliazul almorzaban tranquilamente.

"Podrías aplicarte tus propios consejos." murmuró Namjoon, y Yoongi solo se pasó la lengua por los dientes antes de levantarse a tirar el contenido de su bandeja.

Como todas las tardes, dos horas después de lo sucedido en la cafetería, Jimin y Yoongi se reunieron en la que ya era su pequeña sala. Jimin con las piernas temblando con nerviosismo y Yoongi con las manos sudando por la misma razón. Se encontraron casi en la puerta, y Jimin sonrió antes de ser el primero en hablar.

"Hola, hyung." saludó, mientras el pelimenta abría la puerta de la sala.

"Hola, MInnie." saludó de vuelta el mayor, y aunque ya hacía algún tiempo que Yoongi usaba ese tipo de sobrenombres con él a Jimin todavía se le aceleraba en corazón al escucharlos.

Cuando ambos estuvieron dentro de la sala Yoongi de dirigió al piano, sentándose en el taburete frente al instrumento. Jimin se desplazó hasta uno de los bancos de la sala, posando su mochila y sacándose la sudadera.

Yoongi observó cada uno de sus movimientos, como si no quisiese perderse ningún detalle de estos. El rubio realizó algunos estiramientos, asegurándose de prevenir en la medida de lo posible cualquier tipo de lesión.

Una vez hubo acabado se dirigió a Yoongi "¿Podrías tocarla un momento, por favor?" pidió, y el pelimenta  asintió, remandándose las mangas de la camisa que llevaba sobre una de sus camisetas favoritas.

Min comenzó a tocar, observando como Jimin realizaba algunos movimientos con los brazos, supuso que repasando la coreografía. 

El rubio asintió cuando el pelimenta terminó de tocar, soltando una gran bocanada de aire por la boca y retrocediendo algunos pasos, hasta quedar en el centro de la sala "Vale. Estoy listo." informó, apartándose el flequillo de la frente "Cuando quieras, hyung." invitó, haciendo un pequeño gesto con la cabeza.

Y Yoongi obedeció, tocando las tres primeras notas de la partitura, y Jimin apenas se movió. Pero entonces, inesperadamente, empezó a deslizarse con soltura con la pista, y a Yoongi le costó un enorme trabajo ejecutar correctamente toda la melodía. 

Porque cuando Jimin bailaba no existía absolutamente nada más que él.

Y, en aquel preciso instante, Park Jimin bailaba solo para él.

first love [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora