14

3.5K 375 18
                                    

Los ensayos se volvieron más estrictos e intensos a medida que el tiempo avanzaba, la coreografía estaba casi  completamente montada a excepción de unos pequeños detalles, así que Jimin solo se dedicaba a limpiarla, asegurándose de que todo estaría perfecto el día del concurso. Aún faltaba más de un mes, y el rubio no podía creer que había llegado a pasar tantas horas junto a Yoongi.

Suspiró mientras se apartaba los cabellos de la frente, visblemente frustrado. Habían estado encerrados practicando por más de una hora, pero Jimin sentía que no habían avanzado absolutamente nada.

Yoongi lo observó con una mueca de preocupación "Vamos, Minnie. Descansa un rato. No vas a conseguir nada así." murmuró, levantándose hasta su lado y acariciándole la espalda con cariño.

El menor le dedicó una sonrisa triste "Soy un desastre." murmuró, incapaz de mirarle a los ojos por la vergüenza de estar fracasando.

Yoongi lo agarró por los hombros "Ni se te ocurra volver a decir eso." exigió, obligándolo a mirarle. "Te lo dije una vez y volveré a hacerlo: eres la la persona más talentosa que he conocido. Jimin, cuando tú bailas todo se detiene a tu alrededor. Eres la definición de arte. Sé que eres perfectamente capaz de ganar ese concurso con los ojos cerrados." le acarió la barbilla con cariño.

El rubio se sonrojó a más no poder. Yoongi era tan dulce y lo trataba tan bien que era imposible no caer ante sus palabras.

"Dices eso porque somos amigos." murmuró, mirando a sus pies con vergüenza.

Min lo obligó a mirarlo de nuevo "Lo digo porque es la verdad. Cuando tú estás en el escenario no existe nada más." aseguró, acariciándole la mejilla con cariño mientras sonreía de forma dulce "Ven aquí." pidió, acercándolo suavemente a su cuerpo.

Jimin se resistió con vergüenza "Pero estoy sudado." murmuró, con las orejas rojas.

El pelimenta (aunque por poco tiempo) bufó, pegándolo de nuevo a su cuerpo, haciendo caso omiso de sus reclamos "Nada de peros, Park." recordó, y Jimin rio, porque la frase se había vuelto ya una especie de pequeña broma entre ellos. El rubio pegó su mejilla al pecho del mayor, sintiendo sus latidos a través de la ropa, cerrando los ojos y permitiendo que la colonia del pelimenta se colase en sus fosas nasales.

Yoongi sonríe mientras reposa su barbilla sobre los cabellos contrarios, apretando el agarre en la cintura del menor. El contacto es tan dulce, y Min quiere quedarse así toda la vida.

Cuando se separaron el rubio fue consciente de lo cerca que habían quedado; Yoongi tenía la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, producto de los quizá algo más de cinco centímetros de altura que los diferenciaban. El rubio casi aguantó la respiración, mientras las palmas del pelimenta seguían reposando sobre su cintura.

"Eres simplemente increíble." aseguró Yoongi, y Jimin se perdió en como su voz sonaba extremadamente baja, su aliento chocaba contra su tez, como una suave caricia.

Park estaba mudo, aturdido por la repentina cercanía, esperando el siguiente movimiento de Yoongi como si él fuese incapaz de mover un solo músculo de su cuerpo.

Sintió la mirada del mayor clavarse en cada pequeña parte de su rostro, como si estuviese tratando de memorizarlo "Nunca dejes de creer en ti." pidió Min, mirando directamente hacia sus labios "E incluso si lo haces, yo siempre creeré en ti." prometió, y el rubio sintió como el contrario disminuía la distancia entre ellos un par de centímetros.

Jimin contuvo la respiración, entrecerrando los ojos. Todo aquello era como un sueño. Había pasado tanto tiempo pensando en cómo sería so Yoongi lo besase. En cómo se sentirían sus labios, en cómo lo agarraría de la cintura para estabilizarlo, en cómo sonreiría al sentirlo empuñar su camiseta con fuerza.

El teléfono de Jimin sonó justo cuando Yoongi estaba a punto de romper la distancia entre ellos, haciendo al menor abrir los ojos, despertando de su ensoñación, y al mayor maldecir por lo bajo mientras se separaba de él.

Park agarró el teléfono con las manos temblorosas y el rostro caliente, el corazón le latía furioso, producto de la timidez y la vergüenza que en ese momento se adueñaban de él.

"Dime, Hobi." masculló, sintiendo los orbes del pelimenta a unos metros de él clavados en su nuca.

"¡Jimin! ¡Trae a Yoongi a los aparcamientos ahora mismo! ¡Jungkook se ha vuelto loco y está golpeando a un chico!" exclamaba el castaño visiblemente alterado. Jimin era capaz de escuchar el barullo del fondo, y los gritos del que supuso que era Taehyung.

"Oh, Dios. Enseguida vamos." prometió, colgando rápidamente y recogiendo sus cosas "Tenemos que irnos. Jungkook se ha metido en una pelea." informó al pelimenta, que al oír el nombre de su amigo abrió los ojos como platos, imitando el gesto de rubio de recoger sus cosas y saliendo con prisa de la sala.

El rubio divisó un gran barullo cuando estuvieron a unos metros del aparcamiento, apurando el paso y siguiendo al pelimenta.

Yoongi lanzó su mochila al suelo cuando estuvo a unos metros de Jungkook, corriendo hacia él sin pensarlo.

"¡Jungkok! ¡Jungkook, joder!" exclamaba, haciéndose paso entre la multitud.

Jimin recogió su mochila, corriendo tras él hasta divisar la cabellera azul de Taehyung.

"¡Suéltame, Yoongi! ¡Qué me sueltes, joder!" reconoció la voz de Jeon, cargada de furia mientras tartana de zafarse del agarre de su amigo.

Se volvió entonces hacia Kim, que temblaba entre los brazos de Hoseok "Tae, Tae. Mírame. Vamos, estoy aquí."
trató de tranquilizarlo, agarrándole las mejillas con las manos antes de pegarlo a su pecho. "Vamos, respira. Respira, eso es."

El peliazul sollozó contra su cuerpo, y Jimin formuló un "¿Qué ha pasado?" hacia Hoseok, que solo se encongió de hombros con preocupación.

"¡Yoongi, joder! ¡Voy a reventar a este cabrón!" escuchó de nuevo la voz del azabache a sus espaldas, y su corazón dio un vuelco ¿Y si Yoongi salía herido? Se sentía estúpido por pensar en eso mientras tenía a su mejor amigo sollozando contra su pecho, pero se le hacía inevitable.

Por puro instinto se giró, con Kim todavía entre sus brazos, chocando los ojos con los de Min, que le pedían ayuda desesperados mientras sus brazos trataban de contener al azabache.

Jimin se separó de su amigo, devolviéndolo a los brazos de Hoseok mientras corría hacia el pelimenta.

first love [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora