28- Disparo.

335 25 7
                                    

Emma Jhonson.

Se escuchaban muchos pasos fuera, el ajetreo de la gente de este lugar me tenía los nervios de punta. ¿No les pasa que despiertan teniendo un mal presentimiento? ¿Cómo si algo malo fuera a pasar? ¿O no específicamente malo, pero presienten que algo sucederá y ya?... Bueno este es un día de esos.

Sofía y yo nos encontramos sentadas en los muebles de la pequeña habitación donde ya ni sé cuantos días tenemos aquí, es difícil calcular el tiempo cuando no se puede ver si es de día o de noche. Estamos comiendo –o al menos ella lo hace- una avena rancia con un trozo de pan que nos dejaron hace unas horas, Sofía parece no percatarse de los sonidos externos, pero yo sí, y es algo que me crea mucha ansiedad, bueno... Más de la que estar aquí ya me ha causado.

—Hey, ¿No presientes que algo pueda pasar? —Sofía levantó la mirada de su comida y me miró con el ceño fruncido en confusión.

—¿A qué te refieres? —preguntó.

—Hablo de que... —tomé una pausa para pensar bien cómo explicarle todo lo que tengo en mente justo ahora— Bueno, estoy notando mucho ajetreo fuera, la gente camina mucho allá afuera o se escuchan más que otras veces y me da la rara sensación de que algo pasa o algo pasará. No lo sé, quizás sean solo cosas mías pero presiento algo y no sé si sea algo bueno o malo. —Sofía meditó en cada una de mis palabras mientras yo mantenía mi mirada ansiosa que iba de ella hasta la puerta de aquella habitación.

—Bien, comprendo. Me sentí así los primeros días, con esperanzas de que algo pasara, así sea algo malo pero quería que algo pasara, quizás sólo sea un presentimiento causado por tu ansiedad, y bueno si he notado el ajetreo allá afuera, pero creo que deben ser cosas de ellos, ya perdí las ganas de sacar conclusiones positivas para nosotras. —bajó un poco la mirada, podía notarse a una larga distancia las pocas ganas que ya le quedaban a Sofía.

—Sí, está esa gran posibilidad de que este presentimiento que tengo sea a causa de mi ansiedad por estar en este lugar, pero algo... De verdad no estoy loca cuando digo esto, pero creo que algo pasará. —dije casi que con el corazón en la mano, de verdad creo esto y necesito que ella lo entienda.

—Ok, como quieras, sigue creándote falsas ilusiones, yo ya acepté que no saldremos de aquí. —Sofía se levantó con rapidez lo cual la hizo marearse y tambalear, me levanté para ayudarla pero me apartó de un manotazo y se fue a llorar.

Últimamente Sofía ha estado muy sentimental, basta con decirle solo unas palabras y ya rompe en llanto, he intentado hablar de eso con ella pero cada vez empeora más. Y me preocupa demasiado.

Decido ignorar un poco su actitud y me acerco para hablar con ella, pero cuando me puse de pie la puerta de la habitación de abrió de par en par y entraron tres mujeres vestidas de enfermeras, todas con una expresión fría y con la mirada fija en Sofía, en ese momento sentí miedo, el miedo más profundo que podía haber sentido en ese momento. Lo entendí, le harán daño y no sólo a ella, a su bebé también.

—¡Hey! ¡No se le acerquen! ¡No se atrevan a tocarle ni un pelo! —les grité con ira y me acerqué echa una furia.

Lamentablemente solo bastó con que me acercara un poco y una de las enfermeras me tomó con agresividad y me inyectó algo en el cuello que al instante me hizo sentir mareada y sin control de mi cuerpo. De repente caí al suelo y no podía formular ni una palabra ni mover mi cuerpo pero internamente gritaba y lloraba sintiendo que le fallaba a Sofía. Pude ver como sacaban a Sofía llorando y pataleando, pero yo no pude hacer nada, no tenía fuerzas y poco a poco todo se tornó de negro.

Lucas Morris.

Los nervios nos consumían, nos mirábamos a cada instante y era imposible no sentir miedo. Cody se veía muy sereno al igual que Marco y por otro lado yo no me encontraba así, mi mirada se paseaba una y otra vez de todos aquí hasta la puerta de metal que queda fuera del bar de mi padre.

Mi Amado Problema. (Problemáticos #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora