14- Fire

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Emilia Jhonson.

Una notificación en mi teléfono me hizo sobresaltarme de mi meditación. Estaba haciendo algo de yoga, pero mi teléfono estaba en contra de verme feliz y relajada.

Tomé mi teléfono con disgusto y leí un mensaje entrante.

*Natalia:

―Hola Em, ¿cómo estás? ¿Qué tal con Brandon?

El raro interés de mis amigas hacía mi relación con Brandon empezaba a sonarme mal, si no era Natalia era Rose, ambas preguntaban siempre por nosotros. Sé que son mis amigas y que les importa mi relación y mi bienestar, pero me suena raro que eso sea lo único que pregunta de un tiempo para acá.

Me levanté con pereza del tapete donde estaba sentada para ir a la cocina. En la cocina se encontraba Brandon, de espaldas a mí y con su teléfono en mano, estaba viendo con mucha atención algo en su teléfono. Corrí con sigilo y me escondí detrás de la isla de la cocina y cuando ya estaba lista para asustarlo Brandon dejó su teléfono en el mesón y se fue al patio trasero.

Sentí la gran curiosidad de ver que observaba Brandon tan concentrado. No quería pero mi instinto de "novia celosa" me dijo que observara. Me acerqué y tomé el teléfono entre mis manos.

Brandon estaba en Instagram y para mi sorpresa Brandon estaba mirando el perfil de Emma, justo tenía abierta la última foto que Emma subió, está con Marco en el gimnasio de aquí, es muy linda ambos se ven muy lindos, pero lo que no entiendo por qué Brandon miraría una foto de Emma tan atento y para agregarle su perfil completo.

Justo cuando intenté ver un poco más, dos mensajes hicieron su aparición y sólo pude ver los nombres de las personas que lo enviaron.

Natalia. 

Rose.

Porque cuando quise ver más la voz enfurecida de Brandon resonó por toda la cocina.

― ¿Qué se supone que haces Emilia? ―me miró airado.

―Te llegaron dos mensajes, quería ver quién era para ir y decirte, no tienes de qué preocuparte o porque molestarte Brandon. ―dije frunciendo el ceño yo ahora.

― ¡Pero son mis malditas cosas Emilia! ―espetó con mucho más enojo―. Tú te enojarías si yo tomara tu teléfono.

―No Brandon te equivocas, si se supone que no tengo nada que esconder no me importaría que tomaras mi teléfono, o dime tu Brandon, ¿escondes algo? ―musité y nuestras respiraciones se volvieron agitadas por el enojo.

―Yo no tengo nada que esconder, dame mi maldito teléfono y olvidemos que esto pasó. ―dijo indiferente.

― ¡No Brandon! ―vociferé alterándome―. ¿Qué mierda pasa contigo?, últimamente empezaste a ser indiferente conmigo, tomo tu teléfono y descubro que miras fotos de mi hermana y no sólo eso sino que ahora también hablas con mis dos amigas, ¡¿Qué rayos te pasa a ti?!

Brandon me miró con odio, cosa que me desgarró el alma, él nunca me había mirado así.

―No te importa lo que hable o vea en mis redes Emilia, sabes que te quiero y nunca pensaría en alguien más que no fueras tú ―cambió su semblante a un suave y sonrió―. Olvidemos esto Emilia, disculpa si te respondí mal, pero me enoja que desconfíes de mí, por eso siempre tenemos problemas y lo sabes, siempre es por tu desconfianza. ―bajó la mirada.

¿Es cierto?

¿Esto es mi culpa?

Sí, todo esto es mi maldita culpa por ser tan desconfiada.

Mi Amado Problema. (Problemáticos #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora