Cody Williams.
Iba a matar a Lucas, lo juro, lo haría, quizás no hoy, pero de que le iba a partir la cara lo haría.
—Bien... Entonces me dices, ¿Qué Lucas se fue a pie porque su auto último modelo le molestaba? —me mostraba serio pero dentro de mi reía, Blair no sabe mentir.
—Si así fue, estuvo aquí y dijo que... —empezó a mirar a todos como buscando ayuda—. Iría a fumar al bar que está cerca de aquí.
Solté una risa totalmente sin gracia. ¿Lucas fumando? Si lo hacía de vez en cuando, pero luego de que yo dejara de hacerlo él prefirió también dejarlo de lado, solo fumaba cuando estaba estresado o si le apetecía de vez en cuando, muy rara vez lo veía en eso.
—Un bar posiblemente corriente en una zona de riquitos, ¿alguna otra mentira? —reí y todos miraron a Blair con los ojos bien abiertos.
— ¿Quieres un foto con Gael? —preguntó Sofía para cambiar el tema.
—Sin duda alguna.
Me puse de pie y Sofía me entregó el niño. El gordito de ojos color miel me miraba mal y me pregunto que le habremos hecho Lucas y yo a él. De la nada el bebé me abrazó del cuello y se puso cómodo en mi hombro. Definitivamente este bebé es tan bipolar como la mamá.
—Sonríe. —indicó Sofía y así hice.
Sacó la foto y de la nada se oyó un grito a lo lejos. Me giré a ver hasta dentro de la casa por donde estoy muy seguro que vino el grito. Definitivamente Lucas tendrá serios problemas conmigo ahora.
—Así que no hay nadie más aquí, decían. —les sonreí a todos y ellos se miraban entre ellos nerviosos.
—Esa es mi tía, tiene piojos y se altera cada vez que se mueven en su cabeza. —soltó Sofía haciendo que los demás rieran.
Ya han metido miles de excusas y me han mantenido aquí una hora entera, estoy muy seguro que Lucas está aquí y si se está escondiendo, sé quien está con él. Tan solo pensar en verla me hace sonreír como imbécil. «Mi encantadora problemática»
—Claro, la tía piojosa. —rodé los ojos y reí con burla.
—Si no quieres infectarte también de piojos será mejor que te quedes aquí. —musitó Ángela y yo asentí.
— ¿Por qué retrasan lo inevitable? —le regresé el niño a Sofía.
Todos se miraron entre sí con miedo a lo que seguramente pasará a continuación. Saben que no pueden detenerme, no pueden, nadie puede cuando se trata de ella.
—Por favor, no lo hagas. —Mateo me tomó del brazo y yo le sonreí.
—Claro que lo haré.
Sin dejar que nadie se interpusiera en mi camino empecé a correr dentro de la casa para subir las escaleras. Mateo y Evan corrían detrás de mí y recordé aquellos tiempos en el instituto donde los hacía enojar a los tres y luego los hacía perseguirme por todo el instituto.
— ¡Detente Cody! —gritó Mateo.
Lo ignoré y seguí corriendo, deteniéndome a ver en cual habitación entraba, vi la primera puerta y pensé ¿Qué haría Lucas si estuviera huyendo para esconderse? Simple... Esconderse en la primera puerta que encontrara. Siempre ha sido bastante imbécil, piensa con inteligencia para ciertas cosas, pero para situaciones desesperadas es un completo imbécil en ocasiones. ¿O será porque lo conozco demasiado como para saber todos sus pasos y ya nada de lo que hace me sorprende?
Justo cuando estaba por abrirla Evan se me tiró encima haciéndome girar por el suelo, volví a levantarme y corrí a la puerta, esta vez Mateo me detuvo derribándome al suelo de nuevo.
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Mi Amado Problema. (Problemáticos #2)
Teen FictionLucas Morris, un chico frío, rudo, cruel, insensible y deshonesto. Esas son las características de este chico, pero luego de haber conocido a una chica de abundantes rizos y ojos verdes, su vida cambio. Poco a poco empezó a mejorar, pero aun guardab...