19- Ella no está bien.

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Una semana después.

Lucas Morris.

Miré de nuevo el mensaje en mi teléfono, un escalofrío me recorrió y mis manos empezaron a sudar.

Estaba nervioso, esta mañana la tía de Emma me envió un mensaje diciendo que quería hablar conmigo. No sé que quiera hablar conmigo, pero me aterra que ella quiera decirme algo malo de Emma. Tengo más de una semana entera sin verla y estoy seguro que algo le sucede, y creo que por eso se debe el mensaje de la tía de Emma, o quizás solo quiera reclamarme por como he tratado a Emma, en verdad no lo sé, pero estoy nervioso.

Con las manos temblando en el volante pisé fuerte el acelerador y conduje con rapidez calle tras calle. Quiero llegar lo antes posible, puede que tenga mis diferencias con Emma pero si su tía me envió un mensaje es porque algo serio debe estar pasando.

Minutos después estaba frente a la casa de Emma sintiendo el corazón desbocado, sin embargo me acerqué a paso rápido y decidido, sin esperar más, mientras más rápido entrara más rápido saldría. Toqué el timbre y me pareció raro no recibir una respuesta inmediata, toqué nuevamente y luego escuché unos pasos acercarse.

La persona que salió a encararme me creo una furia de otro mundo.

¿Qué coño él hace aquí?

—Hasta que al fin nos topamos, ¿Lucas? —el pelinegro entrecerró un poco sus ojos.

Asentí respirando con dificultad a causa de la ira— Sí, el mismo.

—Un gusto conocerte, soy Marco Collins. —estiró su mano y me dedicó una sonrisa maliciosa.

—Lucas Morris, el placer es mío y por lo que veo te han hablado de mi, o quizás hayas preguntado por mí, claro quién no le gustaría saber de Lucas ¿no? —estreché su mano y le di un fuerte apretón al igual que imité su sonrisa, sé que mi comentario pudo sonar odioso desde como lo veo yo, si mi presencia le molesta entonces atacaré su ego.

—Oí por ahí un par de cosas y me dio curiosidad, quería conocer al chico que pudo construir y destruir tanto como pudo y quiso, y que aun lo sigue haciendo, también oí por ahí que tu apellido era Williams, ¿es cierto? —enarcó una ceja y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón deportivo.

¿Me cabreo?

Sí. Él imbécil sabe como atacar.

No me gusta que me vean siempre como el malo de la película aunque lo sea, ni que me recuerden siempre las mierdas que hice, y mucho menos me agrada que me digan "Lucas Williams".

—No creo que eso sea de tu incumbencia pero sí, mi apellido es Williams. —espeté con firmeza y seriedad ya mostrando mi cabreo.

Él soltó una risa amarga— ¿Y qué te trae por aquí? ¿No tienes mejores cosas que hacer que venir a dañar la bella vista que tiene la entrada de esta casa?

Ahora yo solté una risa amarga— Creo que me das mucha importancia Marco, no debería importarte mucho lo que haga o no haga aquí, pero bueno ya sé que me vez como una pieza importante o como un desafiante para ti, ¿no es así? —me encogí de hombros y Marco seguía con su mirada fría puesta en mi.

—Sólo lo hago para fastidiarte, tú tampoco te creas tan importante, estoy intentando tocar un poco tu ego y creo que lo estoy logrando. —me guiñó un ojo y no pude evitar sentir una furia incontenible recorrer mi cuerpo.

—No Marco, ni un poco —le sonreí y en su rostro creció una sonrisa torcida que me hizo recordar mucho a Cody—. Ahora si ya te cansaste de molestarme, ¿está la tía de Emma?

Mi Amado Problema. (Problemáticos #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora