Apagando la estufa, coloqué la sopa recién preparada en un plato hondo, revolviéndola un par de veces para luego colocarla en una bandeja junto a un vaso de jugo que ya tenía listo.
Llevando cuidadosamente la comida camine por el pequeño pasillo hasta la habitación que compartía con Stiles, viendo a este sentado perezosamente en la cama con los hombros ligeramente fruncidos y sus manos sosteniendo su cara.
- Mi amor- hable despacio y con la voz un tanto ronca, intentando no sobresaltarlo y que el dolor de su cabeza no aumentara- Aquí esta, intenta comer lo que mas puedas, ¿De acuerdo?- mi chico asintió con debilidad.
Tensé mi mandíbula cuando vi que al levantar la cuchara su mano tembló furiosamente y una mueca apareció en su rostro. No entendía que estaba pasando. Desde hace ya un par de días había estado presentando algunos síntomas extraños; mareos, dolor de cabeza, debilidad, y en ocasiones se veía algo perdido, pero él seguía sin hacerme caso, decía que era un simple resfrío por el mal tiempo que estaba empezando a hacer por la época de invierno.
Quitando con delicadeza la cuchara entre sus dedos, la tome y me senté junto a él, empezando a alimentarlo con paciencia.
- G-Gracias- murmuró con la voz quebradiza, cabeceando de vez en cuando.
- Stiles.. quiero que vayamos al hospital, esto... esto no es un simple resfrío- hablé con firmeza, pero la respuesta de Stiles fue inmediata, un quejido saliendo desde lo más profundo de su garganta- Estas tan frágil, ¿No estas preocupado?
- No, Derek, los resfríos son así y no quiero ir a una puta consulta.
Bufé, sabiendo lo terco que era y que íbamos a terminar discutiendo si seguíamos hablando, pero no podía simplemente quedarme callado.
- ¿Y qué mierda quieres hacer entonces? ¿Esperar a que se te pase solo?
- Sí.
Cerré los ojos unos segundos calmando mi respiración, pero cuando la rabia no se fue decidí simplemente mantener el rostro inexpresivo mientras lo alimentaba en silencio. Odiaba que fuera tan despreocupado hacia su persona.
Cuando Stiles termino la sopa y tomo un poco del jugo, tome la bandeja y me fui a la cocina sin decir nada, dejando las cosas en el mesón y apoyando mi frente contra la pared. Estaba tan frustrado.
Cinco minutos después, unas pequeñas manos pálidas se deslizaron alrededor de mi torso con suavidad, pero aferrándose firmemente a mi camisa.
- No te enojes conmigo, por favor, no te a-alejes- balbuceo, su voz rompiéndose al final- Se que soy un grano en el culo y lo lamento, pero no te c-canses de mí.
Tragué duro mientras giraba sobre mi propio eje, tomando automáticamente a Stiles por las caderas al ver que sus piernas temblaban por el esfuerzo de mantenerlo en pie.
- Nunca me cansaría de ti, Stiles- confesé con suavidad- Pero odio verte así.
- Ya se pasara, me cuidare más cuando salga e intentare no fumar en las mañanas por el frío, ¿Sí? Pero no... no me odies- negué mientras suspiraba, tomándolo hábilmente por los muslos y cargándolo nuevamente a la habitación, acomodándome bajo las frazadas con mi chico entre mis brazos.
- Te amo muchísimo, caramelo, nunca me iré y obviamente nunca podría odiarte- masajee su cabello mansamente cuando termino de acomodarse sobre mi pecho, su rostro quedando escondido en la curvatura de mi cuello y su cuerpo encogido en posición fetal.
- Si no mejoro en una semana... aceptaré ir al doctor.
- ¿Enserio? Gracias, amor.
- Pero ahora sigue masajeando mi cabello.
Reí entre dientes y forcé uno de mis brazos alrededor de él para mantenerlo cálido y firme mientras que mi mano libre viajaba nuevamente a su cabeza, logrando que su respiración se regulara y cayera profundamente dormido a los minutos.
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Tú Puedes, Amor [STEREK]
Teen FictionDerek esta profundamente enamorado de su novio. Stiles esta teniendo síntomas extraños, pero no quiere hacer nada al respecto. Derek Hale: 23 años. Stiles Stilinski: 21 años.