Llevaba mirando a Stiles algunos minutos, dormía tranquilamente con uno de mis buzos para entrenar y mi remera vieja de los Rolling Stones en medio de nuestra cama mientras mantenía una expresión relajada pese a que su respiración fuera irregular y dificultosa.
Pasee la mirada a lo largo de todo su cuerpo notando como la ropa le quedaba floja en su delgada contextura, dejando expuesta la piel grisácea y el hueso en su cadera que destacaba furiosamente al igual que sus muñecas y clavículas.
¿Esto era lo que mi chico estaba buscando?
¿Él pensaba que ese tipo de huesos era hermoso?
¿Acaso nunca fueron suficiente mis palabras?
Ladee la cabeza y me adentre a pasos lentos en la habitación, escuchando solo mis pasos retumbar en el suelo de madera, el viento chocar con las ventanas, mi corazón palpitar y su pesada respiración a mi alrededor.
Sentándome a un lado de su cuerpo estirado en la cama, sonreí con tristeza y negué mientras pasaba mi mano por su mejilla en un delicado toque.
Era perfecto, simplemente maravilloso, ¿Qué más quería?
- Hmm... ¿Sourwolf?- murmuró con voz pequeña y vibrante, sus ojos aun se mantenían cerrados.
- Sí, mi chico precioso. ¿Dormiste bien?
Asintió despacio, bostezando ruidosamente antes de enrollarse a mi alrededor, su cabeza descansando ahora en mis piernas.
- Volviste a-antes, creí que entrenarías más rato.
- Surgió algo, bebé.
- Quería p-prepararte la cena- balbuceo contra mi pantalón- Scott me enseño a c-cocinar y pretendía sorprenderte hoy, sé que estas cansado de esta situación.
Pase mi pulgar por entre sus labios, logrando que entreabriera la boca y mordisqueara mi dedo perezosamente.
- ¿Puedo besarte?
Stiles abrió sus ojos por primera vez en todo este tiempo, dejándome ver sus irritados orbes whisky brillantes y confusos en mi dirección.
- Por supuesto que sí, grandulón.
Sonreí ladinamente y lo ayudé a acomodarse en mi regazo, sus piernas a cada lado de mis caderas y sus brazos enredándose en mi cuello.
Cerré los ojos y me desconecté, disfrutando de las dulces y suaves caricias que estaba dejando Stiles en mí, sus delgados dedos masajeando cuidadosamente mi cabello mientras que sus labios húmedos repartían besos lentamente por la piel de mi garganta, subiendo dócilmente entre chupetones por un costado hasta llegar a mi mandíbula. Solté un suspiro cuando noté su lengua perfilar mi piel, sus dientes jugueteando contra mi boca esta vez.
Abrí los ojos con dificultad, manteniendo el cuerpo quieto y la mirada fija en sus pupilas que recorrían mi torso en concentración al igual que sus frías manos.
- S-Stiles- hablé, sintiendo un nudo en mi garganta y mi pecho arder.
Mi chico levanto la mirada al instante cuando me escucho, su ceño profundamente fruncido en preocupación.
Dios, lo amaba tanto.
¿Por qué no podía amarse?
- ¿Qué pasa, Derek?¿Mi amor? Háblame, grandulón, sabes que haré lo que sea para que estés bien.
- ¿Enserio?
- Por supuesto que sí, lo sabes.
- ¿Entonces por qué no has parado de hacerte daño si sabes que también me lo haces a mí?
- ¿Q-Qué?
- Me has mentido sabiendo que me rompería, nos has engañado a todos.
- Derek... ¿Qué estas d-diciendo?
El timbre resonó por todo el apartamento, logrando que un escalofrío me recorriera por toda la columna vertebral. Ya era hora.
Los ojos de Stiles esta vez lucían completamente vacíos, oscuros, sin vida mientras que su rostro estaba petrificado en una expresión de puro terror.
Él no quería aceptar lo que estaba pasándole.
Nunca pudo hacerlo.
- No has mejorado porque has estado vomitando las pastillas y lo que comiste todas estas semanas, ¿Verdad?- reí desolado, mis ojos humedeciéndose mientras forzaba mis manos en su cintura intentando que no desapareciera- Me has dicho en la clínica que esta vez no querías morir, ¿Me dices que querías lograr entonces?
Stiles se levantó de mis piernas como si mi toque quemara, tambaleándose hacia atrás y cayendo al piso duramente, mientras lágrimas y sollozos escapaban de su pecho.
Había miedo y algo más que no pude descifrar en su mirada perdida.
- ¿Q-Quien esta tocando el timbre? ¡¿Quién está afuera?!
- Hago esto porque te amo con todo mi corazón, aun no me doy por vencido- respondí gravemente mientras me levantaba, dándole una última ojeada a mi novio- Incluso si tu ya lo has hecho.
- ¡Derek, n-no, no, lo s-siento m-mucho! ¡L-Lo sient-to! ¡Lo siento! ¡No me d-dejes, por f-favor! ¡No! ¡No abras la puerta! ¡Derek! ¡Perdóname, por favor, esta vez prometo que lo intentare, lo prometo! ¡Lo juro! ¡Derek! ¡¡Derek!!
Tragué duro.
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Tú Puedes, Amor [STEREK]
Ficção AdolescenteDerek esta profundamente enamorado de su novio. Stiles esta teniendo síntomas extraños, pero no quiere hacer nada al respecto. Derek Hale: 23 años. Stiles Stilinski: 21 años.