Tú Puedes, Amor [STEREK]

Tres meses después, parte dos.

- Derek, p-por dios... ¡Más, por f-favor!

Gruñí ante la vista desnuda de Stiles encima del lavamanos, quien tenía la cabeza apoyada flojamente en el espejo y su mano alrededor de su pene mientras que sus muslos temblorosos yacían completamente abiertos, sumándole a la imagen cuatro de mis dedos insertados en lo más profundo de su ano.

- ¿Es que acaso quieres mi puño, corazón?- susurré roncamente contra la piel de su pierna, mordisqueando tranquilamente al mismo tiempo que masajeaba su próstata con mis uñas.

Stiles soltó un quejido placentero, sus piernas amenazando con cerrarse en cualquier momento.

- Te q-quiero ya adentro, Derek. Ha pasado t-tanto tiempo- balbuceo con la voz quebradiza, sus ojos húmedos mirándome fijamente en concentración, pero sin detener su masturbación- Te necesito.

Sonreí ladinamente y asentí, retirando con cuidado mis dedos de él.

Escupí en mi pene y lo jalé un par de veces antes de atacar los gruesos labios de mi chico, besándolo rudamente mientras lo penetraba con lentitud, pero sin detenerme, sintiendo como sus paredes anales me envolvían de forma exquisita.

- ¿Estas bien?- murmuré contra su mejilla cuando sentí mis testículos contra su trasero.

Stiles asintió, su pecho subiendo y bajando frenéticamente mientras presionaba sus dedos en mi nuca en desesperación.

- S-Solo espera un poco, estas... mierda, Derek- suspiro tembloroso, su cabello sudado pegándose hermosamente en su bonito rostro sonrojado.

- Dilo.

- Derek...

- Vamos, precioso, déjame escucharte- ordene, sintiendo mi miembro punzar dentro de él.

- Grand-de, grueso, m-muy largo, es demasiad-do...- gimoteo mientras intentaba separarse un poco de mí, pero lo mantuve presionado en su lugar firmemente por las caderas- Me s-siento tan lleno.

Gruñí y asentí, conforme con su respuesta.

- Perfecto.

Los ojos de mi chico revolotearon hacia atrás y su boca se abrió obscenamente cuando atine la primera embestida contra su desmoronado cuerpo, logrando que temblara y lágrimas de excitación pura escaparan de sus ojos perdidamente dilatados.

...

Reí cuando visualicé a Stiles bailando borrachamente en medio de la pista con Scott a su lado, riendo, conversando y sonriendo con libertad ignorando todo a su alrededor.

Habíamos celebrado tranquilamente el nuevo trabajo de Scott en un lujoso restaurante, pero cuando nos aburrimos decidimos que era mejor ir a cambiarnos de ropa por algo más cómodo e ir a ahogarnos en alcohol, que es la razón por la que nos encontrábamos ya a mitad de la noche en este lugar.

Tomé un último tequilazo y dejé el pequeño vaso en la mesa, sintiéndome más feliz, tranquilo y relajado de lo que recordaba en mucho tiempo.

- No puedo creer que dejaste cojeando a Stiles de esa forma.

- ¿Qué?- reí fuertemente ante lo que dijo Isaac, quien rodó los ojos y tomo un sorbo de su bebida sin alcohol, ya que él sería el conductor designado de la noche.

- Solo míralo, por favor, es imposible que baile así.

Negué con diversión, pero finalmente me encogí de hombros.

- Es maravilloso, déjalo en paz.

La música y luces fluorescentes de la discoteca nos rodeó unos segundos cuando estuvimos en silencio, simplemente observando en dirección al par de ebrios que hacían el ridículo causando risas a los demás y calor en nuestros corazones.

- Isaac- susurré despacio, sintiendo una sensación burbujeante nacer en medio de mi pecho.

- Dime.

- Él esta bien.

- Lo sé, solo hay que echarle un vistazo para darse cuenta.

Tragué duro, aun sin creerme por completo lo que sucedía luego de tanto sufrimiento.

- No, me refiero a que él... realmente esta bien, cada día es mejor que el anterior y ha vencido ya todos los obstáculos posibles, no ha vuelvo a desmoronarse, ni siquiera por pesadillas, por palabras que escucha casualmente o por su nuevo reflejo, es... irreal.

Isaac asintió con una sonrisa en sus facciones, pasando un brazo por mis hombros y regalándome una ligera caricia en el brazo.

- Y permanecerá así, amigo. Lo prometo.