Tú Puedes, Amor [STEREK]

Un mes después

Pase las manos por mi rostro repetidas veces, intentando mantener la respiración calmada y que el enojo que sentía disminuyera un poco para no empeorar la situación.

- Noah, te repito por última vez- hable despacio y ronco, fijando la vista en su rostro- Stiles se quedará conmigo.

- Derek- suspiro, formando una leve mueca en sus labios- Se que quieres estar con él, pero creo que en casa estará mejor.

- Él vendrá a casa- gruñí mientras me levantaba de la silla y me enfrentaba al padre de mi chico. 

Luego del primer encuentro con mi caramelo desde que lo interne tuve que volver a dejarlo al Centro de Asistencia Terapéutica, pero ya no me prohibieron más visitarlo, podíamos incluso salir todo lo que quisiéramos con la condición de que fuera después del almuerzo y volviera antes de la noche para que así siguiera cumpliendo la dieta y el tratamiento.

Sin embargo, luego de dos meses ya en el centro, se había decidido que Stiles ya podría irse por la enorme mejora que presentaba, pero que siguiera los cuidados en casa.

Y ese era el problema que el padre de Stiles no comprendían.

¿Cuál es su casa?

Junto a mi.

- Per-

- Pero nada- corte a  Noah- Mientras usted llamaba un par de veces al mes, yo compartía cada segundo a su lado. Cometí un error al no notar lo mal que estaba, ¿Pero usted acaso lo hizo? No, en cambio yo al instante que lo supe me encargué de internarlo en este jodido lugar para que mejorara. No me venga a decir que con usted estará mejor porque, créanme, no lo estará- dije cortante.

El Sheriff me cae bien, pero esta conversación era simplemente una pérdida de tiempo.

Antes de que pudieran responderme, mi precioso novio salió con Morrell a su lado por la gran entrada conversando animadamente con papeles en sus manos.

- Stiles- murmuré dando un paso hacia adelante.

- ¡Derek!- grito feliz mi moreno cuando me vio, dejando a Marin hablando con la secretaría del lugar mientras le entregaba bruscamente los documentos y corría en mi dirección. Sonreí al instante y lo envolví entre mis brazos, amando sentirlo pegado a mi cuerpo. Bese su frente, nariz y mejillas, acariciando suavemente sus manos.

- ¿Todo bien?

- Todo bien, grandulón. ¡Soy libre!

Reí y asentí, olvidando por completo la ira que sentía segundos atrás. 

Con Stiles lo único que sentía era felicidad.

- Estoy tan contento por ti, mi vida. Todo esto lo lograste tu solo.

Stiles solo sonrió, luciendo un nuevo brillo en sus grandes orbes whisky.

Perfecto.

- ¿Ya nos vamos a casa?- susurró parándose de puntitas, rozando apenas mis labios mientras acunaba mi rostro.

- Por supuesto que sí, hermoso.

- Mieczyslaw.

Borre la expresión tranquila que tenía y la cambie por un semblante serio al escuchar la voz de Noah, irguiéndome de golpe mientras sujetaba a Stiles por la cintura.

Stiles frunció el ceño, dando confusas miradas de su padre hacia mí.

- ¿Me perdí de algo?- pregunto con lentitud- Papa, ¿Qué pasa? ¿Y que haces aquí?

Mordí mi labio inferior.

- ¿Cómo que qué hago aquí? ¡Soy tu padre, Stiles! Y quiero llevarte a casa hasta que estés completamente bien.

Stiles levanto una ceja en dirección a su padre luciendo prepotente, pero note como se acerco ligeramente a mi costado mientras que su mano se forzaba en mi camisa por la espalda.

- ¿Por qué creen que yo aceptaría algo así? Es decir, sí, tenemos una buena relación y te quiero, no hay duda de ello, pero vamos... ¿Cuántas veces viniste a verme? Ninguna, y no por el hecho de que no te dejaran, si no por tu trabajo, y si creías que un par de llamadas lo arreglarían- rio con desganas- Estabas muy equivocado. Si lo que sientes es culpa, no tienes porqué, yo ya tengo lo que necesito, y sí... es solo a Derek, pero puedes llamar cuando quieras y visitarnos, siempre serás bienvenido, ¿Verdad, Sourwolf?

- Claro que sí, corazón.

El padre de Stiles lucía profundamente descolocado, pero sentía que en el fondo el sabía cuánta razón tenía mi castaño.

Stiles se separó de mi y se acerco a su padre, abrazándolo rápidamente y besando su mejilla logrando que lo tenso que estaba disminuyera.

- Te quiero, ¿Bueno? Pero no iré contigo, se cuan importante es tu trabajo y que no puedes simplemente dejarlo, lo entiendo, y es por eso qué iré con mi novio a casa...

Cerré los ojos y respiré tranquilo.

No podía esperar a ver los siguientes momentos en que Stiles demostrara lo bien que se encontraba ahora. Sabía que habría recaídas más adelante y sería difícil, pero él era fuerte, siempre lo ha sido, solo necesita que alguien lo atrape por si cae.

Y ese siempre seré yo.