Dos meses después

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Las reglas que tenía que seguir mi chico eran muy simples: seguir al pie de la letra el horario y la dieta establecida, dos veces a la semana ir a terapias grupales al mismo centro de asistencia terapéutica en donde lo interne, disminuir la cantidad de cigarrillos, y mantener sesiones telefónicas con Morrell cada tres o cuatro días para verificar como estaba todo. Las reglas eran fáciles y mi chico se mantenía, pese a eso, igual hubo pequeñas recaídas, donde de vez en cuando no tenía hambre y prefería fumar, o donde le daba pereza ir a la terapia y quería dormir, pero nunca lo deje salirse con la suya, no más. Sin embargo, excluyendo esas situaciones particulares todo había estado bien al igual que su estado de ánimo.

Hasta ahora.

- Stiles, mi amor, necesito que respires- susurré tranquilo mientras acunaba su rostro y acariciaba sus mejillas mojadas en lágrimas lentamente.

Mi chico me había despertado en medio de la noche gritando escalofriantemente gracias a una pesadilla, llorando y forzando sus uñas en su piel sudada al mismo tiempo que temblaba y se retorcía bajo las sábanas sin saber que hacer.

- ¡N-No puedo! No puedo, no puedo- balbuceo frenético, mirándome con los ojos alarmados y húmedos- D-Derek...

Levante las frazadas y lo tome en mis brazos rápidamente, permitiéndole refugiarse en mi pecho mientras salía al balcón, importándome poco el frío que hacía.

- Shh...- lo silencie dulcemente intentando mantener el control de la situación- Ya paso todo, caramelo. Solo fue una horrible pesadilla, nada más, ahora estas aquí conmigo, a salvo. Respira para mí, lento- recalqué.

Stiles se quejo audiblemente, empezó a respirar lentamente, llorando y gimoteando de vez en cuando hasta que su cuerpo fue perdiendo poco a poco el temblor y la fuerza, quedándose laxo y dócil en mi regazo casi a los diez minutos después.

Bese su frente un momento, solo manteniéndolo firme y seguro dejando que sintiera el frío de la noche para que se despejara y volviera totalmente a la realidad.

- L-Lo siento.

- ¿Qué?

- No se q-que me paso- musito con debilidad, sus ojos apenas abiertos y sus manos aferrándose lánguidamente a mí. Negué en respuesta y sostuve su mano contra mi pecho.

- Hablaremos mañana de eso- acaricie sus nudillos- Pero no tienes nada de que disculparte, absolutamente nada, mi vida... ¿Quieres que te de un baño?- sugerí, sabiendo que eso lo relajaría.

Mi castaño asintió al instante, cerrando los ojos luego.

Ignorando el sueño que tenía, lo cargue fácilmente al baño que estaba en nuestra habitación y encendí la luz.

- ¿Puedes mantenerte en pie, bebé?- pregunte con cautela, viendo su contextura por primera vez más rellena, pero luciendo aún frágil y vulnerable.

- S-Sí.

Fruncí el ceño y sostuve su mano de todas formas mientras me alejaba un poco y prendía la regadera para llenar la tina con agua tibia. Después lo desnude en silencio, tomando seguramente su cintura en todo momento por si caía.

Mordí mi labio inferior cuando me erguí y descubrí el pequeño sonrojo que cubría su rostro.

- Eres tan hermoso, Sti- susurré contra su cuello con la voz ronca, pasando mis manos suavemente por toda su piel, secretamente feliz de ya no sentir solo bajo mis manos huesos duros y fríos.

- ¿Enserio lo crees? He subido un par de kilos y... n-no lo sé.

Rodee los ojos y fije mi mirada en sus grande orbes caramelo, sonriendo cuando sus manos se apretaron en los músculos de mis brazos en busca de soporte.

- Nunca te has visto más maravilloso como en este preciso momento, corazón.

Stiles sonrió un poco sin poder evitarlo, aún con lágrimas secas en sus pómulos.

Lo ayude a entrar a la bañera cuidadosamente y apague el agua, tomando el paño de baño para así empezar a remojar todo su cuerpo y quitar el sudor.

- ¿Cómo te sientes?- Stiles bajo levemente la mirada borrando la expresión anterior, encogiéndose de hombros mientras jugueteaba con sus dedos bajo el agua- Cariño...

- Bien ahora, p-pero estoy enojado y t-triste porque creí que estaba mejorando.

- Stiles- suspire, tomando el jabón con olor a almendras y echando un poco en el paño para empezar a limpiar a mi chico- Estas mejorando tan bien que todos están impresionados, ¿Sabes lo difícil que es sobrevivir a todo lo que has pasado? ¿Sumándole a lo anterior lo complicado que es volver a reajustarte a la vida luego de dos meses internado en terapia? Es muy agotador e imposible para algunas personas, pero tú lo has hecho ver fácil todo este tiempo. Eres tan fuerte y valiente, es por eso qué esta pesadilla no tiene que significar nada real para ti porque si lo permites, ahí si caerás... No puedes darte ese lujo luego de todo lo que has avanzado- observe como trago con dificultad, pero finalmente asintió- Estoy tan orgulloso de ti, Stiles, tan feliz como no tienes idea. Amo verte sonreír por las mañanas, amo escucharte insultar todo a tu alrededor cuando estas enojado, amo lo precioso que luces ahora, y joder, simplemente te amo como un imbécil y te admiro por tú fortaleza.

- También te amo, Sourwolf- murmuró en un sollozo roto, por lo que solté el paño y acuné su barbilla para que me mirara- Te amo mucho, no podría hacer nada si no estuvieras conmigo.

Sonreí ladinamente y besé sus dulces labios temblorosos con ternura.

- Lo harías igual, Sti. Eres increíble- confesé- Ya es hora de que te lo creas.

Sin dejar que me replicara picotee una última vez su boca y continué limpiándolo, tarareando tranquilamente una canción hasta que mi novio se quedó profundamente dormido en la bañera.

Hermoso. 

Tú Puedes, Amor [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora