Suspire y observe como el sol se ocultada con lentitud y tranquilidad al horizonte del océano frente a mí, las olas chocando suavemente contra las rocas de la costa y las gaviotas volando a lo largo de todo el cielo naranja. Era tan relajante y mágico, tan corriente, pero a la vez impresionante de ver.
- Te encontré.
Sonreí inconscientemente al escuchar el precioso tono de voz de Stiles tras de mí, por lo que me giré en su dirección al instante y lo abrace por la cintura cuando llego a mí. Cerré los ojos y besé dulcemente sus labios sin pensármelo mucho, sujetando firmemente su nuca para evitar que rompiera el contacto, pero la sonrisa que mantenía firmemente en sus labios y la pequeña risa que dejo escapar me obligaron a separarme a los segundos.
- ¿Qué pasa, bonito?- susurré contra su boca, picoteando a su alrededor- Déjame besarte más.
Stiles sonrió complacido, con un suave sonrojo adornando su piel.
- ¿Por qué estás aquí? Isaac y Scott ya encendieron la fogata- murmuro despacio contra mi mandíbula, sus ojos cómodamente cerrados mientras se apoyaba en mí- Estábamos esperando que salieras.
Me encogí de hombros, sosteniéndolo por su espalda baja sintiendo así bajo mis dedos su par de hoyuelos.
- Estaba admirando la vista, amo este lugar.
Con Stiles habíamos pasado un largo proceso de sanación tras todo lo sucedido, habíamos reconstruido nuestra relación en base a la confianza y cuidado poco a poco, nos mudamos, ya que en nuestro antiguo hogar habían muchos recuerdos dolorosos que no nos dejaban dejar el pasado atrás, por lo que ahora vivíamos en una nueva y hermosa casa, decorada mayormente por mi caramelo, en un nuevo vecindario. Stiles luego de unos meses, cuando ya había aceptado mayormente lo sucedido y se sentía capaz de enfrentar la realidad, decidió volver a la universidad, por lo que el próximo año se titularía, no como yo, que ya terminé mi carrera de arquitectura por lo que después de estas pequeñas vacaciones que tomamos junto a Isaac y Scott en la playa, empezaría a trabajar en la empresa de mi padre.
Y bueno, todo iba genial, era como si cada respiro que daba por fin era liviano, libre de todo, no existían complicaciones, miedos ni secretos, estábamos limpios por fin, pero había algo que me estaba molestando últimamente y no sabía muy bien como manejarlo.
Stiles abrió finalmente sus ojos, sus grandes orbes brillando impresionantemente con la luz del atardecer, cada detalle alrededor de su pupila resaltando galácticamente.
- ¿Seguro que eso es todo, Sourwolf? Si algo pasa puedes contarme, ya sabes.
Suspiré y negué, besando su frente un momento antes de separarme y sonreír, tomando su mano para así prender camino con nuestros amigos que se encontraban fuera de la cabaña que arrendamos, pero antes de que pudiera seguir Stiles me freno, con una extraña expresión adornando su bonito rostro.
- Sti...
- Ya ni siquiera recordaba como era que me ocultaras cosas- mascullo en voz baja.
Besé el dorso de su mano y negué nuevamente, admirando secretamente lo lindo que se veía, su pelo revuelto por la brisa de la costa, la piel lechosa brillando por el bronceado del sol durante el día, y su precioso cuerpo atlético y fuerte cubierto por una de mis camisas blancas, con los primeros botones desabrochados.
Era una obra de arte.
- No te oculto nada, mi vida. Es distinto.
- Quiero saber que es- gruñó, casi con un puchero.
Ladeé la cabeza y tragué duro, intentando controlar las rápidas pulsaciones de mi corazón.
- Es que... no sé muy bien cómo explicarlo- confesé.
Mi chico rodó los ojos y soltó mi mano, caminando hacia la baranda del balcón para saltar y así sentarse sobre el.
Camine lentamente y me posicione entre sus piernas, sujetando firmemente tus muslos y apoyando con suavidad mi frente sobre la suya, la mezcla de nuestras respiraciones y el sonido del choque de las olas relajándome un poco.
- Háblame, grandulón, tu puedes.
Tensé mis labios y cerré los ojos.
- Yo...Te amo, muchísimo- murmuré.
- Al igual que yo, Derek- respondió con lentitud, sus labios rozaban apenas los míos mientras que sus manos masajeaban mi cabello.
Bufé y cerré los ojos, intentando ordenar mis pensamientos.
- Es diferente... Lo que siento es más, Stiles, mucho más.
- Intenta hacerme comprender, amor, estoy un poco confundido.
- Al igual que yo- susurré abriendo los ojos y focalizando mi atención en la parte más oscura de sus pupilas- No entiendo porque la emoción, el pensamiento y los sueños que tengo sobre verte luciendo un hermoso anillo en tu dedo anular y poder llamarte esposo cuando quiera, llamarte mío... es lo que necesito- acune su mejilla, sonriendo débilmente ante el shock en su expresión, sus largas y oscuras pestañas luciendo pesadas por las lágrimas- No comprendo porque el saber que nos amamos no es suficiente, no sé porque necesito que lleves esto...- retrocedí un paso, sacando una pequeña caja de terciopelo de mi bolsillo trasero y arrodillándome sobre una de mis piernas temblorosas- Para ser completamente feliz y que todo el mundo se entere que tengo a la persona más perfecta, hermosa y valiente a mi lado. Que ya no somos tu y yo, sino que somos un gran nosotros.
- D-Derek, ¿E-Es una broma? Oh d-dios.
- Mieczyslaw Stilinski... ¿Quisieras hacerme el honor de casarte conmigo?
- ¡Por supuesto que sí, joder! ¡Derek! ¡Sí, sí, sí!
Reí y caí duramente de espaldas cuando Stiles saltó del barandal y se lanzó sobre mi cuerpo, besando dulcemente todo mi rostro mientras sus lágrimas caían finalmente. Exhalé profundamente y abracé con fuerza a mi lindo chico contra mi.
- Te amo tanto, caramelo. Lo eres todo para mí... Absolutamente todo.
Stiles se separó y quedo sobre mi regazo, ocultando su rostro con sus manos mientras sollozaba y temblaba con emoción.
Sonreí y me senté con cuidado, separando delicadamente sus muñecas.
- Precioso... Dame tu mano.
El labio inferior de Stiles no paro de temblar en todo momento, ni siquiera cuando deslice suavemente el delgado anillo por su dedo.
- Es tan b-bonito, Derek... Te amo, te amo, te amo. D-Dios, no puedo parar de temblar- rio mientras quitaba la humedad de sus mejillas, sonriendo más resplandeciente y libre de lo que alguna vez hizo- Estoy t-tan feliz, te amo.
- Se que esto es muy apresurado ya que aún somos jóvenes, pero... dios, te juro que no podía aguantar más, ni siquiera horas, tenía esto planeado para después de la fogata... Eres tú, Stiles, yo se que eres tú al que quiero el resto de mi vida- acuné su mandíbula y besé su nariz, amando la sensación burbujeante en el centro de mi pecho- Mi lindo esposo.
- Mi sexy esposo.
- Te prometo el mundo, cariño.
- Oh Derek- lloro, escondiéndose en la curvatura de mi cuello- Solo te quiero a ti por siempre.
- Y así será, corazón.
Fin.
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Tú Puedes, Amor [STEREK]
Roman pour AdolescentsDerek esta profundamente enamorado de su novio. Stiles esta teniendo síntomas extraños, pero no quiere hacer nada al respecto. Derek Hale: 23 años. Stiles Stilinski: 21 años.