Pasaron los años.. Aproximadamente cuatro años y Kayn no volvió a escuchar de Aphelios ni de la familia Tsuki, quien después de enviar al chico con su tía, se fueron misteriosamente.
Al joven Kayn no le quedaba de otra más que aprender a gobernar, y a pesar de que creció esos cuatro años, es el chico más joven al estar en el trono con 19 años.
Constantemente era agobiado por Zed para conseguir una novia como reina, sin embargo siempre salían chicas llorando y enojadas por la crítica o en si, el príncipe las ignoraba.
Kayn sentía que le faltaba chispa a su vida, el quería más que estar sentado en un trono y en una mesa con distintas chicas totalmente iguales, una más aburrida que la anterior.
En fin, Kayn estaba en el trono en donde el jugaba de pequeño, atendiendo asuntos reales.
Los arreglaba sin reproche, como lo haría un rey real no como los tiranos que llegaban a la corona con sus sucios dedos.
Una sirvienta entró a la sala del trono para darle un llamado.
- Señor, ya están aquí los todos los reinos del mundo.
- Perfecto.. Diles que se reúnan en la sala de juntas, que llegare lo más pronto posible.
La dama asintió y se fue de ahí.
Kayn al terminar los pedidos reales, se levantó y se fue a su alcoba, donde antes dormía como un simple príncipe, dos camas, un armario, un tocador y un espejo roto.. Nada interesante.
Ahora, su habitación privada era de el tapiz más fino del país, una cama real cómoda que pareciera decorada con diamante y cortinas, un gran tocador y un piano que estaba ahí aunque no lo tocará.
Cambiaba su traje mientras arreglaba su cabello desalineado mirándose en el Gran tocador y acomodaba sus guantes.
- Vamos.. Todos esperan a Shieda Kayn.. El rey joven..
Kayn suspiro y salió de la habitación para dirigirse a la sala de juntas.
Caminando por los pasillos, escuchaba las conversaciones de los demás reyes, que hablaban sobre mascotas, caballeros, lo elegante que es el palacio de los Shieda pero entre ellas, escuchaba la conversación de la temida "Casa de las dagas" que son una familia formada por monarcas muy grandes.
Al entrar, todos guardaron silencio y esperaron a que el joven rey se sentará en el trono de la mesa para que diera la charla.
- Buenas tardes damas y caballeros.. Eh solicitado su presencia para hablar sobre el proyecto 'Unión'
Kayn se levantó y empezó a dar vueltas por la habitación con sus brazos en su espalda y viendo a los reyes y reinas que estaba ahí.
- Bien ¿alguna idea?
Varios líderes levantaron la mano y entre la multitud estaba la reina de dagas Katarina.
Las pupilas de Kayn se volvieron pequeñas al ver a la reina más temida por todos levantando la mano en esa clase de reuniones, pero aunque fuera temida no significaba que la iban a excluir así que señaló a la dama de cabello rosa y cabello rosa.
- Su majestad.. Mi honra con su presencia y me impresiona su participación.
- Verá mi querido Rey, las uniones son lo más importante para la casa de las dagas así que tengo una recomendación.
- La escuchamos.
Cuando la reina estaba a punto de hablar, entra un joven de cabellera negra, ropajes elegantes con cadenas y guantes rojos, tenía un tatuaje púrpura en su ojo y en el labio inferior, se veía agitado y a su espalda se escuchaban risas femeninas.
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𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒋𝒂𝒖𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒐𝒓𝒐 {ƙąყŋ ҳ ą℘ɧɛƖıơʂ} ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵀᵉᵐᵖᵒʳᵃᵈᵃ
Fanfictionᴛᴇ ᴀᴍᴀʀÉ, ʜᴀꜱᴛᴀ ᴍɪ Úʟᴛɪᴍᴏ ᴀʟɪᴇɴᴛᴏ.. ᴀᴍᴀʀÉ ʜᴀꜱᴛᴀ ᴛᴜꜱ ɪᴍᴘᴇʀꜰᴇᴄᴄɪᴏɴᴇꜱ 𝒫𝑜𝓇𝓆𝓊𝑒 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝓂𝒾 ℭ𝔞𝔡𝔞 𝔦𝔪𝔭𝔢𝔯𝔣𝔢𝔠𝔠𝔦ó𝔫 𝔡𝔢 𝔱𝔦, 𝔢𝔰 𝔞𝔯𝔱𝔢. - ˢʰⁱᵉᵈᵃ ᴷᵃʸⁿ . . . . . . Un palacio lleno de dinero, co...